Las aulas confinadas aumentan un 71% tras las vacaciones de Navidad
Solo el 1,2% de los grupos está en cuarentena. Las autoridades educativas no prevén, de momento, un cierre escolar como el que han adoptado otros países europeos
La tercera ola también se deja sentir en los centros educativos: el número de aulas confinadas, unas 4.000, ha crecido un 71% desde finales de diciembre, justo antes del inicio de las vacaciones de Navidad. El dato, proporcionado por las autonomías, no in...
La tercera ola también se deja sentir en los centros educativos: el número de aulas confinadas, unas 4.000, ha crecido un 71% desde finales de diciembre, justo antes del inicio de las vacaciones de Navidad. El dato, proporcionado por las autonomías, no incluye a la Comunidad de Madrid, que reabrió los colegios e institutos hace menos de una semana debido al temporal Filomena y donde el porcentaje de aulas confinadas apenas supone de momento el 0,2% del total. En el resto de España, donde el curso se reanudó entre el 7 y el 14 de enero, representan el 1,2%, todavía lejos del 2% que se alcanzó en la segunda ola.
Ni el ministerio ni las autonomías se plantean, de momento, cerrar los centros educativos. Al contrario, Extremadura, la comunidad más afectada por la pandemia (con una incidencia acumulada a 14 días de 1.381 casos por cada 100.000 habitantes, frente a una media en España de 884), reabrió este lunes los institutos, que han estado dos semanas dando las clases online. Y Aragón (con una incidencia acumulada de 751) se reafirmó en su decisión de recuperar la plena presencialidad en secundaria en un plazo de dos semanas (desde principio de curso, parte de los alumnos van al instituto en jornadas alternas).
Los expertos no tienen dudas sobre la causa del aumento de las cuarentenas en los centros educativos. “Es por la Navidad. Los niños y sus maestros se infectaron en sus casas y en reuniones familiares. Y volvieron contagiados a los colegios o lo han hecho en general en estos mismos ámbitos no escolares en los días siguientes, porque la incidencia en la comunidad es muy alta”, afirma Salvador Peiró, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública. “Los niños no dan mucho trabajo porque transmiten poco y apenas tienen síntomas. Muchas veces se descubre su contagio al detectar a sus padres. Pero como cada vez que encuentras a uno aíslas a todo el grupo, es normal que haya tantas clases confinadas”, prosigue.
Lo último en tocar
Peiró, que asesora al Gobierno de la Comunidad Valenciana —donde la incidencia acumulada ha crecido hasta los 1.339 casos por cada 100.000 habitantes y el porcentaje de aulas cerradas al 2,1%— sigue pensando que España podrá esquivar el cierre escolar adoptado por otros países europeos, como el Reino Unido y Alemania. Pero parece menos optimista que hace unos meses: “De momento, los colegios siguen sin dar mucha guerra. Yo creo que será lo último que toquemos, si es que finalmente hay que hacerlo, pero es posible que se toquen si las cosas van muy mal. Casi, casi en un mismo paquete con el trabajo no esencial”, señala el epidemiólogo.
También es moderadamente optimista sobre la posibilidad de mantener abiertos los centros educativos Sergio Alonso, miembro del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universidad Politécnica de Cataluña, que acaba de empezar la mayor investigación realizada hasta el momento en España (con datos de centros catalanes) sobre el nivel de transmisión en las clases. Un primer análisis, dado a conocer en octubre, reflejó un grado de contagios reducido: cuando se detectaba un infectado y se les practicaban pruebas PCR a sus compañeros, en un 7% de los casos se hallaba otro contagiado; en un 4%, dos; en un 1%, tres, y solo en un 0,6% de los casos se encontraba un número mayor.
El Centro Europeo de Control de Enfermedades, recuerda Alonso, recomendó hace un mes cerrar las escuelas solo como “último recurso” por su “impacto negativo en la salud física, mental y educativa” de los niños.
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