La FP le quita estudiantes al Bachillerato: sus graduados se disparan mientras los de la rama académica retroceden
La Formación Profesional atrae a un perfil cada vez más plural de estudiantes, incluidos los que tienen buenos resultados en la ESO
El creciente interés de los adolescentes por estudiar Formación Profesional en detrimento del Bachillerato, o al menos mientras el atractivo por estos estudios está estancado, se ha puesto de manifiesto otra vez con la publicación este jueves de los últimos resultados académicos oficiales, es decir, de la tasa neta de graduación, que refleja el porcentaje de chavales de 18 años ―la edad en que teóricamente deberían acabar tanto el Bachillerato como el grado medio de FP si no hubieran repetido ningún curso― que terminaron los estudios. Esa tasa se movió en ambas enseñanzas de forma inversa. En FP aumentó un punto, mientras en Bachillerato bajó tres décimas. Si en lugar de observar la evolución anual (que en la estadística siempre suele ser pequeña) se mira lo que ha sucedido en el último lustro, la diferencia resulta más clara: el Bachillerato ha perdido 1,1 puntos porcentuales, situándose su tasa en el 55% de los chavales de 18 años, mientras en FP de grado medio aumentó 4,6 puntos, hasta alcanzar el 26,4%.
En términos absolutos, el número de graduados en Bachillerato entre el curso 2018-2019 y el 2023-2024 aumentó en 33.400, hasta un total de 288.197. Y los graduados de los ciclos medios de FP se incrementaron en 38.429, hasta sumar 142.163.
El salto en la tasa neta de graduación es aún más llamativo en el caso de la FP superior. El porcentaje de jóvenes de 20 años (la edad teórica de acabar estos estudios) que se graduaron ha subido en un lustro un 7,1%, hasta representar a más de una tercera parte del total, en concreto, el 34,1%. Los graduados en FP superior han crecido en cinco años en 58.698, hasta los 189.279.
El nivel de abandono de los estudios en la FP de grado medio continúa siendo muy alto, en torno al 30%, en lo que constituye uno de los grandes retos del sistema educativo español. El hecho de que la tasa neta de graduación vaya aumentando refleja sin embargo que, al mismo tiempo, las enseñanzas atraen a alumnado con trayectorias educativas cada vez más plurales. Es decir, de forma creciente, sobre todo en ciertas ramas, también son elegidas por estudiantes con buenos resultados académicos en la ESO. Algo que pone de manifiesto la subida de notas de acceso a los ciclos de FP en muchos institutos, que piden calificaciones medias por encima del 7 en ciclos medios de áreas como la sanitaria o la informática.
Los resultados académicos también reflejan que mientras la reforma educativa ha tenido una consecuencia clara en la disminución de la repetición de curso, que se encuentra en mínimos históricos (descontando el curso más duro de la pandemia, cuando se aprobaron normas extraordinarias de evaluación), con un 6,8% en la ESO, un 4,9% en Bachillerato y un 1,4% en primaria, su efecto en los niveles de titulación es de momento moderado. La tasa bruta de graduación ―que se calcula tomando el número total de los que acaban la ESO, tengan la edad que tengan, en relación con el número total de personas con la edad teórica de acabar los estudios (en este caso, los 16 años)―, aumentó el curso 2023-2024 cinco décimas, hasta el 82,1%.