El cierre del canal de Suez por el buque atascado amenaza con lastrar el comercio global durante semanas
El fracaso de las operaciones para desencallar el ‘Ever Given’ alarga el bloqueo de una ruta marítima fundamental
La Autoridad del Canal de Suez anunció este jueves la suspensión de la navegación a través de la estratégica vía marítima que conecta el mar Rojo con el Mediterráneo hasta que se consiga reflotar el buque portacontenedores Ever Given, encallado desde el martes en su extremo sur. Ante la falta de avances en la ope...
La Autoridad del Canal de Suez anunció este jueves la suspensión de la navegación a través de la estratégica vía marítima que conecta el mar Rojo con el Mediterráneo hasta que se consiga reflotar el buque portacontenedores Ever Given, encallado desde el martes en su extremo sur. Ante la falta de avances en la operación para remolcar el barco, de la naviera Evergreen y uno de los más grandes del mundo, el sector se prepara para un cierre prolongado, que podría durar semanas. Este bloqueo amenaza con lastrar las cadenas de suministro del comercio global. Dos de las mayores navieras del transporte de contenedores del mundo, la danesa Moller-Maersk y la alemana Hapag-Lloyd, estudian desviar sus barcos a través de la ruta africana para evitar el cuello de botella.
Las cadenas de suministro del mundo ya habían sufrido un duro golpe con la crisis del coronavirus. Ahora, el bloqueo en el canal de Suez, una de las principales arterias del transporte marítimo mundial, supone un nuevo golpe para el comercio global. El anuncio de la suspensión se produjo poco después de que se reanudara la operación para desencallar el megabuque, que con sus 400 metros de eslora mantiene la circulación bloqueada en ambas direcciones después de un accidente provocado por el mal tiempo y la falta de visibilidad. Hasta ahora, todos los intentos para que el Ever Given vuelva a navegar han fracasado.
El tráfico marítimo diario a través del canal de Suez tiene un valor de unos 9.600 millones de dólares (8.150 millones de euros), según una primera estimación elaborada por Lloyd’s List Intelligence. Según esta empresa especializada en información sobre comercio marítimo, el tráfico hacia occidente tiene un valor de 5.100 millones de dólares diarios, mientras que el tráfico en sentido opuesto mueve alrededor de 4.500 millones de dólares. La compañía también estima que las mercancías en contenedores representan en torno al 26% del tráfico a través del canal, por lo que ya anticipa que los retrasos tendrán un valor “significativo”.
Al igual que empiezan a hacer gigantes como Moller-Maersk, el resto de navieras deberán decidir si confían en que el Ever Given va a ser rápidamente desencallado o bien desviarse y tomar la ruta alternativa alrededor del Cabo de Buena Esperanza, anota Lars Jensen, director ejecutivo de una consultora del sector del transporte de contenedores. Según Jensen, esta última posibilidad toma alrededor de una semana más que la ruta de Suez. Cuanto más tiempo permanezca cerrado el canal, mayor va a ser la cola de buques que esperan poder cruzarlo, creando retrasos adicionales incluso cuando se reanude el tráfico. Una desviación de la ruta también tendría implicaciones financieras para Egipto, ya que la infraestructura representa una de sus principales fuentes de divisa extranjera.
“Como una enorme ballena varada”
Todavía no está claro cuánto tiempo más se va a necesitar para desencallar el buque, pero el jefe de una empresa especializada en salvamento que se ha sumado a la operación barajó la posibilidad de que “pueda llevar semanas” en una entrevista con una cadena de televisión holandesa. “Es como una enorme ballena varada. Es un peso enorme”, ha ilustrado Peter Berdowski, director general de la compañía Boskalis, que no descarta tampoco que haga falta retirar contenedores del barco.
El tráfico de buques va aumentando a medida que avanzan las horas. En la mañana del jueves, 70 buques permanecían detenidos en la parte sur del canal y otros 86 más hacia el norte, a la espera de retomar la circulación, según informa Leth Agencies, un proveedor de servicios para la industria marítima mundial. De los últimos, 34 se encuentran anclados en un gran lago a mitad del canal. Lloyd’s List Intelligence eleva la cifra total hasta los 200 barcos.
En la zona del Ever Given hay al menos siete remolcadores empujando el buque desde ambos lados para intentar ponerlo a flote, según muestran los mapas en vivo de los rastreadores de tráfico marítimo. Además, al menos dos dragas trabajan para sacar arena y barro de la parte de la pared del canal contra la que se ha quedado encallado el barco, según Leth Agencies, aunque hasta ahora no lo han podido mover, según confirma un portavoz de la Autoridad del Canal a EL PAÍS.
Entre los buques en la cola se encuentran al menos también 10 petroleros que transportan unos 13 millones de barriles de crudo procedentes de Oriente Medio, según la compañía de inteligencia energética Vortexa. Además, la empresa ha localizado otros nueve buques que llevan productos ligeros del petróleo y biodiésel cerca de la ciudad de Suez, en el sur.
Compañías y expertos del sector señalan que si las autoridades egipcias logran desencallar el buque y que se retome la circulación rápido, algo que cada vez parece menos probable, se podría evitar una interrupción importante en la cadena de suministro. Pero ya contemplan escenarios más adversos.
La empresa propietaria del buque, la japonesa Shoei Kisen Kaisha, especializada en el arrendamiento de buques, se ha disculpado este jueves en un comunicado por la “gran preocupación” que ha causado a los barcos que tenían previsto cruzar el canal y a todas las partes implicadas. La compañía también ha asegurado que están cooperando en la operación para reflotar el barco, pero han admitido que la situación es “extremadamente difícil”.