¿Falta empleo o falta talento?
En nuestro país se quedan sin cubrir en torno a un 9% de las ofertas de empleo
Una de las grandes preocupaciones y ocupaciones de las empresas y especialmente de las áreas de recursos humanos tras la reactivación de la economía, una vez superada la pandemia, es la captación, retención y fidelización del talento. A pesar de que la tasa de desempleo en España se sitúa en el 13,3%, con una preocupante tasa de paro entre los jóvenes menores de 25 años, en torno al 28%, nivel que duplica la media europ...
Una de las grandes preocupaciones y ocupaciones de las empresas y especialmente de las áreas de recursos humanos tras la reactivación de la economía, una vez superada la pandemia, es la captación, retención y fidelización del talento. A pesar de que la tasa de desempleo en España se sitúa en el 13,3%, con una preocupante tasa de paro entre los jóvenes menores de 25 años, en torno al 28%, nivel que duplica la media europea; se estima que en nuestro país se quedan sin cubrir en torno a un 9% de las ofertas de empleo, según datos de Adecco.
Entre las profesiones más demandadas destacan perfiles de IT (tecnologías de la información), ingenieros, y profesionales del sector sanitario y, sin embargo, son precisamente estas carreras universitarias las que tienen notas de corte más elevadas y un número insuficiente de plazas, que hace que numerosos alumnos tengan que decantarse por otras salidas profesionales, que están ya obsoletas antes de graduarse.
Contra lo que la gente podría pensar, tan demandados como los perfiles universitarios son los perfiles de formación profesional; el 38% de las ofertas de empleo publicadas. Hay escasez y numerosas vacantes sin cubrir en perfiles relacionados con la industria y la construcción, tales como: electromecánicos, soldadores, técnicos de mantenimiento, fresadores, … También en perfiles técnicos sanitarios, técnicos de IT y administrativos con idiomas. Y es que en España somos muy buenos haciendo análisis y diagnósticos de los problemas que afectan a nuestra sociedad y a nuestra economía, pero muy precarios poniendo en marcha soluciones eficaces que atajen los problemas a corto y largo plazo.
El paro, y sobre todo el paro juvenil en nuestro país, tiene que ver mucho con un sistema educativo absolutamente desactualizado, con una regulación excesiva y una descentralización que genera ineficiencias y falta de economías de escala entre los distintos centros universitarios.
Todo ello unido a una educación en formación profesional, que si bien ha visto la luz una nueva normativa que trata de otorgarle mayor dinamismo y prestigio, nace ya de espaldas a la realidad. Y es que a alguien se le ocurriría pensar que en el mundo digital en el que vivimos actualmente, la formación online para perfiles tecnológicos profesionales, que hacen tanta falta, ¿tienen que estar a expensas de las 17 regulaciones autonómicas existentes?
Hablamos del derecho a una educación igualitaria y de calidad para todos, defendemos un modelo educativo que cada vez está generando una mayor brecha entre los alumnos que reciben una formación pública y privada del grado que sea, y no ponemos el foco en lo importante, adaptar la educación a la realidad empresarial actual.
Mónica Guardado y Paloma García son socia-directora de Afi Escuela y responsable de RRHH de Afi, respectivamente.