Hacienda estima que solo un cuarto del aumento de la recaudación se debe a la subida de los precios
La Agencia Tributaria calcula que entre enero y agosto ha ingresado 7.000 millones más por la inflación
La inflación golpea el bolsillo de los consumidores y engorda las facturas de las empresas desde hace meses. Y lo hace de forma mucho más acuciante desde que comenzase a finales de febrero la invasión rusa de Ucrania y agravara la crisis energética. La otra cara de la moneda es el impulso que este fenómeno está dando a la recaudación de impuestos: hasta agosto, de cada cuatro euros que aumentaron los ingresos, uno se debió a la fuerte subida de preci...
La inflación golpea el bolsillo de los consumidores y engorda las facturas de las empresas desde hace meses. Y lo hace de forma mucho más acuciante desde que comenzase a finales de febrero la invasión rusa de Ucrania y agravara la crisis energética. La otra cara de la moneda es el impulso que este fenómeno está dando a la recaudación de impuestos: hasta agosto, de cada cuatro euros que aumentaron los ingresos, uno se debió a la fuerte subida de precios, que en ese periodo fue del 9%. En concreto, 7.000 de los casi 27.000 millones adicionales obtenidos por Hacienda en los primeros ocho meses del año, algo más de un 25%, se explica por el empuje inflacionista, según cálculos internos de la Agencia Tributaria. Esta estimación es más conservadora que la elaborada por otros organismos como la Autoridad Fiscal (Airef), que calcula que este año la mitad de la mejora de la recaudación será por el encarecimiento del coste de la vida.
Sin embargo, la Agencia Tributaria trata de hacer un análisis muy fino mirando impuesto por impuesto y analizando el impacto de los precios en sus ingresos. En primer lugar, en las rentas es muy difícil coger un número con el que deflactarlas. Para empezar, ¿qué parte del crecimiento de los salarios se debe a mejoras de la productividad y no solo a la inflación? O bien, ¿en qué medida crecen los dividendos porque suben los precios o porque las empresas simplemente logran una ganancia real?
Por este motivo, en el caso del IRPF, los técnicos de la Agencia Tributaria toman la diferencia entre el aumento medio de los sueldos antes de la pandemia y el que se está dando ahora. Y además miden el incremento de la recaudación obtenido por la llamada progresividad en frío: el salto de tipo que se produce al subirse el sueldo y que se aprecia en las estadísticas en el tipo efectivo medio. Con esos dos factores estiman que la recaudación hasta agosto por las retenciones sube en casi 2.300 millones de euros. Ese sería el efecto de los precios en el impuesto sobre la renta. Hacienda incluso desglosa por su origen entre grandes empresas, con cerca de 1.200 millones; pymes, con 300 millones, y Administraciones públicas, con más de 700 millones.
No obstante, la Agencia Tributaria recuerda que en realidad en el IRPF se suele notar la inflación en el año posterior, ya que es cuando se actualizan los salarios y las prestaciones como las pensiones. Ahora mismo, las estadísticas de convenios muestran un alza negociada del 2,6%, y los datos del organismo tributario dan una subida media del entorno del 3%. Además, la declaración anual del IRPF se corresponde con el ejercicio anterior y, por lo tanto, tampoco está afectada por la aceleración de precios. Y otro tanto ocurre con la liquidación del impuesto de sociedades.
En cuanto al IVA, según el informe interno de Hacienda, la recaudación extraordinaria se proyecta teniendo en cuenta el exceso de inflación respecto al 2% considerado como una evolución normal y que es el objetivo del Banco Central Europeo. Y la Agencia no se queda solo ahí en su estudio: como el IPC no es representativo de todo lo que entra en el IVA y además no refleja que cada producto o servicio pueda tener un tipo distinto —ya sea el general, el reducido o el superreducido—, usa un deflactor específico para cada componente del gasto. Es decir, toma la mayor desagregación que le dan los datos del IPC para cada tipo de artículo y le aplica la diferencia que registra con el 2%. De esta forma, busca captar cada peso de los artículos dentro de la recaudación. Para las compras de vivienda y las de las Administraciones emplea también indicadores a medida. Cabe además recordar que los impuestos a la luz están muy rebajados y por lo tanto están dejando de proveer una importante recaudación por la factura de la luz: unos 4.500 millones menos hasta agosto.
Con estos parámetros, y matizando que la medición del impacto de la inflación está sujeta a un elevado grado de discrecionalidad, la Agencia Tributaria hace los números: los ingresos por impuestos alcanzaron los 168.796 millones entre enero y agosto, un 19% más con respecto a los 141.866 millones de 2021. Al restarle esos 7.000 millones, la subida hubiera sido del 14%, según Hacienda. O lo que es lo mismo: la inflación supone cinco puntos porcentuales del conjunto de ingresos tributarios. Uno de cada cuatro euros que ha aumentado la recaudación.
El IVA es el tributo que mejor refleja el repunte de los precios. Los ingresos procedentes por esta figura, estrictamente vinculada al consumo, crecieron un 20% en el acumulado hasta agosto, de los 48.629 millones a los 58.414 millones. La Agencia Tributaria estima que más de un 40% de este incremento se debe a la inflación. La recaudación por IRPF, por su parte, aumentó en 10.766 millones, hasta los 75.301 millones, y la subida de precios influyó en un 22%, según el organismo. En el impuesto de sociedades el efecto calculado es muy pequeño: apenas 250 millones de un aumento de casi 5.000 millones, en torno a un 5%.
Con estas cifras y de seguir así el comportamiento en lo que resta del año, el aumento de la recaudación por inflación se elevaría a más de 10.000 millones. Esto significa que el Gobierno está destinando todos esos ingresos extraordinarios a combatir los efectos de la inflación, ya que en el conjunto del año el Ejecutivo habrá dedicado a estas medidas una cifra superior a los 16.000 millones, entre la rebaja de los impuestos de la luz, las medidas para los consumidores de gas y la bonificación de 20 céntimos a los combustibles.