Salgado defiende las cuentas ante las dudas de la izquierda del PSOE

"Son unos presupuestos de izquierda que, además, son compatibles con la respuesta que hemos de dar a los mercados". Esta es la traslación que distintos diputados socialistas hacen de la intervención que ayer hizo la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en la reunión interna que mantuvo con el Grupo Socialista a puerta cerrada. La vicepresidenta solo se encontró con los resquemores de los diputados de la izquierda del Grupo socialista. Así, tanto Juan Antonio Barrio de Penagos, de la corriente Izquierda Socialista, como Manuel de la Rocha, vinculado a UGT, dieron por sentado que con las res...

"Son unos presupuestos de izquierda que, además, son compatibles con la respuesta que hemos de dar a los mercados". Esta es la traslación que distintos diputados socialistas hacen de la intervención que ayer hizo la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en la reunión interna que mantuvo con el Grupo Socialista a puerta cerrada. La vicepresidenta solo se encontró con los resquemores de los diputados de la izquierda del Grupo socialista. Así, tanto Juan Antonio Barrio de Penagos, de la corriente Izquierda Socialista, como Manuel de la Rocha, vinculado a UGT, dieron por sentado que con las restricciones y los ajustes de este presupuesto se aleja "de la base social que apoya al Gobierno". Esta expresión de Manuel de la Rocha fue rebatida tanto por la ministra como por el responsable de Presupuestos del Grupo Socialista, Francisco Fernández Marugán, para quienes con estas cuentas se puede salvar la cohesión social. "Marugán ha hecho una intervención con argumentos sólidos para que podamos defender sin rubor estos presupuestos, porque el 58% es para gasto social", señalan asistentes a la reunión.

Pero aceptados los recortes, ¿por qué no se crea un impuesto para las grandes fortunas y se sube algo más la tributación de las Sicav? Estas son las preguntas que hizo Barrio de Penagos. Para la vicepresidenta, subir las Sicav supondría su huida fuera de España, y como ejemplo aseguró que es lo que había pasado en el País Vasco. Sobre las grandes fortunas, aludió a la "complejidad" del impuesto, porque habría que pactarlo con las comunidades autónomas y podría haber algunas gobernadas por el PP que no lo subieran y, por tanto, se produciría la fuga hacia las autonomías que no lo incrementaran. La intervención más política llegó de la mano de De la Rocha, que pidió a la vicepresidenta posponer un tiempo la negociación colectiva sobre pensiones para apaciguar el clima con los sindicatos. No hubo una respuesta clara al respecto.

La crítica por la izquierda sin paliativos vino de Gaspar Llamazares, portavoz de IU, en el Congreso. "Son unos presupuestos más del rígor mortis que del rigor económico, que se ensañan con los más débiles", sentenció.