Buscador | ¿El salario mínimo ha superado tu categoría profesional? Los convenios a los que ha adelantado el SMI

Un informe de UGT repasa un centenar de convenios de ámbito estatal en los que las tablas salariales han quedado por debajo de los 1.080 euros mensuales aprobados por el Gobierno

Un albañil trabaja en una calle de Toledo, en octubre de 2022.AngelesG.Visdomine (EFE)

El salario mínimo ha crecido un 47% desde 2018 (de 735,9 euros a 1.080). Este aumento tan rápido no se corresponde con el ritmo negociador de muchos convenios colectivos en los últimos años, especialmente en los sectores más precarizados, como la hostelería o el trabajo agrario. Este miércoles, UGT ...

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El salario mínimo ha crecido un 47% desde 2018 (de 735,9 euros a 1.080). Este aumento tan rápido no se corresponde con el ritmo negociador de muchos convenios colectivos en los últimos años, especialmente en los sectores más precarizados, como la hostelería o el trabajo agrario. Este miércoles, UGT ha presentado un informe en el que repasa los convenios en cuyas tablas salariales hay categorías que, tras el incremento aprobado por el Gobierno, quedan por debajo del salario mínimo. Son un centenar de convenios sectoriales estatales, desde el de la industria cárnica al de textil y confección, pasando por la producción audiovisual o las peluquerías. Además, el sindicato incluye en su análisis 11 convenios de empresa, como los de Burger King, Primark o Eroski.

Los trabajadores cuya relación laboral esté regida por estas categorías pasan a cobrar 15.120 euros brutos anuales en 14 pagas, independientemente de que su convenio colectivo precise menos. En un repaso a la tabla se encuentran pruebas de lo desfasados que están muchos convenios: hay algunos con categorías que apenas superan el salario mínimo aprobado el año pasado (14.000 euros al año), como el de elaboradores de comida a domicilio (14.420 en su menor categoría) o el de gestorías administrativas (la tabla empieza en 14.280 euros anuales). Pero hay situaciones aún peores, en las que el convenio ni siquiera había alcanzado los 1.000 euros mensuales: es el caso de la peor categoría en los contact center (13.709), en las administraciones de lotería (13.406) o en las empresas de reparto sin direccionar (12.912).

Hay actividades caracterizadas por sus pírricas retribuciones que no entran en la tabla de UGT, como la agricultura. El motivo es que están regidas por convenios provinciales, que no forman parte de este estudio. Es un crisol de 50 marcos normativos por sector que dificulta aún más el análisis. Las diferencias entre territorios son inmensas, y no siempre se corresponden con el coste de la vida de cada territorio. “Hay una amplia lista de convenios estatales que recogen el salario mínimo y tendrán que realizar una actualización y, si bajamos al ámbito provincial y autonómico, la situación es muy variada y muy grave. En el sector agrario, por ejemplo, hay 51 convenios colectivos que afectan a unas 750.000 personas. La mayor parte de ellos están bloqueados, decaídos o en plena negociación, que están por debajo del SMI fijado por el Gobierno”, ha dicho la secretaria confederal de UGT, Patricia Ruíz, en la rueda de prensa en la que se ha presentado el informe.

El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, ha incidido en el mismo mensaje: “No puede ser que haya convenios que condenen a la pobreza. Por eso hemos identificado aquellos con más problemas y los ponemos en común”. Luján ha animado a la Inspección de Trabajo a vigilar a los sectores “más perezosos” en la adecuación de las tablas salariales al SMI, de manera que los trabajadores no pierdan “ni un euro”. En esa línea, este sindicalista ha advertido de que algunas empresas difuminan el incremento integrando complementos salariales en el salario base, “algo que no deben hacer”.

Este crecimiento exponencial del salario mínimo está causando una situación anómala en algunos sectores: como el convenio no se actualiza, el SMI no solo alcanza a las categorías más bajas de la tabla, sino que también rebasa a cargos intermedios. En algunos casos, incluso se equipara con puestos de alta responsabilidad. En resumen, atendiendo a convenio y si la empresa no corrige esta situación, los jefes cobran igual que los empleados a los que coordinan. Álvaro Vicioso, de la Federación de Servicios de UGT, ha denunciado este “solapamiento” de categorías profesionales: “Es una perversión del sistema de clasificación. En nuestra opinión, así se desincentiva a los trabajadores con más responsabilidades. No tiene sentido que un trabajador cobre lo mismo que a los empleados que está dirigiendo. La solución, más allá del SMI, es que establezcan porcentaje de diferenciación por categorías”.

Isabel Araque, de UGT Servicios Públicos, ha asegurado que los incrementos del SMI, con la consecuente presión sobre las patronales, condicionan positivamente la negociación colectiva: “En los sectores con cultura de negociación, aquellos con más trabajadores sindicalizados, la subida del SMI ayuda a que crezcan las tablas salariales. En los que no tienen esa cultura está siendo mucho más difícil”. “Hay patronales”, ha continuado Ruíz, “muy cómodas en que los convenios estén decaídos o bloqueados, sobre toda cuando hay poca sindicalización y no se ven obligados a actuar por la presión de los trabajadores”.

Repaso al SMI en junio

Luján ha comentado otros asuntos de actualidad en la rueda de prensa. Se ha declarado “pesimista” sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo con la patronal sobre un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Se trata de un documento suscrito por empresarios y sindicatos que sirve como guía para las empresas y comités de España para negociar los incrementos salariales, entre otros aspectos. El empresario no tiene la obligación de respetarlo y los trabajadores pueden requerir aumentos mayores si lo consideran oportuno, pero el AENC sirve como punto de partida sobre el que construir cualquier negociación colectiva. El último que se firmó en España, el cuarto suscrito hasta ahora, data de 2018 y su último año de aplicación fue 2020. Desde entonces, los precios se han disparado (crecieron un 3,1% en 2021 y un 8,4% en 2022) y los salarios están estancados (aumentaron un 1,5% en 2021 y un 2,8% en 2022).

“La patronal ha dimitido. Quiere mantener de forma artificial que hay algún contacto informal, simplemente para que los propios sectores no le reclamen cuál es su responsabilidad en cuanto a negociación colectiva. No tenemos propuestas de la patronal y no contestan a las nuestras. No vamos a perder el tiempo”, ha comentado Luján. Ha indicado que su sindicato está trabajando en una última propuesta con CC OO, en la que plantearán que las cláusulas de revisión estén condicionadas por la marcha de cada sector, de manera que los incrementos salariales no dependan solo de la inflación. El presidente de la patronal ha hablado positivamente de la idea en declaraciones a la prensa. “Si esto no sale adelante, daremos por finalizada la negociación y tendremos que incrementar nuestra campaña de Salario o conflicto, que está dando resultado donde tenemos músculo sindical. Donde no, haremos confluir con los sectores en los que somos fuertes”.

En otra línea, Luján ha indicado que se reunirán con el Gobierno en junio para evaluar los efectos de este último incremento del SMI. “Volveremos a reunirnos en el ámbito del diálogo social para ver cómo se comporta el SMI y de qué manera le esté afectando la subida de los precios”, ha comentado.

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