Las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales alcanzan los 90.000 millones de euros en 2021

Los dos desastres naturales que más costes han generado este año, el huracán Ida y la tormenta invernal Uri, se han producido en Estados Unidos

Un hombre observa su casa colapsada por el huracán Ida en Nueva Orleans, Luisiana.MICHAEL DEMOCKER (Reuters)

Heladas invernales, inundaciones, tormentas eléctricas, olas de calor y hasta un gran huracán. Los fenómenos meteorológicos extremos que han tenido lugar en 2021 han provocado unas pérdidas anuales aseguradas de alrededor de 105.000 millones de dólares (92.000 millones de euros), según las estimaciones publicadas este martes por el Instituto Swiss Re. Esta cifra supone un incremento del 17% con respecto al año pasado y es la cuarta más alta desde 1970. La organización advierte de que es probable que las pérdidas por catástrofes naturales sigan creciendo debido a las consecuencias del cambio cl...

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Heladas invernales, inundaciones, tormentas eléctricas, olas de calor y hasta un gran huracán. Los fenómenos meteorológicos extremos que han tenido lugar en 2021 han provocado unas pérdidas anuales aseguradas de alrededor de 105.000 millones de dólares (92.000 millones de euros), según las estimaciones publicadas este martes por el Instituto Swiss Re. Esta cifra supone un incremento del 17% con respecto al año pasado y es la cuarta más alta desde 1970. La organización advierte de que es probable que las pérdidas por catástrofes naturales sigan creciendo debido a las consecuencias del cambio climático.

Las dos catástrofes naturales que más costes han generado este año se han producido en Estados Unidos. El huracán Ida causó daños asegurados de entre 30.000 y 32.000 millones de dólares (26.000 y 28.000 millones de euros). Por su parte, el balance estimado de las pérdidas de la tormenta invernal Uri es de 15.000 millones de dólares (13.000 millones de euros). Esta borrasca trajo consigo un frío extremo, fuertes nevadas y acumulación de hielo, especialmente en Texas, donde la red eléctrica experimentó múltiples fallos debido a la congelación.

En Europa, fueron las inundaciones de julio en Alemania y Bélgica las que ocasionaron más gastos en daños, hasta 13.000 millones de dólares (más de 11.000 millones de euros) en pérdidas aseguradas. Esta inundación ha sido la catástrofe natural que más dinero ha costado a la región en los últimos 50 años y también la segunda más elevada del mundo, después de la inundación de Tailandia de 2011. Esto indica que la brecha de protección contra las inundaciones sigue siendo muy grande en Europa.

Jérôme Jean Haegeli, economista jefe del Grupo Swiss Re, hace hincapié en la necesidad de realizar más inversiones para reforzar las infraestructuras críticas y mitigar así el impacto de las condiciones meteorológicas extremas. “Las inversiones en infraestructuras apoyan el crecimiento sostenible y la resiliencia, y es necesario aumentarlas. Solo en Estados Unidos, el déficit de inversión en mantenimiento de las infraestructuras críticas y envejecidas es de 500.000 millones de dólares de media al año hasta 2040″, ha afirmado.

Otros riesgos secundarios devastadores en Europa este año han sido las fuertes lluvias de convección del mes de junio, es decir aquellas que se generan por la subida de aire cálido. Tormentas eléctricas, granizo y tornados, además de causar numerosos daños materiales en Alemania, Bélgica, Países Bajos, República Checa y Suiza, provocaron unas pérdidas aseguradas de 4.500 millones de dólares (casi 4.000 millones de euros).

En el otro extremo del espectro climático, Canadá y las zonas adyacentes de Estados Unidos han experimentado temperaturas récord en 2021. Durante los últimos días de junio, una “cúpula de calor” estableció un nuevo récord histórico de temperatura en Canadá de casi 50 °C en una localidad de la Columbia Británica, mientras que en el Valle de la Muerte (California) se ha llegado a alcanzar los 54,4 °C durante una de las múltiples olas de calor en el suroeste de EE UU. El calor extremo ha conllevado a menudo devastadores incendios forestales. Sin embargo, las pérdidas aseguradas asociadas fueron menores que en los últimos años, cuando los incendios afectaron a zonas más pobladas.



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