El precio de la luz vuelve a caer mañana pero será el domingo más caro de la historia
La electricidad en el mercado mayorista baja un 4% hasta los 110,02 euros. Oscilará entre los 124,91 euros por MWh a medianoche y los 84,97 euros entre las seis y las ocho de la tarde
A mitad de agosto, con las vacaciones de por medio y en plena ola de calor, el precio de la luz se ha convertido por méritos propios en uno de los temas del verano. Cada día un sobresalto, ya que desde el pasado lunes se han ido batiendo récord históricos hasta el viernes. El sábado hubo un pequeño respiro, pero tan ínfimo que fue el sábado más caro de la historia. Y la historia se repite, con otra tímida bajada que acaba con el domingo más caro d...
A mitad de agosto, con las vacaciones de por medio y en plena ola de calor, el precio de la luz se ha convertido por méritos propios en uno de los temas del verano. Cada día un sobresalto, ya que desde el pasado lunes se han ido batiendo récord históricos hasta el viernes. El sábado hubo un pequeño respiro, pero tan ínfimo que fue el sábado más caro de la historia. Y la historia se repite, con otra tímida bajada que acaba con el domingo más caro de la historia. El precio diario de la electricidad en el mercado mayorista se situará en los 110,02 euros el megavatio-hora (MWh), un 4% por debajo de los 114,63 MWh del día anterior, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).
Por franjas horarias, el precio oscilará entre los 124,91 euros/MWh que costará entre las doce de la noche y la una de la madrugada, y los 84,97 euros que se pagarán entre las seis y las ocho de la tarde. De esta forma, el precio de la energía cae por segundo día consecutivo, pero son unos retrocesos tan mínimos que se mantiene en cotas históricas y marca el domingo más caro jamás registrado en España. De hecho queda muy por encima de los últimos domingos: los dos anteriores de agosto quedaron alrededor de los 80 euros y los de julio entre 80 y 90 euros MWh.
Así, la espiral alcista del precio de la luz se ha detenido momentáneamente durante el fin de semana (suele ocurrir al bajar la actividad laboral), aunque sigue en precios desorbitados. Y ahora queda todo a la espera de lo que ocurra este domingo, cuando se realizará la subasta que marcará el precio para el lunes. Si vuelve a picar al alza, el bolsillo de los consumidores quedará todavía más mermado, lo que recrudecerá la trifulca política e incluso las diferencias en el seno del Gobierno de coalición.
Estas diferencias de opinión y, sobre todo, de cómo encarar el problema se han puesto de manifiesto en la última semana. El ala socialista dio su brazo a torcer con la demanda de Unidas Podemos de la creación de una empresa pública de energía. Una posibilidad que está sobre la mesa del Ejecutivo, según reconoció el jueves la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. Tras esa primera batalla superada, la formación morada redobla su presión y reclama ahora a la parte socialista del Gobierno que tire de la vía del decreto ley para poner en marcha de inmediato algunas medidas ya anunciadas para reducir las bonificaciones a las eléctricas. La oposición, por su parte, aprieta también y exige cambios que palíen la subida del recibo de la luz.
Los elevados incrementos del precio de la energía de esta semana afectan de forma directa a los consumidores que están en el mercado regulado por el Estado, conocido como PVPC (hay 10,6 millones que se rigen por este sistema). Aunque el resto, unos 16,2 millones de clientes que están en el mercado libre, también acabarán pagando estas alzas. El motivo es que las ofertas con precios fijos que realizan las comercializadoras se marcan en función de la evolución del mercado mayorista. Es decir, antes o después, todos lo terminarán pagando.
Mientras tanto, los ciudadanos, especialmente los hogares más vulnerables, tratan de capear el temporal como pueden y reducen su consumo en la medida de lo posible. Incluso los grandes centros comerciales se han convertido en el refugio de muchos que prefieren pasar allí las horas de más calor con la ayuda del aire acondicionado que pagan los comercios. Medidas ingeniosas para sortear una tormenta perfecta que todavía no ha terminado. Según los expertos, seguirán los precios altos unos meses más por la apreciación del gas en los mercados internacionales —está en torno a los 45 euros MWh— y al coste del CO₂, que no hace más que aumentar —ya supera los 55 euros la tonelada—.