Latinoamérica: años prósperos, pero hay que fortalecer las cuentas públicas

La región va a crecer más este año y en 2019, pero debe reducir el endeudamiento para garantizar los avances sociales de principios de siglo

La economía de Latinoamérica mejora este año.Banco Mundial

Las buenas noticias para Latinoamérica empiezan con el número 2.

El pronóstico de crecimiento económico para este y el próximo año –excluyendo las cifras de Venezuela– ronda entre el 2,6% y 2,8%, respectivamente, lo cual es un salto cuantitativo, tras seis años de estancamiento y uno de escaso crecimiento.

Los países de la región muestran ahora perspectivas robustas que sientan las bases para un largo plazo con menos endeudamiento (causado por esa recesión) y la continuación de la gran transformación social de principios del siglo (detenida por esa recesión), cuando millones sali...

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Las buenas noticias para Latinoamérica empiezan con el número 2.

El pronóstico de crecimiento económico para este y el próximo año –excluyendo las cifras de Venezuela– ronda entre el 2,6% y 2,8%, respectivamente, lo cual es un salto cuantitativo, tras seis años de estancamiento y uno de escaso crecimiento.

Los países de la región muestran ahora perspectivas robustas que sientan las bases para un largo plazo con menos endeudamiento (causado por esa recesión) y la continuación de la gran transformación social de principios del siglo (detenida por esa recesión), cuando millones salieron de la pobreza.

Pero en medio de estas buenas noticias hay una nota de cautela, según advierte el informe semestral de la oficina del economista jefe para América Latina y el Caribe, que evalúa el desarrollo de la región.

En su informe Ajuste fiscal en América Latina y el Caribe: ¿Costos en el corto plazo, beneficios en el largo?, el economista jefe Carlos Végh advierte de que la mayoría de países de la región tiene un nivel de deuda insostenible –más del 60% del PIB– por lo cual es necesario hacer ajustes fiscales.

“Los persistentes déficits y altos niveles de endeudamiento pueden poner en riesgo los logros alcanzados en las últimas décadas, como la baja inflación, la reducción de la pobreza y la desigualdad y la generación de crecimiento inclusivo”, dice Végh.

Estos ajustes deben ser graduales no súbitos para evitar shocks y desestabilizaciones, como nos cuenta Végh en la siguiente entrevista: 

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