Las plusvalías aumentan en un 15% el beneficio de Enagás hasta septiembre
El resultado bruto de explotación (ebitda) cae un 10%, lastrado por los mayores gastos operativos y la menor aportación de sus participadas
Las plusvalías obtenidas por la venta de activos permitieron a Enagás aumentar en un 15% su beneficio neto hasta el 30 de septiembre. El gestor único del sistema gasista se anotó una ganancia después de impuestos de 353 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a los 307 del mismo periodo de 2021. Todo, a pesar de que el resultado bruto de explotación (Ebitda, la imagen más fiel de la evolución del negocio de una empresa) cayó casi un 10%, hasta los 605 millones. La deuda neta se redujo en un 16%, hasta los 3...
Las plusvalías obtenidas por la venta de activos permitieron a Enagás aumentar en un 15% su beneficio neto hasta el 30 de septiembre. El gestor único del sistema gasista se anotó una ganancia después de impuestos de 353 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a los 307 del mismo periodo de 2021. Todo, a pesar de que el resultado bruto de explotación (Ebitda, la imagen más fiel de la evolución del negocio de una empresa) cayó casi un 10%, hasta los 605 millones. La deuda neta se redujo en un 16%, hasta los 3.583 millones.
Dos ventas permitieron a Enagás ensanchar su beneficio en el periodo: el 45% de la empresa chilena GNL Quintero y del 30% de su filial renovable, ambas cerradas en julio. La primera le reportó una plusvalía bruta de 249 millones, mientras que la segunda añadió otros 50 millones. En estos resultados, la empresa no recoge todavía la venta de otro 5% de Enagás Renovable a Pontegadea —el brazo inversor del fundador y máximo accionista de Inditex, Amancio Ortega— ni la más reciente —anunciada la semana pasada— de otro 5% a la empresa pública Navantia. Ambas deberían estar incluidas en los resultados del último trimestre del año o en el primero de 2023.
Sin las operaciones financieras (las plusvalías y, en sentido contrario, el deterioro de casi 134 millones de euros en su inversión en la estadounidense Tallgrass), el beneficio antes de impuestos de Enagás habría caído un 16% en comparación con el año anterior. En gran medida, ese descenso responde a un mínimo descenso (1%) en los ingresos y al aumento del 22% en los gastos operativos, que pasaron de 216 a 263 millones. También a la menor aportación de sus participadas, que sumaron 10 millones menos (-6%) que en los nueve primeros meses de 2021.
En un comunicado remitido este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), no obstante, la compañía califica de “muy positiva” la evolución de sus resultados hasta el 30 de septiembre y cree que “marcan la senda” para alcanzar el objetivo de 380 o 390 millones de ganancia en todo 2022.
Protección frente a las subidas de tipos
Con los tipos de interés en clara línea ascendente, los inversores prestan particular atención a la estructura y los costes de la deuda. En el caso de Enagás, este flanco parece bien cubierto: más del 80% de lo que debe está a tipo fijo, resguardado, por tanto, del aumento en el precio del dinero; y su coste financiero total se mantuvo en el 1,7%, igual que hace un año. A 30 de septiembre, la empresa tenía 1.468 millones en tesorería, 24 más que un año antes, y líneas de crédito disponibles por valor de 2.164 millones.
“Estamos considerablemente protegidos frente al efecto de los tipos de interés”, ha confiado el consejero delegado de la empresa, Arturo Gonzalo, en la conferencia con analistas posterior a la presentación de resultados.
Tantas llegadas de gas por barco como en todo 2021
En su principal línea de negocio —el flujo de gas por tubo en España y la regasificación del que llega por barco—, Enagás registró un fortísimo incremento en la demanda de este combustible para generación de electricidad (+80%), en gran medida por el alza en las exportaciones eléctricas a Francia y a Portugal, que “registraron un récord histórico el 13 de julio”.
La demanda gasista convencional, en cambio, se contrajo un 17% “afectada por el retroceso de la demanda industrial”. Gonzalo, sin embargo, ha mostrado su convencimiento en que se trata de una pérdida de demanda “no estructural”: “la caída de consumo de gas en la industria no responde a una destrucción de actividad, sino a una sustitución de combustibles”. Según sus datos, en lo que va de año han descargado en España 250 buques metaneros, casi tantos como en todo 2021.
La venta de gas a Francia a través de las dos pequeñas interconexiones disponibles en Pirineos aumentó en algo más de 14 teravatios hora (TWh) “debido a la situación energética europea actual”. Esto último, afirma, “pone de manifiesto la importancia de las interconexiones internacionales en este contexto”; una referencia implícita al proyecto de gasoducto entre Barcelona y Marsella, en el que Enagás —participada en un 5% por el Estado, que además cuenta con una acción de oro— tendrá un papel esencial.
Más allá de esa obra, el consejero delegado del operador gasista español ha confiado en que los tanques españoles de almacenamiento de gas natural licuado en los puertos serán importantes para “dar flexibilidad a la operación de las nuevas plantas regasificadoras” que se están construyendo en el centro y el norte de Europa.