Goyache arrasa en las elecciones de la Universidad Complutense aupado por el PP
La campaña de descrédito hunde a la decana de Políticas, Esther del Campo, que partía como favorita, tras calar la idea de que traería inestabilidad a la institución
El catedrático de Veterinaria Joaquín Goyache (Pamplona, 1962) vuelve a dar el campanazo en las elecciones a rector de la Universidad Complutense ―en 2019 ganó a Carlos Andradas contra todo pronóstico con el 50,22% de los votos― y se ha impuesto a la decana de Ciencias Políticas, Esther del Campo, tras una jornada teñida de bulos y broncas. ...
El catedrático de Veterinaria Joaquín Goyache (Pamplona, 1962) vuelve a dar el campanazo en las elecciones a rector de la Universidad Complutense ―en 2019 ganó a Carlos Andradas contra todo pronóstico con el 50,22% de los votos― y se ha impuesto a la decana de Ciencias Políticas, Esther del Campo, tras una jornada teñida de bulos y broncas. La identificación por parte de la Policía de un grupo de siete personas que portaba sobres con la papeleta de Goyache ha sido el momento de mayor tensión; pues entre ellos se encontraba el presidente de Nuevas Generaciones del PP, Ignacio Dancausa, y varios asesores del Ayuntamiento de Madrid. Goyache ha ganado con el 54,9% de los votos ponderados; ha vencido entre los profesores de plantilla (1.377 votos frente a 923)―su voto vale un 53% de la ponderación total―, el personal de administración y servicios (1.368 frente a 1.208), los profesores eventuales a tiempo parcial (402 frente a 198) y los estudiantes (4.854 frente a 4623). Y ella solo ha ganado entre los profesores precarios a tiempo completo (650 frente a 377).
En principio, Goyache partía en peor posición pues, aunque logró el 25,3% de los votos en primera vuelta frente al 18,1% de Del Campo, la decana cerró un pacto con los otros tres candidatos de distintas ideologías ―del total de ocho― más votados, que se hubiesen convertido en sus vicerrectores de haber vencido ella. En un encuentro con EL PAÍS el pasado viernes, Goyache se mostraba animado: “Me parece sano, democrático, que haya pactos, pero no está todo perdido. Ni mucho menos. Quiero ganar las elecciones y empezamos de cero en esta segunda tanda”. Tampoco Del Campo lanzó las campanas al vuelo pese a sumar en principio el 56,7% de los votos: “No va a ser un gobierno Frankenstein. ¿Por qué? Joaquín también es fruto de un pacto. La capacidad que he demostrado para generar consenso creo que hay que valorarla. No es un pacto ideológico, en ningún caso, porque esa es una de las cuestiones que a mí se me podría haber achacado”. El “gobierno Frankenstein” ha sido el mantra del final de campaña.
El Partido Popular de Madrid ha jugado un papel esencial en esta victoria. El posible triunfo de Del Campo soliviantaba al partido, que se ha movilizado para que no saliese una catedrática a la que la prensa conservadora tacha de sectaria, y de un riesgo para el futuro de la institución. Sin embargo, Del Campo es una figura muy institucional ―ha renovado como decana― y más cercana ―según distintas fuentes― a los socialistas que a Podemos, formación que nació en su facultad y a la que representó ante la Junta Electoral Central.
A la decana, que ha sido profesora de Pablo Iglesias y es compañera de departamento de los exlíderes de Podemos Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa, la etiqueta de podemita ―como sinónimo de extremista de izquierda― le ha perseguido toda la campaña, pese a sus intentos por desligarse. La presión ha sido tal que la estación de metro en Ciudad Universitaria amanecía este miércoles con carteles anónimos con una señal de precaución: “Depende de ti. Votar a Esther del Campo es permitir que Podemos gobierne ideológicamente los próximos 6 años nuestra universidad”.
El asesor del Ayuntamiento de Madrid Álvaro Hernández Crespo, miembro de Nuevas Generaciones, creó este martes un grupo de WhatsApp bajo el nombre de “AYUDA UCM” en el que incluyó al menos a cuatro asesores del Consistorio, según ha publicado EL PAÍS. En él pedía: “Hola a todos compis y amigos!! No sé si os habrá contado a todos vuestros jefes, pero necesitamos mañana una ayuda de Partido, que a los más jóvenes que trabajamos en admin [por Administración] nos pide [Alfonso] Serrano y la presidenta [Isabel Díaz Ayuso], para que nos acerquemos mañana a la UCM para el tema de las elecciones a rector. En un rato os cuento a ver cómo cuadramos todo. Mil gracias”. Al día siguiente, la Policía pidió identificarse a los miembros de Nuevas Generaciones por portar sobres con la papeleta de Goyache.
El temor que ha cundido en estos últimos días entre el PP madrileño ―que veía en ella la llegada de Podemos al poder― se pone de manifiesto también en un audio de Ana Quiroga, la jefa de gabinete de Goyache e hilo directo con Génova, al que ha tenido acceso este diario. “Hay que ir a por todas por favor. Necesito que muevas todo lo que puedas, ¿vale?, y yo me estoy moviendo muchísimo, muchísimo. Esto es una traición en toda regla y Doadrio [ex vicerrector de Goyaache] lo ha potenciado. La Comunidad de Madrid está indignada. Federico Morán [director de la Fundación para el Conocimiento de Madri+d], como no dé el do de pecho y como salga Esther del Campo, cae de la Comunidad [de Madrid]. Es la hostia, es la hostia”. En conversación con este diario, Quiroga niega tener “ningún dato”, ni haber “hablado este tipo de temas con la Comunidad de Madrid” porque no tiene potestad para ello. Doadrio y Quiroga, sin embargo, han sido durante años los ojos del PP madrileño en la universidad presencial más grande de España.
Morán, catedrático de Bioquímica, era antes el referente de la derecha en la UCM y uno de los que gestaron el pacto con el exrector José Carrillo, de izquierdas, para aupar en 2019 a Goyache al poder, presentándole como único candidato frente al rector Carlos Andradas, pero ha perdido casi toda influencia. El otro aludido de Quiroga es Juan Carlos Doadrio, ex vicerrector de Relaciones Institucionales con Goyache y ex viceconsejero regional del PP, que propuso al rector conceder a Ayuso la distinción de alumna ilustre de la Facultad de Ciencias de la Información. Tras la polémica suscitada en redes por el reconocimiento a la presidenta madrileña, Goyache forzó el pasado enero a Doadrio a dimitir y con él salió del equipo de gobierno Iñaqui López, de su cuerda, con intención de presentarse a las elecciones. Lo que nadie esperaba en el PP es que luego López antepusiera en segunda vuelta el diagnóstico de los problemas de la Universidad que comparte con Del Campo ―perdida de influencia de la UCM nacional e internacionalmente, crisis de reputación, falta de previsión de plazas o improvisación― a su ideario político, y se sumase al pacto anti Goyache.
El miedo del PP a la victoria de Del Campo, según fuentes de su candidatura, explica que el rectorado hayan fletado tres autobuses para llevar a votar a los alumnos del centro adscrito Cardenal Cisneros, dependiente orgánicamente de la Comunidad de Madrid. Hasta 417 han votado a favor de Goyache y solo dos a favor de la decana. El Cisneros es terreno popular y Goyache ha terminado convertido en el candidato del PP, pese a tener una relación intermitente con Isabel Díaz Ayuso; con la que, según distintas fuentes, no se ha hablado temporadas durante su mandato. En el Cisneros ha sobrevolado estos días la idea infundada de que Del Campo ―quien no ha dicho nada al respecto en campaña― iba a cerrar el centro adscrito en el que el exlíder del PP, Pablo Casado, se sacó media carrera en cuatro meses. También ha circulado entre los alumnos de la Facultad de Comercio un pasquín en el que se animaba a votar a Goyache, pues Del Campo pretendía “repartir los estudios por varias facultades de la UCM”. No hay ninguna evidencia de que estuviese entre sus planes.
Los bulos han sido constantes estos días y casi todos con Esther del Campo como objetivo. El profesor de Políticas Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, tuvo que desmentir el pasado viernes en redes que se perfilase como vicerrector de su decana, como llegó a publicar un medio: “No he querido ser eurodiputado, diputado, alcalde y tampoco quiero ser vicerrector”. El gerente de Políticas, por su parte, tuvo que enviar casi de madrugada este martes a toda la comunidad universitaria un correo electrónico para desmentir que la facultad estuviese de nuevo cerrada por un problema en una tubería, como ocurrió el 28 de febrero, cuando se rompió una en el campus de Somosaguas. Allí los estudiantes ―votan una minoría― respaldaron en masa a la decana de Políticas en primera ronda. También esta vez, pero sin ningún éxito. Del Campo aspiraba a ser la primera rectora en 200 años de historia de la UCM. El tiempo de las mujeres tendrá que esperar.
Puedes seguir EL PAÍS EDUCACIÓN en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.