DEFENSA Y EXTERIORES

El gasto en Defensa se congela pese al compromiso con la OTAN

La ayuda al desarrollo crece un 20% pero no recupera el nivel previo a la crisis

España tendrá muy difícil llegar al 2% del PIB en gasto militar en 2024, tal como establece el objetivo fijado por la OTAN, y ni siquiera al 1,53% al que se ha comprometido con sus aliados. El proyecto de presupuesto para este año presentado por el Gobierno destina 8.863 millones al Ministerio de Defensa, un 1,5% más que en 2018, lo que supone una congelación en términos reales y una reducción de su peso respecto al PIB (0,92% el año pasado).

Por el contrario, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio secreto que ha pasado a depender de Defensa, aumenta su presupuesto en un ...

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España tendrá muy difícil llegar al 2% del PIB en gasto militar en 2024, tal como establece el objetivo fijado por la OTAN, y ni siquiera al 1,53% al que se ha comprometido con sus aliados. El proyecto de presupuesto para este año presentado por el Gobierno destina 8.863 millones al Ministerio de Defensa, un 1,5% más que en 2018, lo que supone una congelación en términos reales y una reducción de su peso respecto al PIB (0,92% el año pasado).

Por el contrario, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el servicio secreto que ha pasado a depender de Defensa, aumenta su presupuesto en un 4,8%, hasta los 296 millones, 14 más que el año pasado. De esta cifra, 197,5 corresponden a gastos de personal y 19,8 a fondos reservados, una cifra que se mantiene invariable desde 2013. Tres ministerios (Defensa, Interior y Exteriores) disondrán en total de 27,8 millones en gastos reservados, la misma cantidad que en 2018.

Si al presupuesto Defensa se le resta la partida del CNI, que el año pasado figuraba en el Ministerio de Presidencia, este departamento contará con 168 millones menos. La mayor parte de su gasto lo destinará a personal (4.608 millones),  aunque no está previsto ningún incremento retributivo más allá del común a todos los funcionarios. La cifra total de soldados y marineros se mantiene en 79.000. El departamento que dirige Margarita Robles pondrá en marcha un plan de choque para mejorar los acuartelamientos y las condiciones de vida de los soldados.

La partida de inversiones reales asciende a 2.648 millones, pero el 75% de esta cifra se destina a los Programas Especiales de Armamento (PEAS) ya comprometidos, por lo que el resto de las inversiones militares se reducen en un 6.9%. Los tres organismos autónomos dependientes de Defensa (Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, Instituto de Técnica Aeroespacial e Instituto de la Vivienda de Defensa) mantienen su presupuesto (1.183 millones en total), aunque el segundo destina ocho millones más a personal. Defensa cuenta con una partida de 331 millones para las operaciones en el exterior, aunque ya está previsto que se amplíe para su sufragar su coste real, que ronda los 1.000 millones anuales.

Por el contrario, el presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación crece un 2,6%, hasta los 1.213 millones de euros. La política de ayuda al desarrollo recibirá 664  millones (109 millones más que el año pasado), lo que supone un incremento del 19,7%, para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible de la ONU.

La Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) dispondrá de 366 millones (un aumento del 12,2%), a los que se suman 435 millones en créditos del Fondo para la Promición del Desarrollo (FONPRODE) y 80 millones del Fondo del Agua. Aun así, la cooperación española tardará años en recuperarse del recorte del 80% de sus fondos que sufrió durante la crisis, cuando pasó de casi 3.000 millones a 500. La Marca España (rebautizada como España Global), que hasta ahora no tenía presupuesto, dispondrá de un millón de euros.

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