El dominio del gas en California se tambalea gracias a las baterías
El Estado más poblado de EE UU tiene el objetivo de usar el 100% de energías limpias en 2045 gracias al bum de los sistemas de almacenaje
A las puertas del desierto del Mojave, hay un vasto océano negro. Son más de 1,9 millones de paneles solares. Esta gigafactoría comenzó a operar a inicios de este año y se ha convertido en una de las más recientes adiciones a la red eléctrica de California, el Estado que lidera en EE UU la carrera por las energías limpias. El centro, operado por Mortenson, una empresa de Minnesota, tiene una capacidad de almacenamiento de 3.280 megavatios en 120.000 baterías instaladas. Esto lo convierte en el único del país con esta autonomía; además, es clave en el ambicioso objetivo que las autoridades locales se han fijado para 2045, cuando el Estado dependerá de energías renovables al 100%.
California logró a finales de abril un importante hito en la lucha contra el cambio climático. El gobernador Gavin Newsom anunció entonces que la región había superado por primera vez los 10.000 megavatios de almacenaje fotovoltaico, suficiente para abastecer el 20% de la demanda. “En solo cinco años, California ha incrementado 10 veces su capacidad de almacenamiento. Es una de las grandes transformaciones de nuestro tiempo”, aseguró el mandatario. Cuando llegó al poder, en 2019, el Estado tenía una suficiencia de apenas 770 megavatios. Para llegar a los objetivos trazados para 2045, California necesita construir una red de almacenamiento de 52.000.
El avance en el Estado más poblado del país es vertiginoso. Mark Rothleder, el vicepresidente de California ISO (Caiso), el operador independiente de la red eléctrica, aseguró a inicios de este año que sumarán otros 1.134 megavatios en los primeros ocho meses de 2024. Se trata de un crecimiento que se suma al gran salto logrado el año pasado. “Tan solo en 2023, ISO logró sumar al sistema 5.660 megavatios”, señaló Rothleder en una conferencia en San Diego.
Fortalezas
Este funcionario también destacó el creciente número de baterías de litio como la principal fortaleza del sistema: “Es una historia de éxito porque, más allá de fallos ocasionales, estas baterías de cuatro horas han funcionado muy bien al despachar su energía almacenada en las horas punta de la tarde, cuando hay más demanda”. De momento, el alto costo de las baterías es uno de los obstáculos principales que impide que esta tecnología sea aún más popular. Los expertos aseguran que si los precios bajan, la vida de las baterías podría extenderse a las ocho o diez horas.
El benévolo 2023, el año más húmedo para una región conocida por una persistente sequía y por numerosos incendios forestales, ha sido clave para el avance de la red renovable. El pasado verano fue el primero en cuatro años que el regulador no emitió una alerta pública en la que solicitaba a la población desconectar aparatos y ahorrar energía para asegurarse de que la demanda no superara a la oferta. En los tres años anteriores habían sido emitidas 29 de estas alertas.
Además, la primavera de 2024 ha contribuido a que California registrara más hitos de energías limpias. Las temperaturas templadas mantuvieron baja la demanda, pues la gente no utilizó sus aires acondicionados. Después de la puesta de sol, la energía almacenada en baterías y el gas entran al sistema para complementar la demanda. La producción de renovables fue suficiente para abastecer la red en 40 de 48 días esta primavera. Fueron siete días en todo el año pasado.
Las baterías de litio parecen estar rebajando el uso de los combustibles fósiles. El gas representa el 40% de la red de California. Sin embargo, su uso en abril registró su número más bajo en siete años. “Los números indican claramente que las baterías están desplazando al gas natural cuando la generación de energía solar aumenta en Caiso”, señala un análisis de Grid Status, una firma especializada en temas energéticos.
El gas natural fue el rey de la red en abril de 2021, 2022 y 2023. Caiso enviaba a la red entre 9.000 y 10.000 megavatios producidos con gas una vez que la energía solar se agotaba. En abril pasado, sin embargo, fueron solo 5.000. El martes, 30 de abril, la flota de baterías entró en acción sobre las seis de la tarde y estuvieron activas hasta la medianoche. Cerca de las ocho de la tarde, en el periodo de mayor demanda, el litio aportó 7.000. Es una cifra similar a lo que el gas produce alrededor de esa hora.
Arizona y Georgia han seguido el ejemplo de California. Pero es Texas, el otro gran gigante de EE UU en esta industria, quien más se le acerca. A finales de abril, las baterías aportaron el 4% de la electricidad de la red, suficiente para abastecer a varios millones de viviendas. Las baterías se han convertido en una alternativa que auxilia a un sistema muy dependiente del gas y carbón. La red enfrenta cada vez más retos climáticos, como muy bajas temperaturas en invierno y un calor extremo en verano.
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