LA IMAGEN

La ilusión del desnudo

El mundo está lleno de culos por doquier. Culos de hombre y de mujer, pero también culos de gatos, y de perros; hasta los lamelibranquios, ya ves tú, tienen su propio culo. Por no hablar del culo de los vasos, que es lo último que vemos tras apurar el vino hasta las heces (nunca mejor dicho). Increíblemente, no nos acostumbramos a los culos, siempre nos sorprenden. Hace poco, en la tele, un padre de familia exigía que, del mismo modo que hay playas para nudistas, las hubiera también para gente con ropa (¿vestidistas?). No aclaraba si en su playa ideal la gente iría con corbata y chaqueta, pero...

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El mundo está lleno de culos por doquier. Culos de hombre y de mujer, pero también culos de gatos, y de perros; hasta los lamelibranquios, ya ves tú, tienen su propio culo. Por no hablar del culo de los vasos, que es lo último que vemos tras apurar el vino hasta las heces (nunca mejor dicho). Increíblemente, no nos acostumbramos a los culos, siempre nos sorprenden. Hace poco, en la tele, un padre de familia exigía que, del mismo modo que hay playas para nudistas, las hubiera también para gente con ropa (¿vestidistas?). No aclaraba si en su playa ideal la gente iría con corbata y chaqueta, pero a nosotros nos encantaba la idea de una playa llena de oficinistas que tomaban el sol de 8 a 15 o en jornada partida, según su convenio (¿cómo no se le ocurrió a Magritte?). Quede constancia en todo caso de que hay gente partidaria de prohibir los culos (y las tetas también, por cierto).

Venus Williams, que es un espectáculo, juegue al tenis o al parchís, lo mismo da, disfruta también fingiendo que muestra, sin mostrarlo, su poderoso culo. Ella misma lo ha dicho: "Quería establecer la ilusión del desnudo". Sabe que la ilusión del desnudo es mejor que el desnudo, del mismo modo que la ilusión del éxito es mejor que el éxito. Venus Williams provoca la ilusión de jugar al tenis cuando en realidad juega a sí misma. El deporte es la coartada para presumir de un cuerpo al que (misterios de la biología o del psiquismo) no hay forma de acostumbrarse.

La tenista estadounidense Venus Williams, en un partido de tenisREGIS DUVIGNAU

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