Pamesa invierte 250 millones de euros en la implantación del uso de un combustible libre de emisiones para sustituir al gas natural
El grupo de Fernando Roig inicia la alimentación de una planta atomizadora con ecombustible con el objetivo de rebajar su factura energética, que ascendió a 350 millones de euros
El grupo Pamesa, que lidera Fernando Roig, ha presentado este jueves una instalación que ha pasado de alimentarse con gas natural a hacerlo con un combustible, denominado ecombustible, libre de emisiones de CO2. Se trata de una planta atomizadora, que es donde se produce la materia prima con la que se fabrican posteriormente los productos cerámicos, en la que se han invertido 15 millones de euros. Sin embargo, la previsión de la implantación de la tecnología que produce este nuevo combustible alcanzará los 250 millones ...
El grupo Pamesa, que lidera Fernando Roig, ha presentado este jueves una instalación que ha pasado de alimentarse con gas natural a hacerlo con un combustible, denominado ecombustible, libre de emisiones de CO2. Se trata de una planta atomizadora, que es donde se produce la materia prima con la que se fabrican posteriormente los productos cerámicos, en la que se han invertido 15 millones de euros. Sin embargo, la previsión de la implantación de la tecnología que produce este nuevo combustible alcanzará los 250 millones de euros cuando también se implemente en las turbinas que generan la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de esas planta atomizadores y, posteriormente, en los hornos de fabricación de los azulejos. Fernando Roig ha situado en 2026 o 2027 el plazo en el que el grupo podría haber sustituido completamente el gas natural por esta nueva fuente de energía.
El objetivo es lograr la rebaja de la factura energética del grupo, que el año pasado alcanzó los 350 millones de euros, y tener independencia en la generación de combustible a un precio competitivo y estable. Según datos de la patronal cerámica Ascer, la factura del gas para el conjunto del sector en 2022 se estima que alcanzó los 1.276 millones de euros, con un crecimiento del 88%. La atomización supone el 60% de la energía térmica total que consume el sector cerámico, y por eso Pamesa ha elegido este proceso como punto de partida en su transición energética.
El ecombustible tiene una parte común con la producción de hidrógeno verde ya que somete al agua a un proceso de electrólisis. Sin embargo, esta técnica, patentada, pasa el hidrógeno por un reactor que mejora las características de su molécula para generar un combustible con mayor poder calorífico y, posteriormente, lo une de nuevo al oxígeno hasta formar la molécula final de eCombustible. La ventaja fundamental con el hidrógeno verde es que, además de que la tecnología se puede implantar en las mismas plantas de las empresas que usan gas natural y, por tanto, no exige un transporte que encarece el producto, apenas precisa de conducciones añadidas, es decir, se pueden utilizar las mismas que se usan actualmente para la alimentación a gas. El precio de este combustible, según ha señalado el CEO de eCombustible Energy será competitivo y estará muy por debajo del precio actual del hidrógeno en el mercado europeo.
Para afrontar la inversión, Fernando Roig ha echado mano de dos vías: por una parte, ha pedido un préstamo a Mercadona, presidida por su hermano Juan Roig, por un plazo de cinco años con parte de las acciones que el propietario de Pamesa tiene en la cadena de supermercados como garantía; además, ha vendido a Acciona el porcentaje de participación que tenía en la empresa de Renovables Renomar. Por otra parte, Roig ha entrado en el accionariado de eCombustible Energy ante una tecnología de la que, según ha dicho, se ha “enamorado”.
El presidente del grupo Pamesa y del Villarreal C.F. ha calificado de “histórico” el inicio del uso de este nuevo combustible tras unos contactos que comenzaron hace cuatro años y que comenzaron a fraguar en febrero de 2022. En su intervención ha destacado además que, aunque el sistema no permite el almacenamiento, tiene una capacidad de producción de 8.760 horas al año, es decir, de forma ininterrumpida. Además, ha desatacado el hecho de la sostenibilidad, ante las futuras restricciones de emisiones de CO2. Actualmente, el sector cerámico tiene asignados unos derechos de emisión que habitualmente no son suficientes para el funcionamiento de las plantas. El año pasado, las empresas deficitarias en asignaciones tuvieron que acudir al mercado de derechos de emisión con un coste sectorial de 57,5 millones de euros.
“Hemos dado un paso trascendental porque este proyecto supone una revolución energética”, ha indicado Roig que ha señalado que “este es el comienzo de una nueva era hacia un futuro más sostenible y estamos orgullosos de liderar este cambio”.
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