Un hombre mata en Madrid a sus dos hijos, de 3 y 9 años, y después intenta suicidarse

El presunto parricida, que padecía un transtorno psiquiátrico grave y que había dejado de tomar su medicación, pudo sufrir "un brote psicótico o una enajenación mental"

Fernando P.S., de 30 años, se ha confesado autor del asesinato esta madrugada de sus dos hijos menores, de tres y nueve años, en Leganés (Madrid). Tras acuchillar a los pequeños, ha intentado sucidarse con la misma arma y se ha arrojado después por la ventana. A pesar del impacto, ha salvado la vida y se encuentra ingresado. El parricida, que padecía un transtorno psiquiátrico grave y que había dejado de tomar su medicación, pudo haber actuado bajo los efectos de un "brote psicótico", según ha explicado Antonio Gamonal, el psicólogo clínico del Defensor del Menor de Madrid.

El suceso ha...

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Fernando P.S., de 30 años, se ha confesado autor del asesinato esta madrugada de sus dos hijos menores, de tres y nueve años, en Leganés (Madrid). Tras acuchillar a los pequeños, ha intentado sucidarse con la misma arma y se ha arrojado después por la ventana. A pesar del impacto, ha salvado la vida y se encuentra ingresado. El parricida, que padecía un transtorno psiquiátrico grave y que había dejado de tomar su medicación, pudo haber actuado bajo los efectos de un "brote psicótico", según ha explicado Antonio Gamonal, el psicólogo clínico del Defensor del Menor de Madrid.

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El suceso ha ocurrido en un tercer piso del número 5 de la calle San Ignacio de Leganés. A las 4.00 horas, la policía ha recibido una llamada del servicio de emergencias 112 en la que se alertaba de la existencia de un cuerpo en mitad de la calle. Los agentes policiales han hallado a Fernando, de etnia gitana, tendido medio desnudo sobre el asfalto. Éste ha reconocido a los agentes que había matado a dos de sus hijos, Aarón y Manuel. Cuando los bomberos han entrado en el domicilio a través de una ventana, han hallado los cadáveres de los dos menores, uno en la cocina y otro en un dormitorio. Ambos han fallecido por las heridas causadas por un arma blanca, entre las 3.00 y las 4.00.

El supuesto parricida, chatarrero de profesión, ha tratado de suicidarse al clavarse un cuchillo en el pecho y saltar por la ventana de la vivienda. A pesar del fuerte impacto, ha salvado la vida gracias a que ha caído sobre un vehículo, cuyo techo y parabrisas han quedado aplastados. El hombre ha intentado levantarse y huir en su furgoneta pero no ha podido hacerlo y se ha quedado en el suelo hasta la llegada de la ambulancia. Los servicios de emergencia han atendido al presunto homicida in situ de varios politraumatismos y cortes. Después de las primeras curas, ha sido trasladado al hospital Severo Ochoa de Leganés, donde se encuentra ingresado bajo vigilancia policial.

Un posible brote esquizofrénico

Horas antes del suceso, su ex mujer, Carmen, había acudido a la comisaría para denunciar que, tras una riña con él, su ex suegra la había amenazado. La madre se ha despedido esta tarde de sus pequeños en el entierro que se ha oficiado en el cementerio de Carabanchel entre lágrimas y con gritos de "por qué, por qué" y tanto ella como su hermana han tenido que ser atendidas por el SAMUR por la ansiedad. Aproximadamente 50 personas han acompañado a la familia sepelio de los niños, que han sido enterrados en cajas blancas y en la misma fosa tras escuchar a tres predicadores evangelistas.

Sobre las causas de esta conducta criminal, el psicólogo Antonio Gamonal, quien ha acompañado a la familia tras el suceso, ha explicado que el hombre "padecía un transtorno psiquiátrico grave y pudo sufrir un brote psicótico o enajenación mental" ya que, al parecer, había dejado de tomar su medicación. Fermando se había separado hace unos 15 días de Carmen, quien vivía con otras dos hijas de la pareja de 12 y 14 años. Gamonal ha subrayado que sus relaciones eran "normales y civilizadas" a pesar de la separación. Por su parte, el Defensor del Menor de Madrid, Pedro Núñez Morgades, ha afirmado también que hay indicios de que "un brote esquizofrénico".

Según Morgades, la pareja había llegado a un pacto de separación por el cual la madre se quedaba con las niñas y el padre con los niños, y a partir de ese momento las autoridades no saben qué ha podido ocurrir. La familia estaba atendida por los servicios sociales del Ayuntamiento de Leganés y, según el Defensor del Menor, "estaban respondiendo perfectamente a sus indicaciones, sobre todo la madre", por lo que "no había ningún signo" que hiciera prever el fatal desenlace.

Fernando, con antecedentes por reclamación judicial y por agresión sexual, nunca fue denunciado por su mujer por malos tratos como se había informado previamente y, según los servicios sociales que atendían a la familia desde hace cuatro años, los niños "no faltaban nunca a clase" y la familia asistía regularmente a las sesiones programadas. Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien ha calificado lo sucedido como "terrible, escalofriante y durísimo", ha señalado que si se comprueba la existencia de violencia doméstica en el parricidio "se aplicaría la ley contra la violencia de género" y ha recordado que el Código Penal establece penas muy duras para castigar estos hechos.

Dos agentes de la policía toman muestras de sangre de la furgoneta en la que trató de huir el parricida.
Entierro en el cementerio de CarabanchelEFE

Ocho menores asesinados desde enero

Con las muertes de hoy en Madrid se eleva a ocho el número de menores asesinados por sus progenitores en lo que va de año, cinco de ellos en la Comunidad de Madrid. En la mayor parte de los casos, los menores asesinados tenían muy pocos años de edad. En julio una pareja polaca fue detenida en Madrid por matar a su bebé recién nacida. En junio, una mujer de 35 años envenó a su hija de 15 años, fallecida dos días antes.

El 24 de mayo fue hallado en un contenedor de basuras de Moralzarzal (Madrid) un recién nacido con signos de asfixia y politraumatismos, y el 28 de abril murió otro bebé, de ocho meses, a manos de su padre. El 1 de marzo, la policía detuvo a un británico acusado de asesinar a su hijo de seis meses, que ingresó ya cadáver en el Hospital Clínico de Madrid. Por último, el 4 de febrero, un colombiano de 36 años mató a su hija de 7 con un arma blanca, en Grandadilla de Abona (Tenerife).

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