La industria se contrajo en julio por cuarto mes consecutivo, mientras que los servicios recuperan el dinamismo
La facturación de los negocios se recupera de la caída a inicios del verano y crece un 1,5% para julio
La economía española afronta un futuro repleto de incertidumbres mientras mantiene un crecimiento sostenido. La facturación de los negocios volvió a remontar tras el dato negativo de junio, la actividad industrial, sin embargo, se contrajo en julio por cuarto mes consecutivo. Así lo recoge el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este jueves, donde se detalla que en julio las ventas del sector de los servicios c...
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La economía española afronta un futuro repleto de incertidumbres mientras mantiene un crecimiento sostenido. La facturación de los negocios volvió a remontar tras el dato negativo de junio, la actividad industrial, sin embargo, se contrajo en julio por cuarto mes consecutivo. Así lo recoge el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este jueves, donde se detalla que en julio las ventas del sector de los servicios crecieron un 1,5% y que las del manufacturero retrocedieron un 5,2% en comparación con el mismo mes del año anterior.
El crecimiento para el sector de los servicios fue especialmente pronunciado en áreas de alto valor añadido como las actividades científicas y técnicas, que aumentaron las ventas un 28,5% en su comparación interanual. La facturación también creció en dos dígitos en las actividades profesionales (12,3%) y el sector de la información y las comunicaciones (11,7%). El comercio de vehículos y motocicletas incrementó las ventas en un 19,7% y la hostelería, la piedra angular de la economía española, también mejoró su facturación. Los servicios de alojamiento crecieron en un 7,2% y los restaurantes y bares también facturaron un 5,6% más que en julio de 2022.
El panorama no es tan halagüeño para el comercio mayorista, que sufrió un desplome del 6,7%. Los proveedores admitieron haber subido los precios después de presenciar un alza en los costes de producción y una disminución en la demanda. El incremento ha sido empujado por el encarecimiento de los combustibles y sus derivados, que empezaron a subir con la llegada del verano. La cifra es aún peor para el comercio mayorista especializado, que cae un 27,1%; y para los intermediarios del comercio, que ven retroceder sus ventas en un 12,7%.
En la comparación mensual, el sector también refleja signos de resiliencia. Los datos, corregidos de estacionalidad, reflejan que la rama de los servicios creció en julio un 0,8% en comparación a junio, siendo este mayor repunte mensual desde febrero. Al avance contribuyeron, en mayor medida, las actividades profesionales, científicas y técnicas, que crecieron un 6,7%.
La industria se lleva la peor parte
Los resultados arrojados por el INE este jueves no son tan optimistas para el sector industrial, que redujo su actividad un 5,3% en julio en comparación al mismo mes del 2023, lastrado principalmente por el retroceso de las ventas de la energía y de bienes intermedios, que decrecen en un 33,3% y un 11,3% respectivamente.
Aunque no todas las ramas del sector se contrajeron: la fabricación de vehículos de motor aumentó su actividad un 24,4% con respecto al año pasado, un dato parecido al de industria de componentes electrónicos, que se suma a la tendencia global en crecimiento, y vende en España un 26,3% más que hace un año.
En el cuadro mensual, los datos del INE tienen mejor cara. La industria en general elevó sus ventas un 0,8%. La gran mayoría de actividades ligadas al sector crecieron en el último mes. Las ventas se incrementaron en las coquerías y para el refino de petróleo en un 9,8%; también para los bienes de equipo, que crecen en 2,9% y para los bienes de consumo no duradero y los bienes intermedios, que mejoran un 0,8% y un 0,3% respectivamente.
Las condiciones no son mucho mejores para el conjunto de la Unión Europea, que registró una contracción pronunciada en las actividades manufactureras durante el verano, según el índice PMI de la zona euro, que mide el estado de salud del sector a través de encuestas a miles de empresas. Aunque en España el prospecto económico no es tan pesimista, la decisión del Banco Central Europeo de seguir aumentando los tipos de interés puede terminar enfriando más aún el ritmo del consumo, que de momento se mantiene sólido.
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