Así defiende el INE su cálculo del IPC: el recibo de la luz no equivale a su precio y faltan datos fiables
El organismo estadístico responde a las críticas por su forma de calcular la inflación al recoger solo los precios de la tarifa regulada de la electricidad y no la del mercado libre
Una inflación rampante es el tema del momento. Con una subida del 6% interanual contabilizada en enero, toca máximos de hace tres décadas. Sin embargo, un informe del servicio de estudios de CaixaBank ha puesto en entredicho que los precios en realidad estén subiendo tanto. Este documento asegura que la inflación del año pasado ha sido mal estimada: “Ha estado claramente sesgada al alza en 2021″, afirma. Y la reacción del ...
Una inflación rampante es el tema del momento. Con una subida del 6% interanual contabilizada en enero, toca máximos de hace tres décadas. Sin embargo, un informe del servicio de estudios de CaixaBank ha puesto en entredicho que los precios en realidad estén subiendo tanto. Este documento asegura que la inflación del año pasado ha sido mal estimada: “Ha estado claramente sesgada al alza en 2021″, afirma. Y la reacción del Instituto Nacional de Estadística ha sido inmediata. El INE ha respondido que su Índice de Precios de Consumo está bien calculado. El organismo ha explicado este miércoles en un comunicado que el IPC “es absolutamente correcto” y que está basado en “una metodología clara y precisa” que cumple con el código de buenas prácticas europeas y que “goza de todas las garantías nacionales e internacionales”.
CaixaBank Research ha elaborado un análisis en el que, a partir de los recibos domiciliados en la entidad, calcula que los precios generales habrían subido un 4,7% interanual, en lugar del 6,5% oficial registrado en el IPC de diciembre. Y un 2,1% en el promedio del año 2021, en vez del 3,1% que concluyó el INE. El servicio de estudios de CaixaBank recuerda que el INE no está incluyendo en el cálculo del IPC los precios del mercado libre de la electricidad, aquel en el que los consumidores y las empresas negocian libremente las tarifas y cuyos precios suelen ser más estables pero a la larga más caros que en la tarifa regulada, en la que los precios se fijan en una subasta diaria del mercado mayorista que es mucho más volátil y que se está viendo ahora mucho más afectada por la escalada de precios. El INE no está recogiendo en sus números estas tarifas libres “a pesar de que aproximadamente un 60% de los hogares en España tiene este tipo de contrato, que fija el precio durante un tiempo determinado”, indica CaixaBank Research. Y concluye que, en consecuencia, se ha sobreestimado el cálculo de los precios: “Observamos que la variación anual mediana de las facturas en el mercado libre ha sido del -6%, mientras que en el mercado regulado es del +35%”, dice el papel del banco.
A la luz del estudio de CaixaBank, entonces, se habrían actualizado de más tanto las pensiones como las rentas de los alquileres. Al estar inflado el IPC, se habrían engordado también las subidas salariales ligadas a precios. Sin embargo, el INE ha rechazado tales conclusiones. Ha salido al paso subrayando que “los ingresos no sirven para medir la evolución de los precios”. Es decir, una cosa es el recibo, que es lo que mide CaixaBank Research, y otra muy distinta a qué precio se ha pagado la luz. El recibo depende de muchas más variables que el precio: las cantidades consumidas, los horarios del día, las ofertas, las tarifas, las revisiones de contrato o los números de días a los que se refieren. En definitiva, esas subidas detectadas en las facturas pueden no obedecer a variaciones de precios sino, por ejemplo, a variaciones en el consumo.
De hecho, el instituto estadístico ya llevaba tiempo trabajando con las compañías eléctricas para incorporar esta información sobre las tarifas liberalizadas. Por lo general, las tarifas del mercado libre son más caras que las reguladas. Pero de ser así, entonces se habría dejado de contabilizar la subida aparejada que hubo previamente en los precios liberalizados. Además, el mercado libre depende mucho de las ofertas y de las revisiones de tarifas, comenta un experto consultado. Y, más adelante, las tarifas libres tendrían que recoger esas subidas que no plasmaron en un primer momento, empujando al alza la inflación. “No está claro que meter el mercado liberalizado vaya a reducir la factura”, comenta una fuente conocedora de estos números.
A este respecto, la nota del organismo estadístico dice: “El INE y las empresas del sector han venido trabajando para incorporar el mercado libre en el cálculo del indicador. Sin embargo, la información suministrada al INE no tiene aún el suficiente detalle para hacerlo con las garantías de calidad necesarias”. Según fuentes al tanto de estos trabajos, el primer problema que se ha encontrado a la hora de analizar los datos que suministran las empresas es que estas solo tienen los ingresos totales y no desagregan la información entre los consumidores que son empresas y los que son hogares. Sin embargo, para elaborar el IPC solo se pueden usar los precios de las familias. El segundo obstáculo es el mencionado anteriormente: no basta con la información de los recibos para poder calcular los precios.
“El INE continúa trabajando con las compañías eléctricas con el objetivo de alcanzar un sistema que permita obtener la información que se adapte a los requerimientos del IPC. Mientras tanto, el índice que se publica es absolutamente correcto y goza de todas las garantías nacionales e internacionales de precisión y fiabilidad”, concluye la nota de la institución que preside Juan Manuel Rodríguez Poo.