Cautela en Holanda ante la factura comunitaria del posible rescate español

El mayor temor de Países Bajos es que las pérdidas acaben alcanzando su bolsillo de contribuyente

El primer ministro de Holanda, Mark Rutte.ANTONIO COTRIM (EFE)

Jan Hommen, director ejecutivo del banco holandés ING, ha sido el primero en airear sus temores ante el posible rescate bancario de España. “Madrid tiene que pedir ayuda lo antes posible. Su economía es mayor que la griega y también lo serán las consecuencias si algo fuera mal”, ha dicho, en una reunión de grandes bancos celebrada en Dinamarca. ING suma en estos momentos en España unos 45.000 millones de euros en préstamos e hipotecas. La cifra es abultada, y confirmaría la imagen de solvencia dada hoy por las entidades del norte de Europa. “Allí...

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Jan Hommen, director ejecutivo del banco holandés ING, ha sido el primero en airear sus temores ante el posible rescate bancario de España. “Madrid tiene que pedir ayuda lo antes posible. Su economía es mayor que la griega y también lo serán las consecuencias si algo fuera mal”, ha dicho, en una reunión de grandes bancos celebrada en Dinamarca. ING suma en estos momentos en España unos 45.000 millones de euros en préstamos e hipotecas. La cifra es abultada, y confirmaría la imagen de solvencia dada hoy por las entidades del norte de Europa. “Allí han ido a parar, en masa, los ahorros españoles en los últimos meses”, según los analistas financieros holandeses.

Horas antes de que se hablara del rescate, Mark Rutte, primer ministro liberal, se reunió en Madrid con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. “El Ejecutivo español ataca la crisis de forma adecuada y no teme tomar medidas drásticas para reducir el déficit”, declaró. En Holanda, entretanto, la prensa financiera explica sin rodeos la situación española. “Es insostenible por culpa de la burbuja hinchada por la construcción, las hipotecas y los préstamos de los bancos. Un trío reventado después por la crisis, la recesión y el paro”, señala el rotativo De Volkskrant. Luego añade: “El rescate dará un respiro, pero las razones de la crisis son profundas. Falta competitividad, el desempleo es tremendo y las regiones gastan demasiado”. El mayor temor de los holandeses es que las pérdidas españolas acaben alcanzando su propio bolsillo de contribuyente, a través de los fondos comunitarios de emergencia.

Mientras se aclara la situación, el Gobierno de centro derecha (dimisionario desde el pasado abril), se mantiene cauteloso. Las elecciones anticipadas serán en septiembre, y Mark Rutte no quiere hablar aún de mayor integración política y económica en la UE. “Antes deben estabilizarse los problemas monetarios de los socios. Mientras eso no se arregle, no quiero discutir sobre el futuro estructural de Europa”, ha señalado. La mayoría del Parlamento apoya su postura por miedo a que Holanda pierda poder de decisión.

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