Las comunidades elevan su déficit público un 18% hasta junio por el aumento del gasto
El desfase entre ingresos y gastos del Estado se dispara al 2,7% del PIB hasta julio por las transferencias del sistema de financiación
Las comunidades autónomas engordaron su déficit un 18% en la primera mitad de 2024, un año en el que las finanzas regionales están teniendo un papel trascendental en el debate político. En plena batalla por el nuevo modelo de financiación autonómica, el saldo entre ingresos y gastos regionales fue negativo en 15.960 millones hasta junio, una cifra equivalente al 1,03% del PIB, según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Hacienda. Detrás de este repunte hay un aumento de los desembolsos no financieros, superior al 6%, que no ha sido compensado por el avance de los ingresos. El Estado, por su parte, redujo sus números rojos hasta junio, pero en julio los disparó por las transferencias del sistema de financiación hasta el 2,7%, un porcentaje que está a tan solo tres décimas del objetivo del año fijado para el conjunto de Administraciones.
Los datos se conocen en el medio de la tormenta desatada por la financiación singular de Cataluña pactada entre PSC y ERC, que ha causado recelos tanto en la oposición como entre los socios de Gobierno. La mecha ha vuelto a encenderse con la vuelta a la actividad parlamentaria tras el verano: la vicepresidenta y Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido el acuerdo en una comparecencia en el Senado solicitada por el PP, Pedro Sánchez ha prometido más recursos y reuniones bilaterales con todas las comunidades y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha reunido a sus barones para cerrar filas ante. Mientras tanto, los independentistas catalanes alertan al Ejecutivo que habrá represalias si no cumple con sus promesas.
Y es que otra víctima colateral de este panorama tan intricado pueden ser, una vez más, los Presupuestos, pues los apoyos políticos siguen en el aire. Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado los mismos objetivos de déficit y deuda —pistoletazo de salida a la elaboración de las cuentas— que hace dos meses fueron tumbados en el Congreso por la oposición y Junts. Estos prevén que el déficit público sea del 2,5% en 2025 para el conjunto de las Administraciones. De ese 2,5%, más de dos puntos son para el Estado, mientras que las comunidades deberían presentar un desfase de tan solo un 0,1%. Este año, con un objetivo del 3% para el total de los subsectores, las comunidades deberían cerrar en el 0% y el Estado en el 2,7%.
El desajuste en las cuentas autonómicas hasta junio hubiese crecido aún más (un 34%) sin los anticipos a cuenta del sistema de financiación recibidos en el periodo. Los intereses son el capítulo que más ha presionado al alza, con un aumento del 22,7%. Le siguen la inversión (17%) y la remuneración de asalariados (5,3%). Por el lado de los ingresos, los impuestos ascendieron a 41.055 millones en los primeros seis meses del año, una cifra que se corresponde a un aumento del 4,0% respecto al mismo periodo de 2023. Si se mira al resultado del conjunto de las Administraciones públicas, en cambio, se registra un ligero descenso en el semestre: el déficit fue del 1,92% —excluidas las corporaciones locales—, tres décimas menos que el mismo periodo de 2023.
El Estado es el subsector que acumula los mayores números rojos. En junio el agujero alcanzó el 1,27% del PIB, un descenso frente al 1,68% del año pasado, pero en julio engordó hasta el 2,7% —es el único subsector del que se dispone de datos hasta el séptimo mes del año— debido a las transferencias correspondientes al sistema de financiación autonómico: 46.603 millones de entregas a cuenta y 16.638 millones de la liquidación definitiva de 2022. En total, los gastos crecieron un 5,7%, frente al 4,7% de los ingresos.
La Seguridad Social, por su parte, ha aumentado su superávit hasta el 0,24% del PIB, gracias sobre todo al avance de las cotizaciones sociales tras el incremento este año del porcentaje del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Crecen los ingresos de todos los impuestos
La recaudación tributaria sigue viento en popa. Hasta julio, la Agencia Tributaria ingresó 164.477 millones de euros, un 8,2% más con respecto al año pasado y tras marcar un récord semestral de 122.589 millones de euros en junio. Todos los grandes impuestos contribuyeron: el IRPF avanzó un 7,6%, el gravamen sobre sociedades un 11,2%, un 6,7% el IVA y un 4,1% los impuestos especiales.
El impuesto sobre la renta, pese a ser el pilar del sistema —por sí solo aportó más de 80.000 millones— ha acusado una ralentización en los ingresos en el mes de julio, por la menor intensidad en la creación de empleo y la moderación de las subidas salariales. En cuanto a las rentas del ahorro, las retenciones por rentas de capital mobiliario siguieron registrando crecimientos muy elevados (un 38,2% desde enero) por la prolongación del aumento de los intereses de cuentas bancarias y el buen comportamiento de los dividendos.
El IVA (57.974 millones) y los impuestos especiales (12.292 millones), por su parte, se han beneficiado de las paulatinas retiradas de las rebajas fiscales, mientras que el aumento del impuesto de sociedades (5.416 millones) se ha mantenido constante, con un incremento de los pagos fraccionados del 7,9% para grandes empresas y grupos.