¿Por qué baja la rentabilidad de la deuda?

Factores como una mayor tasa de crecimiento o la aprobación del plan de infraestructuras en EE UU podrían revertir la tendencia de los tipos de interés

El presidente de la Fed, Jerome Powell, en una comparecencia en el Senado de EE UU, el pasado 15 de julio.NICHOLAS KAMM (AFP)

Los mercados financieros mundiales comenzaron el año en tono positivo. El avance de la vacunación contra la pandemia, el apoyo de los bancos centrales, junto con los planes de estímulos fiscales previstos en Europa y Estados Unidos, lograron impulsar las expectativas de recuperación económica. Todo ello, favoreció un trasvase de flujos desde el mercado de renta fija al de renta variable. Así, las Bolsas y las rentabilidades de la deuda registraron subidas importantes hasta mayo. Desde entonces, los principales mercados bursátiles...

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Los mercados financieros mundiales comenzaron el año en tono positivo. El avance de la vacunación contra la pandemia, el apoyo de los bancos centrales, junto con los planes de estímulos fiscales previstos en Europa y Estados Unidos, lograron impulsar las expectativas de recuperación económica. Todo ello, favoreció un trasvase de flujos desde el mercado de renta fija al de renta variable. Así, las Bolsas y las rentabilidades de la deuda registraron subidas importantes hasta mayo. Desde entonces, los principales mercados bursátiles han seguido subiendo, pero las rentabilidades de la deuda han revertido su tendencia.

Un factor que puede explicar parte de la caída de las rentabilidades es la moderación de las expectativas de inflación implícitas en el mercado de deuda, a medida que cala la idea de que el repunte de experimentado por los precios es transitorio. Otro elemento pudiera ser la preocupación por la desaceleración del crecimiento, bien porque el ciclo haya tocado techo o por el riesgo que supone la variante delta. En todo caso, los niveles de tipos de interés parecen excesivamente bajos si tenemos en cuenta que el consenso de analistas estima crecimientos robustos para el país norteamericano del 6,5% interanual este año y del 4,2% en 2022, y del 4,6% y 4,3% respectivamente para la zona euro.

Además, las nuevas variantes de la covid-19 han tenido impactos cada vez menores en el PIB, y no parece que vaya a ser diferente esta vez. Tampoco hay que descartar el efecto compresor sobre las rentabilidades derivado del programa de compras de bonos de la Reserva Federal estadounidense (Fed) en un contexto de menores volúmenes de emisión de deuda, como resultado de la positiva evolución de los ingresos fiscales y el retraso en la aprobación del plan de infraestructuras de Estados Unidos promovido por Joe Bide. Un motor importante del descenso de las rentabilidades de largo plazo de al deuda pública también ha sido el adelanto de las expectativas de subida de tipos de interés de política monetaria tras la reunión de la Fed de junio, que contribuyó a frenar las expectativas de inflación. No obstante, en alguna medida además contribuyen los cambios en la estrategia de política monetaria de la Fed y del Banco Central Europeo (BCE), que implican unos objetivos de estabilidad de precios algo más altos que los anteriores y apuntan a un ciclo de subidas de tipos más lento.

En general, hay varias razones que explicarían buena parte de la caída de tipos de interés. Los factores que la podrían revertir serían: la aprobación del plan de infraestructuras en Estados Unidos, el anuncio de la reducción del programa de compra de activos de la Fed, así como la consolidación de las buenas perspectivas de crecimiento a los dos lados del Atlántico.

Cristina Varela, de BBVA Reseach

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