LA CRISIS DE LA DEUDA EUROPEA Y LA DESACELERACIÓN MUNDIAL AHUYENTAN A LOS INVERSORES

El temor a la recaída hunde los mercados

Wall Street y las Bolsas europeas, entre ellas Madrid, sufren importantes pérdidas - Las primas de riesgo de España e Italia se disparan pese a la intervención del BCE

El temor a una recaída de la economía mundial, alimentado por las dudas sobre el crecimiento en EE UU y el agravamiento de la crisis de la deuda soberana en Europa, hundieron ayer los mercados. Las principales Bolsas europeas, bajo mínimos durante toda la semana, sufrieron pérdidas superiores al 3% (el Ibex registró su mayor caída del año, un 3,89%) arrastradas por Wall Street (el Dow Jones retrocedió el 4,31%).

Las primas de riesgo de la deuda de los países periféricos de la zona euro, sobre todo de España e Italia, volvieron a marcar nuevos máximos ante la impotencia del Banco Central...

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El temor a una recaída de la economía mundial, alimentado por las dudas sobre el crecimiento en EE UU y el agravamiento de la crisis de la deuda soberana en Europa, hundieron ayer los mercados. Las principales Bolsas europeas, bajo mínimos durante toda la semana, sufrieron pérdidas superiores al 3% (el Ibex registró su mayor caída del año, un 3,89%) arrastradas por Wall Street (el Dow Jones retrocedió el 4,31%).

Las primas de riesgo de la deuda de los países periféricos de la zona euro, sobre todo de España e Italia, volvieron a marcar nuevos máximos ante la impotencia del Banco Central Europeo, cuyo consejo reactivó medidas extraordinarias para intentar, sin éxito, calmar los mercados. Pese a todo, España logró colocar ayer 3.300 millones en deuda a tres y cuatro años, aunque a un interés del 4,90% en los títulos con vencimiento en 2014, el precio más alto desde 2008. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, advirtió en su carta a los 17 Gobiernos de la zona euro que la crisis de la deuda afecta ya no solo a los países periféricos. Barroso abogó por mejorar el fondo para países en dificultades, lo que una portavoz de la Comisión interpretó como una llamada a ampliar su dotación (440.000 millones de euros).

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