Contra la censura informativa

Conocí a Teresa en su labor como corresponsal de guerra, en los buenos tiempos de Telemadrid, en los años noventa. Nos contaba cómo era, y no solo cómo veía, el conflicto entre Irán e Irak, la primera guerra del Golfo y el desastre de los Balcanes. Acabó siendo una de las mejores especialistas en la cuestión palestina y de las que más fácilmente se puede aprender. Su labor como periodista discurre en paralelo con su compromiso personal y político, y quizá fue esto lo que me impulsó a proponerla como miembro del Consejo de Administración de RTVE. Era lógico, y legal, que al frente de la nueva c...

Conocí a Teresa en su labor como corresponsal de guerra, en los buenos tiempos de Telemadrid, en los años noventa. Nos contaba cómo era, y no solo cómo veía, el conflicto entre Irán e Irak, la primera guerra del Golfo y el desastre de los Balcanes. Acabó siendo una de las mejores especialistas en la cuestión palestina y de las que más fácilmente se puede aprender. Su labor como periodista discurre en paralelo con su compromiso personal y político, y quizá fue esto lo que me impulsó a proponerla como miembro del Consejo de Administración de RTVE. Era lógico, y legal, que al frente de la nueva corporación hubiera un sentir más profesional y menos partidista. Su defensa de los criterios periodísticos y de quienes los protagonizan, con independencia de ideologías, incluida la suya, es su mejor aval en su tarea. Los hechos, incluidos los más recientes, nos han dado la razón.

Gaspar Llamazares es diputado de Izquierda Unida por Asturias.