Ascensor social
Si España fuera un país más meritocrático y con mejor igualdad de oportunidades la tasa de paro sería menor, los salarios mayores y tendríamos más recursos públicos y menos deuda
En el último informe de Desarrollo Humano del PNUD se destacaba la brecha digital como variable clave para explicar la pobreza y la desigualdad. La previsión es que la pandemia provocará este año el primer retroceso del índice en tres décadas y retrocederá hasta niveles de 2015. El virus se ha cebado con los mayores y también con los países más atrasados digitalmente. Los países más avanzados en innovación y que hacen rastreos digitales y confinamientos selectivos de los infectados son los qu...
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En el último informe de Desarrollo Humano del PNUD se destacaba la brecha digital como variable clave para explicar la pobreza y la desigualdad. La previsión es que la pandemia provocará este año el primer retroceso del índice en tres décadas y retrocederá hasta niveles de 2015. El virus se ha cebado con los mayores y también con los países más atrasados digitalmente. Los países más avanzados en innovación y que hacen rastreos digitales y confinamientos selectivos de los infectados son los que menor caída del PIB y del empleo tendrán este año.
España es un país atrasado en transformación digital. Ya hacemos test masivos pero con rastreos analógicos y de nuevo la curva de infectados ha vuelto a repuntar exponencialmente, especialmente en Cataluña. Ya se permite la llegada de turistas y se está probando una aplicación para los móviles de rastreo de Indra en la Gomera, cinco meses después de empezar la pandemia. Aún no tenemos información de ese proyecto y no sabemos cuándo los ciudadanos podremos descargar esa aplicación, como ha pasado en Alemania.
Por eso es tan importante alabar y aplaudir la iniciativa de la Fundación Felipe González y Cotec con su Atlas de Oportunidades presentada esta semana. Con datos de la agencia tributaria de declaraciones de la renta de 1998 y 2016 han estudiado si la renta de los padres condiciona la renta de los hijos. Sin duda la mejor base de datos de nuestro país, junto con la de la Seguridad Social, que esperemos sea el inicio de muchos más proyectos similares que nos permitan cerrar la brecha digital con los países más desarrollados que tienen menor desempleo y mayor renta por habitante. Los datos son totalmente anonimizados y los investigadores desconocen el nombre y la identidad de los mismos.
En 2016 la mayoría de jóvenes de familias con menor renta en 1998 seguían en los percentiles bajos de renta. No obstante, la mayoría se situaba en percentiles mayores que los de sus padres, por tanto, algo de ascensor social ha existido. No obstante, hay muchas variables más para estudiar y serán necesarios más estudios posteriores para afinar menor el análisis de los datos. Y, sobre todo, encontrar las causas de los problemas para diseñar mejor las políticas públicas para resolverlos.
Las familias más pobres no presentan la declaración de la renta y están fuera del estudio. Y las migraciones internas y externas han cambiado mucho la realidad de nuestro país. La población joven y su localización geográfica en 1998 tienen muy poco que ver con la actual.
Si España fuera un país más meritocrático y con mejor igualdad de oportunidades nuestra tasa de paro sería infinitamente menor, nuestros salarios mayores y tendríamos más recursos públicos y menos deuda pública sin necesidad de pagar tipos impositivos más altos. Para conseguir ese objetivo hay que potenciar tres políticas: educación, educación y educación. Para nuestros jóvenes y para nuestros parados que necesitan mejorar y actualizar sus habilidades para aumentar sus probabilidades de encontrar un empleo cuanto antes.