Concienciar a la plantilla sobre la sostenibilidad limpiando playas
Cada vez son más las empresas que promueven programas de voluntariado para que sus empleados recojan residuos de las costas
La sostenibilidad empieza a perfilarse como una prioridad en las compañías que incrementan su compromiso de reconversión ante la Agenda 2030. Este nuevo paradigma implica no solo a la gobernanza sino a la transformación de sus plantillas y de la relación que establecen con clientes y proveedores. Iniciativas como la limpieza de costas ...
La sostenibilidad empieza a perfilarse como una prioridad en las compañías que incrementan su compromiso de reconversión ante la Agenda 2030. Este nuevo paradigma implica no solo a la gobernanza sino a la transformación de sus plantillas y de la relación que establecen con clientes y proveedores. Iniciativas como la limpieza de costas buscan este cambio de mentalidad, a la que se suman voluntarios corporativos para aportar su granito de arena a la mejora del medio ambiente. Así lo ratifica el cofundador de We Sustainability, Oscar Vales: “Aumentan las empresas que nos piden un plan integral enfocado a sus plantillas (limpiezas de costas, charlas…) para que entiendan su papel en este cambio de hábitos y el impacto de sus departamentos”.
Coca-Cola es una de las empresas que promueven este tipo de voluntariado medioambiental para que sus empleados formen “parte activa de nuestros compromisos con la sostenibilidad”. Su programa Mares Circulares, en colaboración con asociaciones como Chelonia o Vertidos Cero, actúa en costas, fondos marinos y entornos acuáticos y en sus acciones cada vez se implican más empleados. Sólo el día de los Océanos (el 8 de junio) logró reunir a más de 350 voluntarios en limpiezas de Barcelona, Santander, Guipúzcoa, Cádiz, Madrid y Valencia. Otras empresas como Siemens, Trasmediterránea, Quirón Salud, Mayoral, Wallapop, Anekke, Chevron, Phillips o Quadient se involucran en estas limpiezas conscientes de que absolutamente todo lo que se tira va al mar y por el efecto de arrastre, vuelve a las costas.
Aunque sus voluntarios saben que su contribución es un granito de arena, subrayan que estas iniciativas “te abren los ojos a lo que está sucediendo”. Otros afirman que les cambia la vida. Es el caso de Miguel Cabaça, director general de Arval, compañía de renting del Grupo BNP Paribas. “Fuimos al Pantano de San Juan, en Madrid, donde jamás pensé que habría ese nivel de basura y detritus”. Sacas kilos y kilos, incluso piezas de barco, y te parece mentira que se llegue a esto con el acceso a la información que hay. Me ha cambiado la vida porque he modificado hábitos e intento influir en los de alrededor”.
El fin último de esta iniciativa es la concienciación del voluntario dentro y fuera de la oficina. Y para ello, antes de dar comienzo a la recogida de residuos los voluntarios reciben formación sobre la trazabilidad de todo lo que se tira y pautas para su reciclaje. En la fundación Ecomar la denominan “taller azul”. Aprendida la teoría, los voluntarios se distribuyen en grupos y, uniformados con camisetas corporativas, comienza un desafío que les enfrenta a todo tipo de basura. Les impresiona, sobre todo, las miles y miles de colillas de tabaco y la brutal cantidad de plástico, en todas sus formas, que aparecen. “En estas acciones de convivencia nacen conciencias”, apunta la fundadora y presidenta de Ecomar, Theresa Zabell ex regatista y dos veces oro olímpico.
Y añade que “de nada sirve recoger y limpiar playas, pantanos, ríos o mares si continuamos produciendo basura a este ritmo inasumible”. En cada limpieza se incluye, además de empleados de empresas, a un colegio o centro deportivo de la zona para que la toma de conciencia se inicie a edades tempranas. El resultado de estas jornadas se traduce en una recogida media de 10 kilos de basura por persona y terminan con su traslado a los contenedores. “Más que valorar la cantidad de residuos recogidos, buscamos impactar en las personas para lograr su transformación cultural hacia la regeneración de los ecosistemas”, sostiene el cofundador de We Sustainability, plataforma para la concienciación que realiza 100 limpiezas anuales, lo que supone una recogida cercana a las tres toneladas. En ellas participan voluntarios de empresas como Hijos de Rivera, Concentrix o Dexcom. “Son acciones en las que también se fomenta la convivencia y la relación entre compañeros que no suele ser habitual”, añade Vales.
Retener talento
Volvo Car España es otra de las entidades que trabaja por la seguridad y sostenibilidad respecto al impacto de su negocio en el planeta y participa en la eliminación de basura en las costas. Entre sus objetivos figura el de “reducir un 25% las emisiones de dióxido de carbono en 2025″, en palabras de su director de comunicación, Jorge Muñoz López de Carrizosa, quien anuncia que para ese mismo año “el 50% de las ventas serán híbridos enchufables y el resto modelos totalmente eléctricos y en 2030 todos nuestros modelos serán eléctricos”. La empresa realiza al año 10 limpiezas en las que se involucran 180 voluntarios y ha conseguido evacuar más de cinco toneladas de residuos.
Entre sus participantes Verónica Prieto, líder de equipos en Recursos Humanos, ha colaborado por primera vez en la limpieza de la Playa de Pinedo, Valencia. “Impresiona la cantidad de basura. Debemos cambiar. Me siento orgullosa de que mi empresa se involucre y he conocido nuevos compañeros”. Otro de los efectos de este tipo de iniciativas es “el orgullo de pertenencia que generan, sobre todo entre las nuevas generaciones”, asegura Óscar Vales.
Del mismo modo, a los 35 voluntarios de Avène les sorprende el estado de la playa de Somorrostro, en Barcelona. “Al ser una playa urbana el efecto vertedero es aún mayor. Con una experiencia así aprendes a mirar a la naturaleza de otra forma”, apunta la jefa de producto de Eau Thermale, Cristina Alcoriza. Asegura que la firma contribuye al mantenimiento de los océanos, desde el cero impacto testado de sus protectores solares cuando entran en contacto con el agua “porque utilizamos filtros solares no ecotóxicos, esto es, que no contaminan ni perjudican al ecosistema marino”.
Los expertos confirman que existe un compromiso “real y creciente” de las empresas por la sostenibilidad y aunque Zabel reconoce que las hay que “siguen buscando estas acciones como maquillaje” (greenwashing) su número es menor “y cuando lo detectamos cancelamos su colaboración”. Un diagnóstico en el que coincide con Antonio Nuñez, Senior Partner en Parangon Partners: “Tradicionalmente estas actividades han sido puro marketing, pero se ha producido un giro y aumentan los directivos que incorporan temas de impacto medioambiental a su agenda por convicción y no por imagen”. Algo que corroboran también desde una consultoría de cazatalentos: “Nos piden consejeros con experiencia en sostenibilidad”.
También en los ríos
Limpia ríos, salva océanos, es una iniciativa de la marca Biotherm (LÓreal) y la Fundación Ecoalf junto a SEO BirdLife para la mejora ambiental y restauración del río Jarama, en Madrid. Más de 700 voluntarios han participado en 34 jornadas de recogida de residuos. Se limpió un área de 350.000 metros cuadrados, lo que equivale a 35 campos de futbol. En estas recogidas (11,6 toneladas) se encontraron tres toneladas de plásticos, tres de residuos higiénicos y más de cinco de restos como colchones, neumáticos, aparatos electrónicos y partes de automóvil.
La firma de cosméticos también trabaja por la restauración de los ecosistemas. Cerca de 200 participantes han retirado especies exóticas invasoras como el árbol ailanto. Una especie introducida en España para jardinería cuyo poder de colonización pone en riesgo la biodiversidad. Los voluntarios sacaron 616 árboles de esta especie, tras lo cual han realizado repoblaciones forestales y colocado nidos para la cría de aves.