Baleares, a la caza de trabajadores a las puertas de la temporada turística
Los elevados precios de la vivienda ponen trabas a la hora de completar las plantillas en hoteles y restaurantes mientras la temporada alta calienta motores
Camareros, cocineros, recepcionistas o jefes de partida dentro de las cocinas. Estos son algunos de los puestos vacantes en grandes cadenas hoteleras como Barceló, Iberostar o Mac Hoteles, que estos días se ofertan en el Mes de la Ocupación que organiza el Ayuntamiento de Palma de Mallorca. Se trata de un punto de encuentro entre las empresas y quienes buscan cubrir las vacantes antes del inicio de la temporada alta, que comenzará oficialmente en Semana Santa. “...
Camareros, cocineros, recepcionistas o jefes de partida dentro de las cocinas. Estos son algunos de los puestos vacantes en grandes cadenas hoteleras como Barceló, Iberostar o Mac Hoteles, que estos días se ofertan en el Mes de la Ocupación que organiza el Ayuntamiento de Palma de Mallorca. Se trata de un punto de encuentro entre las empresas y quienes buscan cubrir las vacantes antes del inicio de la temporada alta, que comenzará oficialmente en Semana Santa. “Exigen sobre todo formación en atención al cliente y conocimiento de idiomas”, cuenta Marta, estudiante del grado de Turismo de la Universidad de las Islas Baleares, que se ha acercado a esta feria de empleo para dejar su currículum y asistir a algunas entrevistas. Baleares se prepara para una temporada alta que cada vez se extiende más en el tiempo y en la que los problemas para encontrar personal se están cronificando. El elevado precio de la vivienda de alquiler es uno de los principales obstáculos para atraer personal de la Península que permita completar las plantillas.
La falta de personal los dos últimos años ha llevado a restaurantes de zonas turísticas a cerrar dos días por semana, algo que no se había dado en anteriores temporadas. “La situación de estos dos últimos años ha hecho que todo el mundo haya aprendido a ponerse las pilas antes. El tema de la vivienda es estructural y no tiene solución a día de hoy, ni a corto ni a medio plazo. Es una cuestión que depende de la administración pública”, afirma la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera.
Las grandes cadenas hoteleras pueden dedicar parte de sus habitaciones a alojar al personal de los hoteles, algo que no es factible con el 55% de las empresas de la isla, que cuentan con hoteles de menos de cien habitaciones. En esos casos, dice Frontera, los empresarios se enfocan en completar las plantillas con trabajadores de la zona en la que se encuentran ubicados los establecimientos.
Es el caso del hotel Playa Golf de Playa de Palma, un establecimiento cuatro estrellas superior que cuenta con una plantilla en la que un tercio de sus 90 trabajadores son residentes en la isla, que no tienen el hándicap de tener que buscar un alojamiento de temporada. Su director, Pedro Marín, explica que tendrán la plantilla completa a finales de mayo, porque la incorporación de los trabajadores es paulatina desde el mes de febrero, cuando abren el hotel. También indica que las cadenas más grandes pueden ir adaptando sus establecimientos para ofrecer residencia de personal, pero para los hoteles más pequeños “esto es más complicado”. “Nosotros estamos muy cerca de Palma y no es tan complejo como en hoteles de la zona norte, aun así el problema de los últimos años viene porque la vivienda es extremadamente cara”, dice Marín.
En los grupos especializados de Telegram, las ofertas de trabajo en el sector turístico no cesan en las últimas semanas. Bares, restaurantes, hoteles, discotecas y clubes de playa publican cada día un listado de los puestos que precisan. En Ibiza, muchos de esos anuncios llevan aparejados la oferta de alojamiento para los empleados, porque los empresarios saben que es prácticamente imposible encontrar trabajadores que se desplacen desde la Península para hacer la temporada de verano teniendo en cuenta los inasumibles precios de las viviendas.
En los mismos canales, los pisos de dos habitaciones alcanzan los 1.600 euros al mes y una habitación doble ronda los 750 euros a partir de abril. La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera también opina que el principal problema para completar sus plantillas es el alojamiento. “Pudiera parecer que las empresas grandes tienen más recursos, pero también están teniendo problemas, porque los alojamientos hay que alquilarlos o cederlos de los establecimientos”, dice su gerente, Manuel Sendino. En las Pitiusas tienen algo más de margen, ya que dan el pistoletazo de salida a la temporada el 1 de mayo, ya que en Semana Santa la mayor parte de la planta hotelera sigue cerrada.
La cadena Blau Hotels es una de las hoteleras con establecimientos en Mallorca que cede habitaciones de sus establecimientos para los empleados y alquila apartamentos para alojar a los que no encuentran una vivienda. Con más de mil trabajadores, los problemas para contratar llegan cuando la temporada ya está avanzada y se desata “una especie de guerra” entre los distintos hoteles porque todos acucian la falta de personal.
Joan Pla, director general de Blau Hotels, cree que el sector del alquiler turístico ha alterado el mercado, dejando miles de viviendas vacías que se arriendan unos pocos meses al año y dificultan el acceso a los alquileres de larga duración. “Tenemos una plantilla muy estable, con trabajadores de las islas, pero también hay rotaciones y jubilaciones. Cuando hay que cubrir determinadas vacantes y hay que buscar empleados fuera, hemos hecho misiones para captar en Portugal, Holanda y Bélgica”, explica.
Los sindicatos temen que estas dificultades para atraer personal provoquen un incremento de las cargas de trabajo de las plantillas. Silvia Montejano, secretaria de la federación de Servicios de Comisiones Obreras en Baleares, cree que son cada vez menos los trabajadores que se desplazan de la Península al archipiélago para hacer la temporada, sobre todo desde la pandemia. Muchos han dejado de venir, afirma, lo que sumado a que cada vez hay menos población activa por las jubilaciones de los trabajadores del sector servicios, hace que se prevea que este año se vuelva a notar que faltan trabajadores para hacer frente a este volumen de actividad.
Montejano advierte de que, si las plantillas no están bien dimensionadas, las sobrecargas de trabajo estarán a la orden del día y terminarán desembocando los meses fuertes de actividad del verano en un incremento de los accidentes de trabajo y de las bajas laborales. Las empresas que solo abren en los meses de temporada alta son, a juicio del secretario de la federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT, José García, las que más problemas tendrán para contratar a todo el personal necesario.
“Las grandes empresas tendrán el problema añadido de las ausencias imprevistas provocadas por los incrementos de las cargas de trabajo”, señala García, que critica que el Gobierno de Baleares no haya adoptado medidas para abordar lo que considera el germen del problema, la falta de vivienda asequible en el archipiélago.