Mariola Martínez (Xerox): “Soy una chica de pueblo nacida en Madrid”

Mariola Martínez (Madrid, 1967) ha desarrollado su carrera profesional en Xerox, donde ejerce de presidenta de Canal para Europa Occidental, con siete países y el 43% del negocio total de pymes a su cargo. Reside en Aranjuez y se considera “una chica de pueblo nacida en Madrid”, aunque reconoce que está más tiempo en el aeropuerto que en la carretera que le lleva a la oficina.

Pregunta. ¿Cuánto utiliza la impresora en un mundo en el que desaparece el papel?

Respuesta. Se sorprendería. Uso la impresora un montón. Soy una persona de papel. En casa tengo una impresora con soluciones de escaneo que me salvan la vida. Las apps que están en las impresoras sacan resúmenes de las reuniones, traducen documentos en inglés...

P. ¿Por qué el nombre de Xerox no suena tanto como antes?

R. Es un área de mejora que tenemos. Fuimos un monopolio. Los bancos no decían fotocopia sino xerocopia. Ahora no somos un monopolio y tenemos una gran penetración en entornos profesionales, la gente joven no nos conoce. Pero más del 80% de nuestro negocio sigue siendo la impresión. Aunque somos más que eso.

P. ¿Cuáles son sus aficiones?

R. Lo que más me gusta del mundo es pasear, si puede ser con mi marido, mejor. Y con mi perra, también. El método que tengo cuando estoy nerviosa, porque estoy nerviosa de vez en cuando, es ese: el contacto con la naturaleza; salgo de casa y ya estoy en el campo. He incorporado últimamente la meditación. Me fuerzo todos los días antes de cenar a hacer una meditación guiada de 15 minutos y voy consiguiendo bajar el ritmo. Lo que más me gusta es caminar en la naturaleza o en la playa y siempre en familia.

P. ¿Tiene estrés?

R. Hay momentos que controlo menos determinadas situaciones y sí, tengo estrés. Entonces tengo que parar. Porque cuando llevas tantos años en puestos de liderazgo aprendes que el reaccionar rápido ante las cosas nunca es positivo. Tengo un papel en casa, en mi despacho, que pone que antes de contestar un mail, y yo sé a qué tipo de mail me refiero, escríbelo y déjalo reposar una hora. Lo tengo por si acaso algún día se me olvida. Son muchos años trabajando y ha aprendido a tener este tipo de herramientas. Paro, me tomo un café, si me tengo que dar un paseo me lo doy... y voy viendo que cada vez lo puedo controlar mejor. Pero claro que hay picos de estrés.

P. ¿Concilia?

R. Trabajo muchas horas, pero sí concilio. Acabo de estar en República Dominicana de vacaciones y, aunque he tenido reuniones de trabajo, no me suponen ningún problema. Tengo tiempo libre.

P. ¿De cuánto tiempo libre dispone?

R. Los fines de semana son sagrados para mí. Y a diario voy al gimnasio temprano dos días en semana a hacer pilates de cama, que me encanta. Y ahora que anochece más tarde todos los días, mi marido me está esperando por la tarde, cogemos a Kira, y nos vamos de paseo.

P. ¿Sabe desconectar?

R. Regular. Cuando iba a la oficina todos los días, esos 45 minutos de la oficina a mi casa me ayudaban a desconectar. Al trabajar en casa, no me da tiempo, las escaleras no son tan largas. Noto que la desconexión, necesita tiempo. Mi forma de desconexión es salir a pasear. No soy de las que cuelga el teléfono, la última llamada y ya estoy, necesito 45 minutos. Y a partir de ahí ya está.

P. ¿Qué hace los fines de semana?

R. Este fin de semana nos vamos a Candeleda, donde conocemos un hotelito con encanto. Vamos con mi hija de 27 años, su novio, mi marido y yo. Mi vida es sencilla. Me encanta lo que hago y también me encanta disfrutar de mi tiempo libre. El equilibrio. Quien diga que no lo necesita... lo necesitamos todos. Me vienen muy bien y los fines de semana, hay veces que salimos de viaje y otras que nos quedamos en casa y no hago nada muy sofisticado. A mi marido le encantan las barbacoas, así que prepara barbacoa o arroz. Él es de Alicante y cocina siempre. Y cocina muy bien.

P. ¿Cuál es el sueño que le queda por cumplir?

R. ¡¡¡Guau!!! Profesionalmente, y lo digo con humildad, he llegado a un puesto que nunca hubiera soñado. Estoy agradecida. Es una combinación de trabajo duro y también un poco de suerte, tienes que estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Personalmente, tengo un marido que no hace más que empujarme después de comprarnos una autocaravana a ir a cabo Norte (Noruega). Lo primero o lo segundo que haga cuando me retire total o parcialmente será irme con él a cabo Norte. Él tiene un método, dice “nos llevamos un jamón y cuando el jamón se acabe nos cogemos un avión y volvemos a España, compramos otro, vemos a la familia y nos volvemos a ir”. Lo haremos seguro. Además, él es muy persistente. También me gustaría seguir colaborando con escuelas de negocios como hago ahora. Me da mucha satisfacción poder compartir lo que he aprendido y aprender de la gente joven.

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