Opinión

España: resiliente y vulnerable

Rajoy en 2015 dijo que ya era posible bajar impuestos y ha aumentado la deuda pública en 100.000 millones desde entonces

El presidente del PP, Pablo Casado, esta semana en un acto electoral en Almería. Carlos Barba (EFE)

En los años ochenta y noventa, la correlación cíclica de la economía española con sus socios europeos era muy elevada, aunque la volatilidad del empleo también. Pero desde el nacimiento del euro, la economía española se desacopló de la recesión europea en el año 2000 y de nuevo se ha vuelto a desacoplar en 2018.

Con Francia y Alemania estancadas e Italia en recesión, España creció el 0,6% en el cuarto trimestre. En ...

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En los años ochenta y noventa, la correlación cíclica de la economía española con sus socios europeos era muy elevada, aunque la volatilidad del empleo también. Pero desde el nacimiento del euro, la economía española se desacopló de la recesión europea en el año 2000 y de nuevo se ha vuelto a desacoplar en 2018.

Con Francia y Alemania estancadas e Italia en recesión, España creció el 0,6% en el cuarto trimestre. En el primer trimestre, eliminando el efecto estacional y calendario, ha aumentado el empleo, según la afiliación a la Seguridad Social, en 130.000 personas. En el cuarto trimestre fueron 170.000, por lo que la economía se ha desacelerado, pero es muy resiliente.

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Pero la composición del PIB recuerda a la burbuja que fue la causa de la peor crisis en 80 años. Las exportaciones están estancadas desde marzo de 2018, y la inversión en equipo, que ha recuperado niveles de 2008, cayó con fuerza en el cuarto trimestre. Según la Central de Balances del Banco de España, la rentabilidad del capital de las empresas es muy superior al coste de financiación y favorece la inversión. Las compañías en 2007 eran adictas al crédito con unas necesidades de financiación de 85.000 millones, y en 2018 tuvieron un exceso de financiación de 32.000 millones. Por tanto, son los espíritus animales que denominó Keynes y las dudas sobre el futuro lo que les lleva a no invertir.

Las familias, por el contrario, tuvieron necesidades de financiación de 15.000 millones en 2018. Lejos aún de los 57.000 millones de 2007, pero aumentan 10.000 cada año sus necesidades de financiación desde 2014. Con la tasa de ahorro en mínimos históricos pronto volverá el déficit exterior.

La señal más preocupante es que la productividad por trabajador cayó en el último trimestre de 2018 y lleva casi estancada desde 2014. Desde 1995, la productividad total de los factores de la economía española ha caído un 10%, mientras que en Alemania y EE UU ha crecido un 10%. De los dragones asiáticos mejor no hablar, para no deprimirnos demasiado. Esta es la variable que los economistas enseñamos que determina la riqueza de las naciones.

Nuestra deuda exterior sigue siendo similar a la de 2007, aunque ahora el principal problema es la deuda pública. El Estado debe emitir 220.000 millones cada año, unos 5.000 millones al mes, y dispone de una reserva en el Banco de España para unas cinco semanas. El FMI advierte que la economía mundial sigue ralentizándose, la recesión en EE UU está próxima, el Brexit, la deuda mundial por encima de 2007 y, de nuevo, exuberancia irracional en los mercados.

Rajoy en 2015 dijo que ya era posible bajar impuestos y ha aumentado la deuda pública en 100.000 millones desde entonces. Casado, Rivera y Abascal prometen nuevas bajadas de impuestos. Y Sánchez e Iglesias prometen recuperar el Estado de bienestar de 2007 con otra burbuja inmobiliaria en marcha. España es un pequeño cascarón en un océano global que de nuevo amenaza tormenta y de nuevo nos pilla en campaña electoral. Veremos.

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