El precio de la luz baja un 6% este sábado, pero sigue por encima de los 110 euros
Agosto ya se ha convertido en el mes con la electricidad más cara de la historia, con una media de 102 euros el megavatio por hora hasta la fecha
El precio de la electricidad en el mercado mayorista afloja ligeramente de cara al fin de semana, pero sigue disparado: este sábado se situará en los 110,14 euros el megavatio por hora (MWh), un descenso de casi el 6% en comparación con la cota marcada de este viernes, en el que se ha alcanzado el segundo máximo histórico con 117,14 euros. Entre los grandes países europeos, que también llevan ...
El precio de la electricidad en el mercado mayorista afloja ligeramente de cara al fin de semana, pero sigue disparado: este sábado se situará en los 110,14 euros el megavatio por hora (MWh), un descenso de casi el 6% en comparación con la cota marcada de este viernes, en el que se ha alcanzado el segundo máximo histórico con 117,14 euros. Entre los grandes países europeos, que también llevan semanas con precios elevados, solo el Reino Unido supera la marca española, con 134,28 euros para este sábado. Le siguen Italia, con 109,23 euros, y Alemania, con 102,18 euros. Según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía, agosto ya es el mes más caro desde siempre, con un promedio mensual en España de 102,67 euros por MWh, por encima de los 92 euros de pasado julio.
La ola de calor, a la que se suman el elevado precio del gas en los mercados internacionales y de los derechos de emisión de CO₂, llevaron el precio de la electricidad en el mercado mayorista a marcar récord tras récord a lo largo de la semana pasada, alimentando la bronca política sobre las soluciones a tomar para rebajar el peso de la factura en el bolsillo del consumidor. El Gobierno ya aprobó a finales de junio una rebaja del IVA del 21% al 10% y la suspensión del impuesto de generación, pero los elevados precios que está marcando el mercado ya se han comido el grueso del ahorro brindado.
Mientras que la oposición pide medidas adicionales para mitigar esta senda alcista, el Ejecutivo defiende que las medidas de corto plazo que podía tomar ya están sobre la mesa y que los cambios estructurales en los que está trabajando para aliviar el peso de la factura ―dos proyectos de ley para limitar los llamados beneficios caídos del cielo para las centrales no emisoras de CO₂ y la creación de un fondo para sacar el coste de las primas a las renovables del recibo― brindarán un ahorro en la factura del 15% en los próximos cinco años.
A la vez, el Gobierno ha lanzado una nueva subasta de 3.300 megavatios (MW) para la asignación de proyectos de energía renovable, la segunda en lo que va de año tras la de enero (3.000 MW). La instalación de más capacidad renovable ―la manera más barata de producir energía junto con la nuclear― pretende rebajar los precios en el medio plazo y así lo apuntan los mercados de futuros, que marcan precios por debajo de los 40 euros a partir de 2026.
Plantas hidroeléctricas
La subida de precios en el mercado mayorista también ha abierto un debate sobre las concesiones de las plantas hidroeléctricas, gestionadas por empresas privadas bajo concesión. Estas centrales suelen marcar precios elevados pese a estar amortizadas y emplear un recurso natural a coste cero como es el agua, ya que pueden elegir desembalsar y participar en la puja del mercado ―todas las plantas se retribuyen al precio que marca la última tecnología que entra en el mercado, que es la más cara―, cuando los precios son más elevados.
El Gobierno ya ha anunciado que estudia la creación de una empresa pública que gestione estas plantas a medida que vayan caducando las concesiones, una vieja propuesta de Unidas Podemos. A la vez, ha abierto varias investigaciones sobre el vaciado de distintos embalses. El jueves, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, confirmó que además de estar en estudio el vaciado del embalse de Ricobayo (Zamora) por parte de Iberdrola hay otros casos en análisis (en el Tajo y Galicia), debido a unos “niveles de explotación” que podrían estar “por encima de lo que sería lo recomendable”.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, calificó la semana pasada de “escandaloso” el vaciado de los embalses de Ricobayo y Valdecañas, gestionados por Iberdrola. “No lo podemos consentir porque no es responsable que se vacíe un embalse en seis semanas para facilitar el turbinaje”, afirmó. La compañía defiende que la gestión de los caudales se ha producido “dentro de los rangos establecidos y con normalidad” y que en ningún momento se ha puesto en riesgo el abastecimiento de agua.