Reportaje:ELIO BERNHAYER | CREADORES

Adiós desde la cima

Seguramente no es este el año en el que Elio Berhanyer querría verse destacado como protagonista. Después de todo, 2011 ha supuesto el adiós a un oficio que ha ocupado más de 50 de sus 82 años de existencia.

De haber podido elegir, es probable que él mismo hubiera preferido recibir el Premio Nacional de Diseño de Moda sobre una pasarela y no tras haberse visto obligado a bajarse de ella. Porque han sido los tiempos y no su voluntad los que han dicho basta.

Pero el reconocimiento que ha recibido desde que su taller se cerrara en 2010 ha logrado un efecto paradójico. En su retirada...

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Seguramente no es este el año en el que Elio Berhanyer querría verse destacado como protagonista. Después de todo, 2011 ha supuesto el adiós a un oficio que ha ocupado más de 50 de sus 82 años de existencia.

De haber podido elegir, es probable que él mismo hubiera preferido recibir el Premio Nacional de Diseño de Moda sobre una pasarela y no tras haberse visto obligado a bajarse de ella. Porque han sido los tiempos y no su voluntad los que han dicho basta.

Pero el reconocimiento que ha recibido desde que su taller se cerrara en 2010 ha logrado un efecto paradójico. En su retirada, la figura y obra de este cordobés de pintoresca biografía han cobrado nuevo vigor. Se han sucedido los premios y las muestras de cariño en una industria poco propensa a los afectos desinteresados.

Si este ha sido el año de Elio Berhanyer no se debe a lo que ha hecho en estos 12 meses, sino a lo que logró en los 600 anteriores. Su infancia vagabunda, los uniformes de Iberia en los setenta o los desfiles en Nueva York y Buenos Aires han sido recordados a menudo en 2011. Para que se fijen en nuestra memoria y no solo vivan en la suya.

Eugenia de la Torriente es periodista de EL PAÍS.