Cartas al director

En defensa de la sanidad pública

Aprovechando el traslado de Hospital Yagüe de Burgos al nuevo, de concesión privada, se deniega comida, cena y desayuno al personal médico de guardia que está obligado a permanecer en el Hospital. Así se ve en la disyuntiva de llevársela de casa o comprarla a la concesionaria y, por supuesto, no se le permite volver a casa para alimentarse. Tras protestar por no contar con un espacio físico donde comer han conseguido que les den un despacho improvisado en lugar de permitirles usar el comedor diseñado para tal propósito.

El análisis publicado por EL PAÍS el 30 de junio de 2012 ...

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Aprovechando el traslado de Hospital Yagüe de Burgos al nuevo, de concesión privada, se deniega comida, cena y desayuno al personal médico de guardia que está obligado a permanecer en el Hospital. Así se ve en la disyuntiva de llevársela de casa o comprarla a la concesionaria y, por supuesto, no se le permite volver a casa para alimentarse. Tras protestar por no contar con un espacio físico donde comer han conseguido que les den un despacho improvisado en lugar de permitirles usar el comedor diseñado para tal propósito.

El análisis publicado por EL PAÍS el 30 de junio de 2012 ¿Qué funciona para el español?, se hace eco de la alta valoración que otorga la población al colectivo médico. Sin embargo, quienes cuentan con la peor deciden ningunear y maltratar al mejor capital humano del país.

Por si fuera poco, el silencio cómplice de jefaturas de servicio, comisiones de Docencia, Colegios Médicos y sindicatos, da alas a las mayorías parlamentarias para zaherir y desmantelar la sanidad pública que tanto esfuerzo costó construir.

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¿Es infinita la tolerancia a este sinsentido destructor? ¿Qué hace falta para que el sentido común y la defensa de nuestros mejores logros sean el capital para salir del agujero al que nos han metido ineficaces y tramposos?

Ahorran en perejil para seguir inflándose a caviar.— Rubén F. Montero Mendizábal.

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