La reindustrialización de Nissan suma nuevos retrasos y amenaza los subsidios de un millar de exempleados
QEV y Btech contratarán un máximo de 140 personas este año y condicionan 300 más a un posible contrato con Chery
A los extrabajadores de Nissan que aguardan para volver a trabajar en las antiguas instalaciones barcelonesas del grupo japonés se les agota el tiempo. Entre diciembre y enero expiran los dos años de subsidio de empleo y ni QEV Technologies ni Btech, las empresas que se comprometieron a contratar al grueso de las 1.300 de personas que inicialmente esperaban reengancharse, están cumpliendo los pl...
A los extrabajadores de Nissan que aguardan para volver a trabajar en las antiguas instalaciones barcelonesas del grupo japonés se les agota el tiempo. Entre diciembre y enero expiran los dos años de subsidio de empleo y ni QEV Technologies ni Btech, las empresas que se comprometieron a contratar al grueso de las 1.300 de personas que inicialmente esperaban reengancharse, están cumpliendo los plazos. De hecho, la última información que han compartido con los sindicatos no es esperanzadora: este año acabará con apenas 140 contrataciones de las 600 previstas y condicionan el fichaje de unos 300 a la incierta firma de un contrato con el fabricante chino Chery para ensamblar coches en la Zona Franca de Barcelona.
La desconfianza de los sindicatos sobre todo el proceso es total. Es por ello que la semana pasada exigieron una reunión con las empresas implicadas en la reindustrialización, la Generalitat y el Ministerio de Industria para hacer un seguimiento del proceso. El encuentro se ha producido este jueves y posteriormente los sindicatos USOC, CC OO y UGT han convocado asambleas con los afectados para explicar la situación. Según las explicaciones de las empresas afectadas, solo el fabricante de motos eléctricas Silence está cerca de cumplir con sus compromisos: ha fichado a 96 de los 110 trabajadores previstos y está montando baterías y motos, si bien el ensamblaje va con retraso.
El gran problema se encuentra con QEV Technologies y Btech. La primera, propietaria de la marca Zeroid, prevé empezar a fabricar a partir de enero, pero no ha especificado la mano de obra que necesitará ni los fichajes que hará. Y la segunda, que quiere lanzar una ranchera eléctrica bajo la marca Ebro, acumula problemas y no podrá empezar a producir hasta 2025, sobre todo porque depende de patentes de Nissan que no habría conseguido del todo, según explicaron fuentes sindicales, y de suministros que tampoco están asegurados. Entre ambas habrían fichado a un centenar de personas hasta ahora y quizás antes de que concluya el año podrían contratar a una veintena de trabajadores más. La cifra está lejos del compromiso de 600 personas que hacían a finales del año pasado y que ya habían reducido.
A la espera de posibles contratos
El problema es que a partir de 2024 sus expectativas no son mejores y las dos firmas, que han constituido la sociedad Tech Factory para gestionar el antiguamente llamado hub de descarbonización, fían el plan de contrataciones a que el fabricante chino Chery dé el visto bueno definitivo para producir coches en sus instalaciones. Sus planes pasan por acabar de ensamblar en Barcelona unos 50.000 coches al año que llegarían premontados de China. Si esa operación fructifica —diferentes fuentes gubernamentales aseguran que están condicionadas y se espera un encuentro con la compañía del consejero de Empresa, Roger Torrent, que está de viaje en China— en la primera mitad del año se contrataría a 150 personas y en la segunda una cifra similar. También figura un posible contrato con una marca de camiones, que se montarían sobre todo en las instalaciones de Montcada i Reixac, pero que también llevaría a carga de trabajo a la Zona Franca, y que activaría la contratación de cerca de 230 personas.
La realidad de la que se quejan los trabajadores es que su situación sigue dos años después en el aire y que, de no llegar carga de trabajo, no habrá posibilidad de generar el empleo. Todo el proceso acumula retrasos, también financieros. Hasta este miércoles Btech no anunció que había conseguido la primera ronda de financiación para llevar a cabo su proyecto en la Zona Franca y son apenas 20 millones de euros que recaerán, sobre todo, sobre Andbank. Y, aunque más avanzada, no es muy diferente la situación de QEV, que se estrenó el pasado 3 de octubre en Bolsa con el objetivo de arrancar recursos para poner en marcha su actividad y aprovechar las ayudas en forma de fondos europeos que consiguió su proyecto. Gracias a la información que tuvo que remitir al regulador bursátil, se conoció que su previsión es entregar un millar de furgonetas este año y alcanzar las 16.000 en 2027.
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