Cuatro días en vilo para decidir cerrar una clase en la Comunidad de Madrid
La saturación sanitaria atasca la gestión de la covid en las escuelas de la región, según padres, profesores y sindicatos
Cuando aparezca un caso positivo de covid en un centro educativo, el departamento de Salud Pública de cada comunidad “decidirá las principales medidas para el control, como son el aislamiento de los casos y la cuarentena de los contactos”, según la guía del Ministerio de Sanidad que ha servido como base para los protocolos de las comunidades. Pero ¿qué pasa si Salud Pública no coge el teléfono? ¿Y si su respuesta tarda dos, tres y hasta cuatro días en llegar?
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Cuando aparezca un caso positivo de covid en un centro educativo, el departamento de Salud Pública de cada comunidad “decidirá las principales medidas para el control, como son el aislamiento de los casos y la cuarentena de los contactos”, según la guía del Ministerio de Sanidad que ha servido como base para los protocolos de las comunidades. Pero ¿qué pasa si Salud Pública no coge el teléfono? ¿Y si su respuesta tarda dos, tres y hasta cuatro días en llegar?
Esto está ocurriendo en la Comunidad de Madrid, y muy a menudo, según afirma el sindicato CC OO y denuncian padres y profesores en las redes sociales. La Consejería de Sanidad, por su parte, niega que se estén produciendo retrasos. Este periódico ha comprobado que efectivamente algunos centros desatendidos se han visto obligados a tomar medidas de confinamiento provisionales por precaución, a la espera de respuesta formal.
Es el caso del colegio Los Lagos de Parla. Durante toda la jornada del lunes, la directora intentó contactar con Salud Pública a través de las vías que establece el protocolo autonómico. Sin embargo, siempre saltaba un buzón de voz indicando que estaba lleno. Al final, la directora decidió llamar al número de emergencia del coronavirus. “Nos atendió una operadora general que decía que no era de su competencia. Se puso nerviosa y nos aconsejó que cerráramos la clase hasta que Salud Pública contactara”, cuenta Olga Criado, presidenta de la asociación de padres y madres (AMPA). Fue entonces cuando la directora envió, ya sobre las 22.00, un correo a las familias de una clase de primaria en la que una niña había dado positivo aconsejándoles una cuarentena de 14 días. Este jueves, por fin, lograron contactar y los padres recibieron por la tarde la notificación de Sanidad: comenzaba oficialmente el aislamiento. El mensaje llevaba además una nueva promesa: “Desde la Consejería de Sanidad se contactará con usted para conocer si su hijo/a ha presentado algún síntoma sospechoso. La toma de la muestra NO es urgente y puede demorarse unos días”.
Situación desesperante
El colegio público Blas de Lezo, en el barrio de Las Tablas de la capital, también ha obtenido respuesta, pero después de cuatro días de espera. Manuel Hernando, miembro del consejo escolar y padre de dos alumnos, describe una situación angustiosa, desesperante y kafkiana. “A un compañero de la clase de mi hijo mayor, en tercero de primaria, le hicieron la PCR el jueves pasado, hasta el domingo por la tarde sus padres no conocieron que era positivo, lo comunicaron al centro y la dirección nos ha estado diciendo hasta hoy por la tarde [por este jueves] que o no podía hablar con Salud Pública o no tenía instrucciones claras”, asegura.
A las 23.58 del domingo, las familias recibieron un correo en el que el centro “recomendaba” no llevar al cole a los afectados, 18 alumnos. “Al no ser oficial, ni [nos hacen test] PCR ni baja ni nada”, lamenta este padre, que también reclama docencia online para las clases confinadas. “Durante la tarde y la noche de hoy [por el domingo] he intentado contactar telefónicamente con Salud Pública, como indica el protocolo, pero ha sido imposible. He enviado la información del caso y estoy a la espera de recibir instrucciones, hasta entonces, por precaución, creo conveniente que vuestros hijos se queden en casa”, decía el email.
Desde el lunes se han producido “un goteo de casos” más en el Blas de Lezo, que acumula otros cuatro positivos en distintas clases de infantil —tienen un total de 16 aulas en esa etapa—. “Esas aulas tampoco tienen clase, el otro día una madre trató de llevar a sus gemelos y le dijeron que de ninguna manera, a pesar de que solo era una recomendación”, cuenta alucinado otro padre, Óscar Sánchez. Los profesores, sin embargo, sí están yendo a trabajar, según estas familias.
Sobre las 15.00 de este jueves, después de cuatro días de espera, los padres del Blas de Lezo recibieron una nueva comunicación de la dirección. “Hemos recibido instrucciones de Salud Pública para la gestión de los grupos de convivencia estable en los que se ha confirmado un positivo. Vamos a enviar a las familias afectadas una carta y empezar la cuarentena tal como recoge la carta (considerando el primer día de no asistencia al centro)”. De este modo, los niños empezarán el viernes una cuarentena oficial después de cuatro días de cuarentena oficiosa.
¿No debería cerrarse un colegio con cinco casos en cinco clases? El protocolo establece que la presencia de “un cierto grado de transmisión entre distintos grupos puede conllevar cierre de líneas completas, ciclos o etapa educativa”. Sin embargo, Sanidad, que no ha respondido a las preguntas de este diario sobre la situación concreta del Blas de Lezo, responde que, de momento, no se ha planteado el cierre de ningún centro.
Exposición de los alumnos
“Nos dicen los superiores [inspección y consejería] que debe ser Salud Pública quien decida los confinamientos, que nosotros no somos la autoridad competente. Sería perfecto si en Salud Pública nos atendieran, pero es que deben estar desbordados porque es imposible contactarlos”, asegura David Santos, director de un centro de infantil y primaria en Majadahonda. Él, explica, tuvo la suerte de contar en su centro con una enfermera que “pudo pasarse literalmente dos horas seguidas llamando sin parar al teléfono hasta que contestaron, pero en los que no tienen esa suerte algunos han tardado hasta tres días en que alguien les atendiera”, asegura. Y añade: “Varios directores de mi entorno están optando por confinarlas [las clases] por su cuenta porque prefieren que les sancionen por excederse en sus funciones antes que exponer a sus alumnos”.
Un portavoz de la Consejería de Educación se limita a decir que, notificado a Salud Pública, el centro deberá hacer lo que el departamento le indique. “En la mayor parte [de los centros donde ha habido casos] se resuelve a tiempo”, añade un portavoz de Sanidad, un portavoz, que recuerda que Salud Pública atiende no solo a los positivos, sino que también “está recibiendo muchas preguntas y dudas de los centros educativos”
“El protocolo no se está cumpliendo en todos los casos porque el sistema sanitario no está siendo capaz”, asegura sin embargo la responsable de educación de CC OO Madrid, Isabel Galvín. “Es necesario que se hagan PCR a todo el alumnado y a su profesorado cuando se produce un caso y se agilicen los resultados”, añade.
Según Galvín, que ha hablado con los presidentes de las asociaciones de directores de colegios y de institutos y así lo atestigua, “tampoco está funcionando el apoyo telefónico a los centros por parte de Salud Pública”. “Es precisó que se ponga a disposición de los centros un servicio sanitario de apoyo con atención telefónica preferente al que llamar en caso de necesidad y que se garantice que hay alguien que descuelga al otro lado y que atiende con celeridad y dando prioridad”. Preguntado por cuántas líneas o personas están dedicadas a esta labor, Sanidad no contesta. Tampoco aporta un balance actualizado del número de aulas cerradas en la región.
“Desde el inicio de curso los centros están viviendo auténticas odiseas para ser atendidos e incluso no llegan a ser atendidos”, asegura Galvín, que recuerda que Salud Pública es quien debe determinar si se confina o no un aula “y si no responde con agilidad esa responsabilidad la acaban asumiendo los equipos directivos”.
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