Un defensor de la paz
Los chilenos hemos recibido con tristeza la noticia del fallecimiento de monseñor Faustino Sainz, destacado sacerdote español y diplomático, quien sirvió a la Santa Sede en numerosas tareas.
Entre ellas, debemos destacar especialmente su contribución a la mediación papal por el conflicto que Chile sostenía con Argentina por el canal Beagle, cuando le correspondió acompañar al cardenal Antonio Samoré en su viaje a América. Rápidamente los enviados de Juan Pablo II establecieron algunos objetivos fundamentales: reducir la tensión fronteriza entre ambos países, procurar una solución pacífi...
Los chilenos hemos recibido con tristeza la noticia del fallecimiento de monseñor Faustino Sainz, destacado sacerdote español y diplomático, quien sirvió a la Santa Sede en numerosas tareas.
Entre ellas, debemos destacar especialmente su contribución a la mediación papal por el conflicto que Chile sostenía con Argentina por el canal Beagle, cuando le correspondió acompañar al cardenal Antonio Samoré en su viaje a América. Rápidamente los enviados de Juan Pablo II establecieron algunos objetivos fundamentales: reducir la tensión fronteriza entre ambos países, procurar una solución pacífica del conflicto, evitando el uso de la fuerza, que habría tenido desastrosas consecuencias.
Después de un trabajo intenso y con la colaboración de chilenos y argentinos, la misión llegó a un feliz término.
Pocas cosas son tan importantes en las relaciones diplomáticas como la construcción de un sistema internacional fundado en la paz y en el respeto recíproco entre las naciones. Chile lo sabe y procura vivirlo cada día. Para ello ha contado con la colaboración generosa de hombres como monseñor Faustino Sainz, un español excepcional, cuyo legado a favor de la paz y del desarrollo de nuestros pueblos será recordado siempre por nosotros por razones de justicia y de eterna gratitud.— Sergio Romero Pizarro. Embajador de Chile en España.