El petróleo barato dispara el volumen de deuda de más riesgo en los emergentes

"Las turbulencias de este año recuerdan que el trabajo está por terminar”, advierte Viñals

Vista exterior de la sede del Fondo Monetario Internacional en Washington. EFE/Archivo

La caída del precio del petróleo ha creado un problema para las empresas productoras, a la que los bancos no les han bajado los intereses de las deudas que tienen que pagar y eso ha elevado la bolsa de créditos de riesgo sobre todo en los países emergentes. El informe de estabilidad financiera del Fondo Monetario Internacional, presentado este miércoles en Washington, alerta de que la deuda de empresas con poca capacidad para pagarla ha alcanzado los 650.000 millones de dóla...

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La caída del precio del petróleo ha creado un problema para las empresas productoras, a la que los bancos no les han bajado los intereses de las deudas que tienen que pagar y eso ha elevado la bolsa de créditos de riesgo sobre todo en los países emergentes. El informe de estabilidad financiera del Fondo Monetario Internacional, presentado este miércoles en Washington, alerta de que la deuda de empresas con poca capacidad para pagarla ha alcanzado los 650.000 millones de dólares, lo que supone un 12% del todo el pasivo corporativo de compañías cotizadas en dichos mercados.

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Además de los riesgos de un petróleo demasiado barato, la transición de China hacia un modelo de crecimiento más sostenible ha aumentado los efectos de contagio en los mercados, el apetito por el riesgo ha menguado y las condiciones financieras se han complicado.

“La conclusión principal del presente informe es que se requieren medidas adicionales que den paso a una combinación de políticas más equilibrada y potente para mejorar las perspectivas de crecimiento e inflación y para conseguir la estabilidad financiera. De no ser así, es posible que reaparezca la turbulencia en los mercados”, dice el Fondo.

Lo que acompaña a esas turbulencias suele ser un encarecimiento del la financiación, una pérdida de confianza y ese círculo vicioso entre bajo crecimiento, baja inflación y un peso relativo de las deuda cada vez más elevado.

El Fondo ha calculado que si el avance económico sigue a la baja y se produce un estancamiento financiero, el crecimiento mundial perdería cuatro puntos porcentuales hasta 2021 sobre el que sería el escenario base, es decir, el previsto, sin situaciones extraordinarias.

En la zona euro, el Fondo vuelve a señalar con el dedo el problema del volumen de créditos morosos y también los problemas de rentabilidad de muchas entidades, ya que si el sector no es lo bastante fuerte, no será capaz de prestar dinero, el riego sanguíneo de la economía. Ahora el mayor foco de preocupación está en la banca italiana. “No se puede seguir aplazando una resolución más completa de los problemas de los bancos europeos”, apunta el organismo con sede en Washington.

Alrededor de un 15% de los bancos de las economías avanzadas, según el FMI, tiene problemas para lograr una rentabilidad sostenible y necesita reformas de su modelo de negocio.

El responsable del departamento financiero del FMI, José Viñals (ex vicegobernador del Banco de España), defendió la necesidad de un “enfoque global” en las políticas económicas para hacer frente a los riesgos. “Las turbulencias del mercado de principios de este año suponen un gran recordatorio de que el trabajo está por terminar”, recalca.

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