El 20% más rico ingresa 5,5 veces más que el 20% más pobre, la brecha más baja desde 2008
La evolución del mercado laboral impulsa la mejora de la distribución de la renta, que marca su mejor dato desde la crisis inmobiliaria
En medio de un aluvión de indicadores que muestran que el nivel de vida de los españoles empeoró en 2023 a causa de la inflación y los varapalos geopolíticos, hay una noticia positiva: se ha achicado la brecha salarial entre la gente más adinerada y las personas con la renta más baja. Aunque el 20% más rico ingresa 5,5 veces más que el 20% más pobre, es la primera vez en la serie histórica que la distancia entre ambos se acorta tanto, según los datos de la ...
En medio de un aluvión de indicadores que muestran que el nivel de vida de los españoles empeoró en 2023 a causa de la inflación y los varapalos geopolíticos, hay una noticia positiva: se ha achicado la brecha salarial entre la gente más adinerada y las personas con la renta más baja. Aunque el 20% más rico ingresa 5,5 veces más que el 20% más pobre, es la primera vez en la serie histórica que la distancia entre ambos se acorta tanto, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La diferencia respecto al año anterior es mínima, de apenas una décima, pero endulza un año marcado por el incremento de la población en riesgo de exclusión social ―en el mismo periodo subió cinco décimas, hasta el 26,5%—.
Solo ha habido dos momentos en los que esta brecha ha estado en tasas similares: 2022 y 2008, el año del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. En ambos años, el salario de los más ricos era 5,6 veces mayor que los trabajadores con menos renta, y vino acompañado de una revisión salarial. Si se analiza más a detalle, se observa que, en el primer caso, la retribución media de los asalariados se disparó a una tasa de crecimiento no vista en tres lustros, según datos de la estadística Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias, publicada por la Agencia Tributaria. En el segundo caso, los salarios también subieron en torno a un 5% respecto al año anterior y coincidió con una caída de la inflación hasta el 1,4%, según los registros del centro de estadística.
Dado que alrededor del 80% de la renta disponible de los hogares procede de las rentas de trabajo —es decir, de los salarios—, es lógico asumir que el comportamiento del mercado laboral es el gran responsable de la evolución de la distribución de la renta. A diferencia de lo que ocurrió en los años de la gran crisis española, cuando la dispersión salarial creció a causa del aumento del empleo a tiempo parcial y temporal, y la disparidad de ingresos entre sectores y autónomos, la reforma laboral ha deshecho gran parte de estos problemas y ha permitido la reducción de la brecha salarial.
Es significativo que, en este periodo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional ha beneficiado a unos 2,5 millones de personas, según los datos del Gobierno. Si se ha analizado el aumento acumulado, el repunte ha sido del 54% desde 2018, pasando de 735 euros al mes a 1.134 euros a día de hoy. De acuerdo con el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, esta revisión es la que ha impulsado “el estrechamiento de las desigualdades”, aunque cree que el Ejecutivo debería seguir impulsando políticas que mejoren el reparto de la riqueza pues “sigue existiendo una gran diferencia entre los beneficios que tienen las empresas y los directivos que las dirigen, y los salarios del resto de los españoles”.
Las mayores disparidades, entre los jóvenes
Pese a este notorio avance, los jóvenes siguen sufriendo las mayores disparidades. En concreto, el 20% más rico que se encuentra por debajo de los 18 años gana 6,5 veces más que su homólogo más pobre, según los datos del INE. No solo tienen la mayor brecha por grupos de edad, también son, junto a los mayores de 65 años, el único grupo que registra un aumento en la tasa respecto a 2022. Más allá de estas cifras, es innegable que la inflación golpeó con fuerza a los trabajadores, de hecho, según la encuesta del INE, casi el 17% de los ocupados estuvo en riesgo de pobreza o exclusión social.
Sin embargo, la peor parte ha sido para las personas en paro: más de la mitad de ellas se encontraron en una situación de vulnerabilidad, lo que supone más de un millón y medio de personas si se considera que para el cierre de 2023 el país registró 2.830.600 desempleados, según las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA). También las comunidades autónomas con mayor tasa de paro fueron las que registraron el mayor número de personas con dificultades para llegar a fin de mes; se trata de Andalucía, Canarias y Extremadura.
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