El precio del aceite se dispara en el campo y el sector deja atrás la crisis
La gran distribución está manteniendo los precios solo con ligeras subidas, con lo que se especula sobre la posibilidad de que haya venta a pérdidas
Las cotizaciones del aceite de oliva desde el inicio de la campaña el pasado mes de octubre han registrado un incremento medio superior al 50% en todas sus categorías, para acercarse a las cifras récord de 2015. Tras varias campañas de precios hundidos, el sector deja atrás la crisis en la que estaba inmerso en los últimos cuatro años, apoyado fundamentalmente por una cosecha inferior a las previsiones y un aumento de la demanda.
En el inicio de esta campaña el pasado otoño, los precios del aceite de oliva virgen extr...
Las cotizaciones del aceite de oliva desde el inicio de la campaña el pasado mes de octubre han registrado un incremento medio superior al 50% en todas sus categorías, para acercarse a las cifras récord de 2015. Tras varias campañas de precios hundidos, el sector deja atrás la crisis en la que estaba inmerso en los últimos cuatro años, apoyado fundamentalmente por una cosecha inferior a las previsiones y un aumento de la demanda.
En el inicio de esta campaña el pasado otoño, los precios del aceite de oliva virgen extra se situaban en 2,1 euros, para llegar en la última semana de abril a superar los 3,3 euros por kilo, y en línea ascendente. En el aceite virgen los precios pasaron en el mismo período de 2 euros a 3,2 y los lampantes, o aceites de peor calidad, de 1,8 a 3,1 euros, frente a unos costes medios de producción, según datos de Agricultura, de 2,77 euros kilo.
La gran distribución está manteniendo los precios solo con ligeras subidas, con lo que en medios del sector se especula sobre la posibilidad de que haya venta a pérdidas en la batalla por ganar cuota de mercado.
El motivo de la subida es que, frente a unas expectativas de producción 1,6 millones de toneladas, la cosecha no llegó a 1,4 millones y la floración de cara a la próxima campaña no ha sido buena. A esta situación se suma una cosecha a la baja en Túnez, que pasaría de 400.000 a solo 120.000 toneladas, otras 250.000 toneladas en Grecia y una cifra similar en Italia, donde siempre existen dudas sobre sus producciones reales.
Ante esta situación, el Ministerio de Agricultura dejó aparcadas las medidas recogidas en su hoja de ruta en defensa del olivar, donde contemplaba la retirada del producto para otros usos no alimentarios, la cosecha en verde, la limitación de la producción de aceituna por hectárea o de los rendimientos en almazara.
Los datos del primer trimestre del año señalan un incremento en las ventas al exterior del 9%. A diferencia del ejercicio anterior, cuando una parte de la exportación se hizo con aceite importado para evitar los aranceles impuestos por Estados Unidos, este año la suspensión de los mismos hasta julio supone la posibilidad de exportar más aceite de origen nacional.
Exportaciones
Al margen de las más de 300.000 toneladas de graneles para el mercado italiano, se espera una vuelta a la normalidad en los intercambios con Estados Unidos, con ventas de unas 150.000 toneladas, a las que se suman los aumentos de las ventas a Latinoamérica, Asia y a países socios de la UE como Francia o Reino Unido.
En el mercado interior, los datos de la patronal de los envasadores, que aglutina al 70% del sector, señalan una estabilización e incluso un ligero recorte del 1,4% en la demanda. Sin embargo, las ventas oficiales registradas por la Agencia para la Información y el Control de la Cadena Alimentaria señalan un incremento del 8%, pasando en lo que va de campaña de 285.00 a 306.000 toneladas. Al inicio de esta temporada, las existencias ascendían a 491.000 toneladas.