Análisis

Economía intangible

El gran problema de la economía española es la baja cantidad y calidad del capital tecnológico privado

Un camarero trabaja en una terraza en Valencia.EFE

La productividad por ocupado en España está próxima al promedio de la eurozona, aunque en España trabajamos más horas y la productividad por hora es aún inferior. No obstante, la productividad de un trabajador irlandés es un 80% superior a la de un español; la de un francés un 40% más; y la de un alemán o un italiano es un 15% mayor.

España ha hecho un enorme esfuerzo inversor desde 1975. ...

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La productividad por ocupado en España está próxima al promedio de la eurozona, aunque en España trabajamos más horas y la productividad por hora es aún inferior. No obstante, la productividad de un trabajador irlandés es un 80% superior a la de un español; la de un francés un 40% más; y la de un alemán o un italiano es un 15% mayor.

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España ha hecho un enorme esfuerzo inversor desde 1975. Cuando murió Franco, el stock de capital físico público por trabajador, principalmente infraestructuras, era tan solo un 35% que en Europa. Hoy hemos convergido. El stock de capital privado por trabajador era un 15% inferior al promedio europeo y ahora es un 10% superior a la media. La inversión pública y privada debe continuar, pero no es una gran limitación al desarrollo.

En stock de capital humano sobre PIB también estamos próximos al promedio de la eurozona, aunque alejado aún de los países con mayor renta con los que nos deberíamos comparar. El stock de capital tecnológico sobre PIB cuando murió Franco era el 15% del europeo, impropio de un país de la OCDE. Hemos subido hasta el 60%, pero sigue siendo el gran reto. El gasto en I+D público sobre PIB es el 75% del promedio europeo, pero el privado es inferior al 50%.

Aunque aún hay margen para recuperar los recortes en I+D+i y la intervención pública en tecnología, el principal problema de la economía española es la baja cantidad y calidad del capital tecnológico privado. Los economistas hemos empezado a medir la inversión en intangibles a pesar de su dificultad, ya que se desarrolla dentro de las empresas y no hay transacciones y precios de mercado para valorarla.

En España, medida sobre PIB, la inversión en intangibles es la mitad que en EE UU, Francia o los países nórdicos y un 25% inferior que en Alemania. Economía digital, bases y análisis de datos, I+D, registro de patentes, propiedad intelectual, derechos de autor y diseño es donde tradicionalmente la economía de los intangibles ha puesto el foco.

Las nuevas líneas de investigación se centran en la gestión de las empresas del valor de su marca, de su notoriedad y reputación, investigación y posicionamiento de mercado, formación e inversión en capital humano, gobierno corporativo, formación y calidad de los empresarios.

Una minoría de empresas españolas gestiona eficientemente sus intangibles y concentra la mayor parte de la inversión. Pero la mayoría de las empresas son muy ineficientes en la gestión de sus intangibles y lo más preocupante es que van arrastrando los pies en la era de la tecnología global.

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