La caída de visitantes por la pandemia arrastra a Port Aventura a unas pérdidas 43,5 millones en 2020
La crisis sanitaria castiga los resultados del ‘resort’, penalizado por una temporada corta y con aforo restringido
El coronavirus obligó a poner las cuentas de Port Aventura en cuidados intensivos. El resort de ocio de Salou (Tarragona) registró 43,5 millones de euros de pérdidas en 2020 (frente a los 46 millones de beneficios en 2019) y la deuda a largo plazo se multiplicó por seis, saltando desde los 14,5 millones a los 93,7. Los datos del Registro Mercantil a los que ha accedido EL PAÍS revelan que ...
El coronavirus obligó a poner las cuentas de Port Aventura en cuidados intensivos. El resort de ocio de Salou (Tarragona) registró 43,5 millones de euros de pérdidas en 2020 (frente a los 46 millones de beneficios en 2019) y la deuda a largo plazo se multiplicó por seis, saltando desde los 14,5 millones a los 93,7. Los datos del Registro Mercantil a los que ha accedido EL PAÍS revelan que el parque purgó los efectos de la pandemia. En 2019 la cifra de negocios había rebasado los 241 millones. Un año después, tras poder abrir apenas cuatro meses, los ingresos se hundieron hasta los 39 millones.
En 2019 el negocio de parques aportó 159 millones a Paesa Entertainment Holding, la matriz del grupo, mientras que los hoteles aportaron otros 77 millones. Hubo otras partidas menores por valor de 4,7 millones. El año pasado, los parques generaron 23 millones y los hoteles, 13,6. El batacazo llegó en el momento menos esperado: la temporada señalada para la celebración del 25º aniversario de la instalación coincidía, también, con un momento de especial buena forma. En 2019 Port Aventura alcanzó la cifra récord de 5,2 millones de visitantes y cerró el ejercicio con fuertes beneficios.
La dirección del parque confiaba en mantener la inercia para seguir creciendo. Sin embargo, el estallido de la covid-19 condicionó la temporada 2020. Los cierres intermitentes de la instalación, así como los aforos limitados, menguaron el volumen de visitantes y el parque tomó medidas para minimizar daños. Aplicó un ERTE a la plantilla y además recortó un centenar de empleos fijos, hasta quedarse con 1.361 trabajadores. El personal eventual quedó bajo mínimos, apenas 22 trabajadores, de los casi 500 que tenía en 2019. Además, renegoció pagos y plazos con proveedores y paralizó inversiones, excepto aquellas que afectaban al Hotel Colorado Creek, cuyas obras estaban en fase avanzada.
Fuentes del parque señalan que la caída de resultados se enmarca en una temporada que fue negra para el sector turístico, y que se recrudeció en Cataluña por las restricciones impuestas por la Generalitat. Port Aventura tuvo que cerrar sus puertas a mediados de octubre, en plena campaña de Halloween. El cerrojazo fue doblemente doloroso porque, por un lado, impedía aprovechar el último arreón del año, ya que Halloween concentra casi una quinta parte de todo el público anual, y, además, hacía caer en saco roto los más de 4 millones de euros invertidos en medidas de seguridad e higiene antivirus.
“En los días de Halloween 2020 en que el parque estuvo abierto, alcanzamos cifras similares a 2019”, afirman desde la empresa. Las mismas fuentes señalan que “se ha producido una recuperación en V”, con una ocupación hotelera del 82% hasta agosto de este año y una afluencia del 80% en los distintos espacios de atracciones. En el informe de auditoría, responsabilidad de KPMG, se destaca que “la sociedad ha incurrido en pérdidas significativas como consecuencia, fundamentalmente, de la crisis sanitaria”.
El resort solo pudo operar entre el 8 de julio y el 16 de octubre, 107 días, en comparación con los 242 del año anterior. KPMG subraya que la empresa afronta la situación actual con una posición financiera “muy sólida gracias a la cultura de control de costes”. La sociedad cerró 2020 con 57 millones de euros en tesorería y 10 millones de euros en pólizas. En el mes de marzo la compañía dispuso de 50 millones de euros de líneas de crédito y suscribió préstamos ICO habilitados para sortear la pandemia por valor de 58 millones de euros.
La esperanza es que la montaña rusa de dudas e incertidumbres impuesta por la covid haya remitido. “Afrontamos 2022 con perspectivas de crecimiento”, señala una portavoz del parque.