Mas fascina a los empresarios

El presidente halla en los directivos el apoyo a los recortes que la calle le discute

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se metió en el bolsillo a los 180 empresarios con los que se reunió ayer en Barcelona, en un acto a puerta cerrada organizado por ESADE. No les hizo ninguna promesa concreta ni anunció plan alguno; pero en la escuela en la que varios miembros de su Gobierno daban clase hasta hace poco, el clima fue de cordialidad máxima. "He pedido a los empresarios que para salir de la crisis tomen el relevo de unas Administraciones públicas financieramente agotadas", explicó el propio Mas a la salida.

La reunión, al estilo del encuentro con 40 empresarios de...

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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se metió en el bolsillo a los 180 empresarios con los que se reunió ayer en Barcelona, en un acto a puerta cerrada organizado por ESADE. No les hizo ninguna promesa concreta ni anunció plan alguno; pero en la escuela en la que varios miembros de su Gobierno daban clase hasta hace poco, el clima fue de cordialidad máxima. "He pedido a los empresarios que para salir de la crisis tomen el relevo de unas Administraciones públicas financieramente agotadas", explicó el propio Mas a la salida.

La reunión, al estilo del encuentro con 40 empresarios de postín que organizó el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, comenzó a las 8.30 y duró una hora y cuarto. "Con 180 personas y tan poco tiempo, es complicado que se toquen cosas concretas, pero en estas situaciones lo que se agradece es el gesto", señaló a la salida uno de los asistentes. Diez de ellos preguntaron a Mas durante la reunión, después de escuchar su discurso, en el que habló de esfuerzos, de tres años duros con poca inversión y de nuevas infraestructuras pagadas a golpe de peaje para sortear la sequía económica. Los consejeros Xavier Francesc Mena y Andreu Mas-Colell estuvieron también presentes, aunque sin intervenir.

A la salida, tres de los empresarios resumieron a los medios el encuentro. Josep Oliu, presidente de Banc Sabadell, reconoció que ninguna de las intervenciones de la parte empresarial fue especialmente crítica con la Generalitat, aunque sí le pidieron que comunique bien su modelo. Los empresarios fueron comprensivos incluso con los recortes, que el jueves provocaron una manifestación que congregó a más de 20.000 personas en Barcelona."La necesidad de reducir el gasto es urgente e inaplazable", justificó Oliu. No solo se mostraron más que comprensivos con el tijeretazo del nuevo Gobierno, sino que incluso se aventuraron a señalar que será un ejemplo que seguir tras las elecciones del 22 de mayo. "El Gobierno central y las comunidades autónomas deben tomar nota", dijo el directivo bancario. "Cada uno debe ser consciente de los deberes que tiene que hacer", coincidió el vicepresidente de relaciones institucionales de Seat, Ramón Paredes.

Por su parte, el presidente defendió su gestión y acusó a la oposición de exagerar las medidas de ahorro. "No se debe crear una alarma innecesaria en la población", lanzó. Para lograr el objetivo de rebajar el déficit al 1,3%, los recortes siguen siendo la única vía que tiene Mas. El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, le recordó desde Madrid que existen "restricciones legales y presupuestarias" que impiden el pago a Cataluña de los 1.350 millones del fondo de competitividad de 2011 hasta que se liquiden los presupuestos, en 2013.

Los empresarios se mostraron comprensivos. Solo pidieron a cambio una cosa al unísono: simplificación administrativa, que eso no precisa presupuestos especiales. Salvador Alemany, presidente de Abertis, explicó además que el presidente reclamó apoyo para "el pacto fiscal que va a impulsar CiU en Madrid, que va a ser clave para aumentar los ingresos de la Generalitat". Alemany señaló que no se habían negado, pero piden al presidente más detalles antes de que cada uno de ellos, individualmente, decida dar o no su apoyo. "El pacto es necesario, pero el empresariado necesita un mayor conocimiento del modelo", coincidió Oliu. A la salida de ESADE, antes de marcharse, muchos daban palmaditas en la espalda a Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona, también entre los invitados. "Suerte con el Madrid", le deseaban.

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