Carmignac quiere entrar en el negocio del capital riesgo
El gestor francés es “prudentemente optimista” sobre la economía y la evolución de los mercados en 2023
Dos mundos caben en pocos kilómetros de distancia. El pasado 19 de enero, mientras miles de manifestantes se concentraban en la plaza de la República de París durante la jornada de huelga nacional para protestar por la reforma de las pensiones públicas planteada por el Gobierno de Emmanuel Macron, el coqueto Pavillon Gabriel, en plena avenida de los Campos Elíseos, acogía la reunión anual de Carmignac con clientes. Esta gestora, que administra 32.100 millones de euros,...
Dos mundos caben en pocos kilómetros de distancia. El pasado 19 de enero, mientras miles de manifestantes se concentraban en la plaza de la República de París durante la jornada de huelga nacional para protestar por la reforma de las pensiones públicas planteada por el Gobierno de Emmanuel Macron, el coqueto Pavillon Gabriel, en plena avenida de los Campos Elíseos, acogía la reunión anual de Carmignac con clientes. Esta gestora, que administra 32.100 millones de euros, comercializa fondos de inversión con la idea de que sus partícipes engorden la hucha de sus ahorros.
“Las manifestaciones tienen más que ver con la inflación que con la preocupación por el futuro de las pensiones”, reflexiona el presidente y fundador de la entidad. Edouard Carmignac (París, 75 años) recibe horas después del evento a EL PAÍS —invitado junto a otros medios europeos— en su despacho situado en la plaza Vendôme. Un enorme retrato de Lenin pintado por Andy Warhol preside la habitación. De nuevo dos mundos conviven en el mismo espacio: el revolucionario por excelencia y el epicentro de las tiendas de lujo más exclusivas. “Es importante que la gente, además del sistema público, cuente con un complemento de ingresos para tener una jubilación agradable. La buena gestión de ese ahorro privado será imperativa para lograr el objetivo de generar rentas complementarias. Eso es lo que nosotros nos esforzamos por ofrecer”, argumenta.
2022 fue un annus horribilis para los mercados. Se rompió la sacrosanta regla según la cual los activos por excelencia (acciones y bonos) fluctúan descorrelacionados. Todo cayó. Con vistas a 2023, Carmignac se declara “prudentemente optimista”. Sus economistas descartan un escenario de recesión grave. “El umbral del dolor se ha reducido mucho. La tolerancia política a un aumento del paro es muy baja. No veo a Powell [presidente de la Reserva Federal] subir mucho más los tipos de interés si la economía estadounidense se desploma”, subraya.
Carmignac cree que la economía mundial ha entrado en una nueva fase marcada por la desincronización entre bloques y por una inflación estructuralmente más alta que la vivida durante la última década. Respecto a la primera de las características, este afamado inversor —que lanzó su gestora en 1989 junto a Eric Helderlé— señala que EE UU se está desacelerando más que la Unión Europea. “No estoy diciendo que Europa se convierta en el nuevo motor del mundo, tampoco hay que ser tan optimistas”, ironiza. “Pero sí digo que mientras EE UU sufre tensiones en su mercado laboral, las malas previsiones para la economía europea se van suavizando. Tanto los planes presupuestarios de apoyo a la actividad como el menor riesgo de escasez energética contribuyen a reducir el riesgo de recesión”.
El gestor francés ha sido un azote constante para los bancos centrales. Sin embargo, en esta ocasión se muestra más comprensivo con los organismos monetarios. “La reacción quizás fue un poco lenta, pero yo no les echaría la culpa a los bancos centrales, No podían prever la invasión de Ucrania”. En su opinión, mientras que en Europa aún queda margen para más subidas de tipos, en EE UU el final de la escalada está mucho más cerca. Sobre la inflación, augura que esta ya ha tocado techo, pero descarta que volvamos a la época de inflación cero. “Los tipos de interés nominales puede que no bajen mucho, pero los tipos reales [descontada la inflación] van a ser muy bajos porque no hay alternativas. De lo contrario, muchos países caerían en bancarrota [en referencia a los altos niveles de deuda pública tras la pandemia]”.
Después de tres años sin hacerlo, Carmignac volverá a viajar a China para visitar empresas y testar la situación económica. Fue uno de los pioneros en la inversión en este país y cree que el gigante asiático será una de las sorpresas positivas este año. “El fin de la política de covid cero permitirá que millones de chinos, con ahorros acumulados durante la pandemia, vuelvan a consumir y viajar. También es positivo el giro de su política exterior. Xi Jinping [presidente de China] se está dando cuenta de que se había quedado demasiado aislado y trata de mejorar sus relaciones con EE UU. En mi opinión, China deberá contribuir de forma significativa al crecimiento mundial a partir de marzo”.
Geopolítica
Carmignac cree que Rusia está abocada al fracaso militar en Ucrania. “Esta guerra no es sostenible para Moscú. Los ucranios luchan por su vida y su futuro, no van a rendirse. Esta resistencia puede llevar a Vladímir Putin a cometer errores. Es probable que intenten una nueva ofensiva la próxima primavera, pero si no tiene éxito debilitaría aún más sus apoyos internos. El futuro del conflicto no está tanto en el campo de batalla como en el Kremlin”, reflexiona. El inversor francés es consciente de que la geopolítica ha condicionado mucho la situación económica en los últimos años, y no descarta nuevos cisnes negros en este ámbito. “Irán suministra a Rusia armamento y avanza en la carrera nuclear. El regreso de la derecha al poder en Israel aumenta la posibilidad de una intervención preventiva con el riesgo de un bloqueo del Golfo Pérsico”.
Las Bolsas han iniciado el año con importantes revalorizaciones. “Han subido mucho, quizás demasiado. Solo si la campaña de resultados empresariales es buena, los mercados podrían estabilizarse en los niveles actuales”. Carmignac cree que las previsiones de beneficios corporativos están infladas en EE UU, mientras que los inversores infravaloran el potencial de los resultados en Europa. Además, está convencido de que el entorno de tipos al alza seguirá penalizando a los valores tecnológicos. “Nos gustan las empresas de la vieja economía bien gestionadas”.
La industria de la gestión de activos se ha convertido en un negocio de escala. En un contexto de megagestoras como BlackRock, Fidelity o Vanguard, ¿podrá seguir Carmignac de forma independiente? “Si te enfrentas a los grandes vendiendo lo mismo que ellos estás muerto. Tenemos que ofrecer los mejores productos. Una gestión activa como la nuestra tiene sentido en una época donde habrá más volatilidad. Y la gestión activa no es algo que se les dé bien a los grupos globales más grandes”. La firma francesa está ampliando su presencia en inversiones alternativas y explorando oportunidades en el sector del capital riesgo. Como suele ser habitual, Carmignac cerró su evento anual con un concierto. En esta ocasión la artista invitada fue Celeste, con la que cantó Love is back (el amor ha vuelto). Toda una declaración de intenciones para 2023.