Vodafone suprimirá 11.000 empleos y pondrá en “revisión estratégica” a la filial española
La nueva jefa de la operadora británica no descarta la venta de la división en España, que redujo sus ingresos un 6,5% en el último ejercicio fiscal
Vodafone ha anunciado que recortará 11.000 puestos de trabajo en los próximos tres años dentro de un plan de reestructuración puesto en marcha por la nueva consejera delegada, Margherita Della Valle, que pretende “simplificar la organización para recuperar la competitividad” después de un desempeño considerado “no suficientemente bueno”. Esta es la primera gran decisión que adopta ...
Vodafone ha anunciado que recortará 11.000 puestos de trabajo en los próximos tres años dentro de un plan de reestructuración puesto en marcha por la nueva consejera delegada, Margherita Della Valle, que pretende “simplificar la organización para recuperar la competitividad” después de un desempeño considerado “no suficientemente bueno”. Esta es la primera gran decisión que adopta Della Valle desde que se confirmó en su cargo tras asumirlo tres meses de forma interina por la sustitución de Nick Read, que estuvo al frente del grupo cuatro años. El anuncio se produce apenas una semana después de que la operadora y Etisalat, el operador de Emiratos Árabes que se ha convertido en el mayor accionista del grupo de telefonía británico con el 14,6% del capital, anunciaran un acuerdo de “asociación estratégica”.
Aunque no se conoce ningún detalle del ajuste, el mensaje que ha dado Della Valle es preocupante para la filial española ya que ha adelantado que llevará a cabo un plan de reestructuración en Alemania y “una revisión estratégica en España, incluyendo todas las opciones potenciales”. Entre esas opciones está la propia venta total de la filial española, por la que ya habido conversaciones con diversos fondos como Apollo, según Bloomberg, aunque no se ha concretado ninguna oferta. También se ha barajado la venta de la red de cable de la operadora procedente de la antigua Ono, e incluso Telefónica se ha mostrado interesada en alquilarle su red de fibra en tal caso.
“España es obviamente un mercado muy difícil que no tiene un rápido arreglo. Esto significa que, en primer lugar, tenemos que gestionar nuestro negocio de forma diferente, y en enero cambié la posición de España dentro de nuestra organización [ahora bajo el paraguas del Cluster Europa]. La filial tiene un nuevo consejero delegado y estaremos más centrados que nunca en generar valor orgánicamente con un fuerte enfoque en la generación de flujos de caja apropiados a las circunstancias y, por supuesto, también estaremos abiertos al cambio estructural. Así pues, se trata también de la diferencia en la forma en que lo gestionamos orgánicamente, así como las opciones estructurales”, ha señalado la ejecutiva italiana a preguntas de Reuters sobre la posible venta de Vodafone España.
“Seremos una organización más ágil y sencilla, para aumentar nuestra agilidad comercial y liberar recursos”, ha explicado la empresa, que centrará sus recursos en una cartera de productos y geografías que tenga el tamaño adecuado para el crecimiento y la rentabilidad en el tiempo”, ha indicado Della Valle a los analistas tras la presentación de los resultados del último ejercicio fiscal 2022/2023 (del 1 de abril de 2022 al 31 de marzo de 2023). Exigir a Vodafone que saque más partido a sus activos (fundamentalmente las redes) y abandone los mercados no rentables va a marcar la gestión de la nueva responsable de Vodafone. La compañía está pendiente de cerrar el acuerdo con Hutchison para cerrar la fusión de su filial en el Reino Unido con Three, la marca bajo la que opera el holding de Hong Kong. Y, tras la venta, de Hungría tiene pendiente el futuro de sus divisiones en Italia y España.
El anuncio se produce tras la presentación de unos resultados decepcionantes. Aunque el grupo registró un beneficio neto atribuido de 12.355 millones de euros al cierre de su año fiscal, 4,4 veces más que los 2.773 millones contabilizados en el ejercicio precedente, solo fue debido a las depreciaciones contables que se anotó el año anterior. Lo más significativo es que los ingresos totales, que alcanzaron los 45.706 millones de euros, apenas crecieron un 0,3% sobre ejercicio anterior, con un retroceso del 0,6% de los ingresos por servicios hasta los 37.969 millones.
La filial española fue la que peor comportamiento tuvo con una caída de ingresos del 6,5%. En concreto, los ingresos en Alemania cayeron un 1,6%; los de Italia, disminuyeron un 2,9%; y aumentaron en Reino Unido (+5,6%), resto de Europa y la filial africana de Vodacom (+3,5%). El resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de Vodafone alcanzó los 14.665 millones de euros, un 3,6% menos. Por su parte, la deuda neta de Vodafone registró un incremento del 19,7%, hasta 33.375 millones.
El grupo no ha dado detalles sobre este plan de despidos ni la afectación por países. Vodafone España ya aplicó a comienzos de 2021 un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a 442 empleados, alrededor del 10% de la plantilla. Se trata del cuarto ERE que aplica la filial del operador británico desde 2013. El anterior ajuste se produjo en marzo de 2019, cuando el operador de telecomunicaciones acordó con los sindicatos 500 bajas voluntarias y otras tantas forzosas. En aquella ocasión, se pactó una indemnización de 55 días por año trabajado con un máximo de 33 meses.
Anteriormente, la operadora aplicó un ERE en septiembre de 2015, que supuso el despido de 1.509 trabajadores, que justificó en las duplicidades que se produjeron tras la compra de Ono en 2014, y la absorción de la plantilla de la cablera. Antes de esa adquisición, Vodafone ya emprendió otro despido forzoso en 2013 cuando la empresa pactó con los sindicatos el despido de 620 trabajadores.
Resultados de Vodafone España
Vodafone España ha sufrido un año aciago en su último ejercicio fiscal 2022-2023 con pérdida de clientes, caída de ingresos y estancamiento de la rentabilidad. Acuciado como el resto de los grandes operadores -Movistar, Orange y, en menor medida, MásMóvil- por las imbatibles ofertas low cost de compañías alternativas como Digi que le arrebatan abonados mes a mes, la filial de la operador británica registró unos ingresos totales de 3.907 millones de euros, un 6.5% menos que en el ejercicio anterior. Los ingresos por servicio descendieron el 5,4% hasta los 3.788 millones.
La buena noticia es que en el último trimestre fiscal (del 1 de enero al 31 de marzo de 2023) los ingresos por servicio solo cayeron un 3,7%, frente al 8,7% que lo hicieron en el tercer trimestre, cuando la empresa tocó fondo. La compañía considera que este dato confirma un cambio de tendencia y la recuperación progresiva del negocio gracias a las medidas estructurales impulsadas hacia la mejora de ingresos, particularmente las nuevas tarifas vinculadas al IPC que entraron en vigor el pasado 23 de enero.
También contribuyó a esta mejora, la eficiencia en costes y la puesta en marcha de políticas enfocadas a una mejor gestión de la base de clientes como el lanzamiento del nuevo portafolio de tarifas simplificado y de productos innovadores como Hogar 5G o Vodafone Energía, salud o seguros, que ha propiciado que se reduzca la tasa de bajas (conocida como churn).
El resultado bruto operativo (Ebitda) en el año fiscal alcanzó 947 millones de euros, con un descenso del 1,1%, debido a la caída de ingresos por servicio y a mayores costes por energía, parcialmente compensados por eficiencias en la gestión de los costes y la recuperación de tasas de impuestos y fiscalidad. Asimismo, el margen de Ebitda aumentó en 1,3 puntos porcentuales.
El nuevo consejero delegado, Mário Vaz, que tomó las riendas de la filial el pasado 1 de abril deberá enfrentarse ahora al reto de enderezar las cuentas reformulando la estrategia y consolidando un modelo de gestión del negocio diferente con el objetivo de volver a situar a la compañía en la senda del crecimiento, según fuentes de la operadora.
A cierre de marzo de 2023, los clientes con contrato móvil se redujeron en 36.000 clientes, con una base total de 11,1 millones (13,6 millones incluyendo los prepago); los abonados de banda ancha fija disminuyeron en 121.000 hasta los 2,9 millones, y la base de clientes de televisión se contrajo en 56.000, hasta los 1,5 millones. La base de líneas activas de máquinas (IoT) conectadas se incrementó en un millón, alcanzando los 5 millones en España, lo que representa aproximadamente el 40% de la cuota de mercado en este segmento. Durante el año fiscal se produjeron 123.000 desconexiones de tarjetas SIM temporales de empresas proporcionadas a las escuelas y universidades durante la pandemia.
La operadora continua ampliando su red 5G en la frecuencia de 700MHz con el objetivo de alcanzar al 65% de la población y un total de 2.000 municipios a finales de este año, para proporcionar el mejor servicio de banda ancha móvil especialmente en interiores.
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