Las finanzas se visten de verde

EL PAÍS y Acciona celebran un encuentro en el que diversos expertos analizan el futuro de los préstamos destinados a proyectos vinculados con la sostenibilidad

Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, durante el evento organizado por Acciona y EL PAÍS.Santi Burgos

El futuro de las finanzas se tiñe de verde. Afrontar el cambio climático y avanzar hacia una economía neutra en carbono requiere la movilización de una cantidad ingente de recursos. Se trata de abandonar el capitalismo basado en los combustibles fósiles y abrazar un nuevo modelo, cimentado en las energías renovables. El viraje no es sencillo. Ni tampoco barato. Pero hoy, los beneficios empresariales podrían salvar al mundo. Porque al borde del abismo medioambiental y social, los inversores, y también los gobiernos, han caído en la cuenta de que es posible ganar dinero sin tener que dañar el planeta.

“En 2023, las emisiones globales en el mercado de finanzas sostenibles alcanzaron los 872.000 millones de dólares [unos 802.000 millones de euros], lo que representa un crecimiento del 3% respecto al año anterior”, explicó Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa. Durante su intervención en el encuentro Finanzas Sostenibles, celebrado el jueves pasado y organizado por EL PAÍS y Acciona, el representante del Gobierno mencionó que el valor total de este mercado ya supera los siete billones de dólares a escala global. Reconoció, sin embargo, que, aunque el mercado sigue en expansión, se ha observado una desaceleración en su ritmo de crecimiento, atribuida en parte al fenómeno del greenwashing, el ecopostureo que hacen algunas empresas que ofrecen sus productos o servicios como sostenibles cuando no lo son.

España, dijo Cuerpo, ha avanzado notablemente en la última década en finanzas sostenibles, acumulando un stock de 230.000 millones de euros en instrumentos financieros, incluyendo bonos, fondos y préstamos. “Las emisiones en nuestro país se han convertido en un elemento esencial para el mercado”, destacó el titular de Economía, mencionando también la relevancia de las emisiones verdes gestionadas por el Tesoro en los últimos años. El ministro subrayó el liderazgo de Europa en este ámbito, pues el 46% de los emisores de finanzas sostenibles a nivel global proceden del Viejo Continente.

Durante su intervención, el ministro puso sobre la mesa algunas iniciativas para que el país siga avanzando en esta materia. Por ejemplo, propuso la creación de un sandbox (un entorno de pruebas) de sostenibilidad donde las empresas puedan consultar a los supervisores sobre las distintas regulaciones que hay que cumplir en esta nueva economía verde. Además, planteó la elaboración de un segundo Libro Verde de las Finanzas Sostenibles —un documento estratégico para impulsar y orientar la adaptación del sector privado a esta materia— y cuya audiencia pública finalizó la semana pasada. “El coste de no actuar es inasumible”, aseguró. “Debemos seguir desarrollando políticas que alineen los objetivos del sector público con los de las empresas para garantizar un futuro competitivo”.

José Ángel Tejero, director Económico-Financiero y de Sostenibilidad de Acciona. Santi Burgos

En este sentido, José Ángel Tejero, Director Económico-Financiero y de Sostenibilidad de Acciona, afirmó que los inversores y empresas viven un momento de transformación. “Antes se consideraba los compromisos sostenibles como un conjunto de obligaciones y costes. Sin embargo, esa mentalidad está cambiando”, destacó. Tejero subrayó, de igual forma, que cada vez más compañías entienden la sostenibilidad como una oportunidad. “Construir una economía que proteja el planeta y promueva la prosperidad y equidad es una manera inteligente de cuidar tanto el interés común como el empresarial”, aseguró. Para alcanzar este objetivo, es necesario contar con métricas y criterios de gestión rigurosos que no solo evalúen la rentabilidad económica, sino también el impacto ambiental y social generado.

La tarea no es sencilla. El gran reto de los inversores y empresas es encontrar el balance entre sostenibilidad (ambiental y social) sin perder terreno en el mercado. “La descarbonización, la competitividad y la productividad deben avanzar de la mano”, indicó Belén Flor, responsable de financiación sostenible de ING España y Portugal. Flor destacó el papel de los bancos en este proceso, actuando como facilitadores a través de alianzas con reguladores, empresas y la ciudadanía. Por su parte, Luisina Berberian, directora de Sustainable Finance en S&P Global, recordó la importancia de tener una transición justa. “No podemos dejar a nadie atrás en este proceso de descarbonización. Esto conlleva desafíos sociales, laborales y educativos que debemos abordar, asegurando que todos los involucrados sean considerados”, abundó.

A su vez, José Luis Blasco, director de Sostenibilidad de Acciona, resaltó la evolución de las finanzas sostenibles desde 2015, tras la firma del Acuerdo de París, y cómo hablar de sostenibilidad es hablar cada vez más de una economía moderna. “Hemos encontrado una agenda global donde el clima es la urgencia principal, con lo cual las finanzas sostenibles vinculadas adquieren un protagonismo, una madurez, pero también significan una gran oportunidad”, dijo.

Visión de largo plazo

Jaime Ramos, gestor de Bestinver, afirmó que no hay duda de que la sostenibilidad y la rentabilidad van de la mano, aunque advirtió que es necesario tener una visión a largo plazo para que esto sea evidente. Explicó que durante la pandemia las empresas con políticas de sostenibilidad en sus cadenas de suministro y proveedores fueron rápidamente reconocidas por los mercados financieros. “El impacto no se genera de la noche a la mañana”, añadió María Cristina Romero, directora de Finanzas Sostenibles para España y Portugal en EthiFinance. La experta subrayó que la formación del personal es clave para dar valor a los objetivos sociales y medioambientales, y destacó que la sostenibilidad es una nueva profesión. “Vincular los aspectos técnicos con los financieros es un desafío, pero la brecha se cierra progresivamente. A largo plazo, no habrá duda alguna de que la sostenibilidad es una inversión rentable”.

Por su parte, Laura Palomo Aguado, subdirectora de Regulación en Inverco, señaló que la rentabilidad es compleja de analizar, ya que depende de situaciones de mercado, momentos específicos y estrategias. A pesar de esto, Inverco cree firmemente que el enfoque sostenible es el futuro. “Los datos recientes muestran un rendimiento superior”. Los fondos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) han registrado un rendimiento del 7,5% en el último año, superando la media general del 5,8%. En renta variable, los ESG alcanzan un 14,5%, comparado con el 13% de la media general. “Estas cifras confirman el atractivo de las estrategias ESG”. Sin embargo, Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, advirtió que se debe ser cauteloso al hablar de dinero y rememoró el conocido mantra de los mercados: “Las rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros”.



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