Una banda asalta un almacén de Granollers y roba seis toneladas de cable de cobre

Los empleados de Miguélez, SL, llegaron el lunes por la mañana al trabajo y observaron en el techo de la nave extraños agujeros. La noche anterior, una banda organizada de ladrones había accedido a este almacén de Granollers desde el tejado y se había apoderado de seis toneladas de cable de cobre. "Ese material tiene un valor en el mercado legal de 50.000 euros. Es una mala jugada, pero por suerte somos una empresa grande y sobreviviremos", detalló ayer el delegado de la empresa en Cataluña. Lo hizo poco después de que, por un lance del destino, la Guardia Urbana detuviera en Barcelona a dos d...

Los empleados de Miguélez, SL, llegaron el lunes por la mañana al trabajo y observaron en el techo de la nave extraños agujeros. La noche anterior, una banda organizada de ladrones había accedido a este almacén de Granollers desde el tejado y se había apoderado de seis toneladas de cable de cobre. "Ese material tiene un valor en el mercado legal de 50.000 euros. Es una mala jugada, pero por suerte somos una empresa grande y sobreviviremos", detalló ayer el delegado de la empresa en Cataluña. Lo hizo poco después de que, por un lance del destino, la Guardia Urbana detuviera en Barcelona a dos de los presuntos ladrones con parte del material.

Virgil P., de 48 años, y Tiberiu P., de 29, circulaban en un Seat Alhambra por una calle de Sant Andreu cuando toparon con un control de alcoholemia preventivo. Los hombres llevaban en el coche 54 bobinas con 1.342 kilos de cobre. Al verse sorprendidos por la policía, trataron de maniobrar para esquivar el control. Pero los agentes les obligaron a detener el coche.

El detenido que iba en el asiento del copiloto salió del coche y simuló que sacaba del bolsillo la documentación que le pedían los policías. En vez de eso, echó a correr. Los agentes le capturaron a solo 100 metros de allí. El hombre se resistió y golpeó a uno de los agentes, que intentaba reducirle, según la versión de la Guardia Urbana. Interrogados sobre la procedencia del cobre, ni Virgil ni Tiberiu supieron dar explicaciones. Sus respuestas, "contradictorias y evasivas", según la policía local, hicieron que acabaran detenidos por un presunto delito de aprobiación indebida y resistencia a la autoridad.

El material robado fue trasladado a la comisaría de los Mossos d'Esquadra, que investigaba el robo al almacén de la empresa de Granollers.

Los detenidos forman parte, supuestamente, de un grupo más amplio de personas dedicado al robo de cable de cobre, uno de los negocios más lucrativos por el elevado precio del material. En lo que va de año, los Mossos han detenido a 550 personas por ese motivo. Treinta de ellos están en prisión. El domingo, la banda accedió al almacén de Granollers a través de una nave contigua. "Tenemos sensores y cámaras con visión nocturna, pero por alguna razón no funcionaron", precisa el delegado de Miguélez, que fabrica cable eléctrico de baja tensión.

"Habíamos sufrido antes pequeños robos, pero nunca algo así. Los robos de cable están siendo tan habituales que nadie les da importancia. La gran pregunta es quién compra el material robado", plantea el delegado de la empresa.