El Tesoro cierra una subasta con tipos negativos récord
Los inversores pagan 2.560 millones en letras a tres y nueve meses
Una vez más, los inversores han vuelto a pagar por prestar su dinero al Tesoro español, en lugar de cobrar un interés por comprar deuda pública. La anomalía económica que suponen los tipos negativos se reprodujo el martes en la subasta del Tesoro de letras a tres y nueve meses. Los tipos de interés marginales de esta última operación marcaron un nuevo mínimo histórico, según los datos del Banco de España.
Los tipos negativos para la deuda pública española comenzaron a aparecer a mediados de 2...
Una vez más, los inversores han vuelto a pagar por prestar su dinero al Tesoro español, en lugar de cobrar un interés por comprar deuda pública. La anomalía económica que suponen los tipos negativos se reprodujo el martes en la subasta del Tesoro de letras a tres y nueve meses. Los tipos de interés marginales de esta última operación marcaron un nuevo mínimo histórico, según los datos del Banco de España.
Los tipos negativos para la deuda pública española comenzaron a aparecer a mediados de 2015, generados por la política de dinero ultrabarato del Banco Central Europeo (BCE).
El Tesoro colocó el martes 2.560 millones de euros. El mínimo histórico en los tipos corresponde a la subasta de 1.950 millones en letras a nueve meses, por la que los inversores pagaron un interés marginal negativo del -0,4%. La anterior cita similar se cerró con un tipo del -0,387%. La otra adjudicación de la jornada, 610 millones en letras a seis meses, aportó unos tipos también negativos, del -0,44%, pero ligeramente superiores a los de la subasta anterior del mismo plazo, celebrada el pasado 18 de julio, en la que el tipo marginal cayó hasta el -0,48%.
Alta demanda
El Tesoro se había marcado un objetivo que iba del mínimo de 2.000 millones al máximo de 3.000. Pero la demanda, de 6.738 millones, excedió por mucho esa horquilla, síntoma de que el mercado da por hecho que los tipos negativos van a continuar durante un tiempo, al menos hasta que el BCE comience a retirar los estímulos monetarios el próximo año.
El discurso que el próximo viernes pronunciará el presidente del BCE, Mario Draghi, en Jackson Hole (EE UU) era esperado por el mercado con la esperanza de que allí podía enviar una señal sobre el calendario con el que trabaja el banquero italiano. Pero el Eurobanco ha rebajado las expectativas en los últimos días al hacer saber que Draghi no adelantará sus movimientos en esta tradicional reunión que los banqueros centrales celebran cada año en las montañas de Wyoming. Para conocer los planes del BCE, habrá que esperar al próximo otoño.