La OCDE eleva la previsión de crecimiento para España al 2,1% en 2023 y al 1,9% en 2024
La organización rebaja la inflación media para este año en el 3,9%
La economía española sigue aguantando el tipo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elevado este miércoles su previsión de crecimiento para 2023 del 1,7% al 2,1% y para 2024 del 1,7% al 1,9%. Con esa mejora, la institución con sede en París avala las proyecciones esbozadas por el Gobierno y sitúa el avance económico español a la cabeza de la zona euro, que se expandirá una media del...
La economía española sigue aguantando el tipo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elevado este miércoles su previsión de crecimiento para 2023 del 1,7% al 2,1% y para 2024 del 1,7% al 1,9%. Con esa mejora, la institución con sede en París avala las proyecciones esbozadas por el Gobierno y sitúa el avance económico español a la cabeza de la zona euro, que se expandirá una media del 0,9% este año y del 1,5% el que viene. “Frente a un entorno desafiante en el contexto de la agresión de Rusia contra Ucrania, la economía española ha resistido notablemente bien”, apunta el informe. La OCDE augura también que la tasa de inflación se moderará algo más rápido de lo que había anticipado, situándose en una media del 3,9% tanto este año como el próximo.
La situación económica mundial adquiere algo más de brío, gracias también al regreso de China a una tasa de crecimiento superior al 5%. La incertidumbre, sin embargo, sigue condenando al mundo a la fragilidad. Las dos grandes crisis que ha sufrido el planeta en el comienzo de esta década —la pandemia y la energía— empiezan a quedar atrás. Ahora los interrogantes están sobre los tipos de interés que están aplicando los bancos centrales y la posibilidad de que los “más altos beneficios” y las subidas salariales generen una espiral inflacionista. Por ello, los economistas ponen el foco en los precios de los productos menos volátiles de la cesta de la compra. “La inflación subyacente se muestra persistente, reflejando mayores beneficios en algunos sectores y las presiones de costes todavía elevadas en mercados laborales resilientes”, sostiene el documento de la OCDE.
La economía de la zona euro seguirá aguantando la fuerte escalada de los tipos de interés. Los economistas del club de los países ricos incluso elevan su previsión de crecimiento para los 20 miembros de la moneda única en una décima, hasta el 0,9%. Sin embargo, en esta ocasión los tradicionales roles del Norte y el Sur se invierten. Alemania sufrirá este año la tan temida estanflación. Su economía, ahora en recesión técnica, en 2023 va a estancarse con una inflación del 6,3%. La organización también empeora las perspectivas para Francia, que crecerá un 0,8% y registrará un alza de precios del 6,1%.
Las mejoras de la OCDE son esta vez para los países del sur. La organización duplica las perspectivas para Italia hasta el 1,2% y rebaja en tres décimas su inflación media, hasta el 6,4%. Pero España va a ser, según los técnicos de la institución, la gran economía de la zona euro que va a tirar del carro. El Gobierno de Pedro Sánchez ha sido acusado de formular unas previsiones demasiado optimistas para este año. Sin embargo, las instituciones internacionales han ido mejorando sus proyecciones a medida que ha ido avanzando el año. La OCDE no solo coincide ahora con el Ejecutivo en su pronóstico para 2023, sino que incluso va más allá en algunos indicadores. Por ejemplo, señala que el déficit público bajará del 4,8% al 3,5% del Producto Interior Bruto (PIB), cuatro décimas menos que el cálculo del Gobierno.
El informe prevé también que la inflación, que en mayo se situó en el 3,2%, esté por debajo de la de sus vecinos. En concreto, la OCDE ve que el alza de precios se situará en una media del 3,9% este año y el que viene, más de la mitad de la registrada en 2022. La subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, será más elevada: del 4,8% en 2023 y del 3,7% en 2024. Y esa bajada explica, en parte, la mejora atribuida a España. “La menor inflación y un mercado de trabajo resiliente apoyarán el consumo de los hogares”, indica el documento presentado este miércoles.
En línea con las reclamaciones del FMI, la Comisión Europea o el BCE, la OCDE también cree que las medidas contra la inflación deben ir retirándose. De hecho, espera que buena parte de los paquetes adoptados hasta ahora venzan a finales de este mes. En su lugar, el organismo considera que España puede apoyarse en el plan europeo de recuperación para financiar sus inversiones y aumentar su crecimiento potencial. “Seguir abordando el bajo crecimiento de la productividad y reducir la dependencia de los combustibles fósiles debería ser una prioridad”, agrega el informe.
La OCDE también se detiene en los efectos que tendrá la subida de los tipos de interés, que en menos de un año han pasado del 0% al 3,75%. Los costes de financiación no solo afectarán a la inversión empresarial, sino que también reducirán la destinada al mercado de la vivienda, que se espera que vaya descendiendo en 2023 y se mantenga estable en 2024. El organismo, además, advierte del peligro de un contagio financiero a través del sistema financiero mundial a causa del encarecimiento del precio del dinero. No es el único riesgo: la guerra en Ucrania puede disparar de nuevo los precios de la energía y devolver a España a la casilla de salida. Pero añade que también puede suceder lo contrario: que un retorno de la inflación más rápido de lo esperado pueda permitir a los bancos centrales relajar su política monetaria antes de lo esperado, estimulando la demanda.
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