La crisis de precios hunde la cabaña ganadera y amenaza las dehesas

Los productores exigen compensaciones por su contribución al medio ambiente

La ganadería extensiva, la que está integrada en montes y dehesas, vive una de sus crisis más profundas. La cabaña no para de reducirse cada año por la caída de los precios y el aumento de los costes de producción. "Son los peores momentos para la ganadería, sobre todo por la evolución del sector en los últimos años, estamos vendiendo los corderos al precio de hace 25 años", se lamenta Emilio Gómez, que preside la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de raza negra y la de raza blanca andaluza.

Un cordero se vende ahora a unos 45 euros brutos, pero producirlo le cuesta al ganadero...

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La ganadería extensiva, la que está integrada en montes y dehesas, vive una de sus crisis más profundas. La cabaña no para de reducirse cada año por la caída de los precios y el aumento de los costes de producción. "Son los peores momentos para la ganadería, sobre todo por la evolución del sector en los últimos años, estamos vendiendo los corderos al precio de hace 25 años", se lamenta Emilio Gómez, que preside la Asociación Nacional de Criadores de Caprino de raza negra y la de raza blanca andaluza.

Un cordero se vende ahora a unos 45 euros brutos, pero producirlo le cuesta al ganadero en torno a 100 euros. La diferencia la reciben vía subvenciones, principalmente las que llegan de Bruselas. "Estamos subsistiendo por las ayudas, pero es imposible competir con las importaciones descontroladas de terceros países, que no se someten a los controles sanitarios que tenemos nosotros", subraya Gómez.

Andalucía concentra en torno al 25% de la cabaña ganadera de ovino y caprino de todo el país, de unas 19 millones de cabezas. Pero esa cifra es la mitad de la que había hace una década. Desde la Asociación Nacional de Criadores se estima que cada año se abandonan un 5% de explotaciones, aunque la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) eleva al 40% las explotaciones perdidas en apenas dos años. "Ser ganadero ahora es casi una cuestión de romanticismo", indica Gómez.

La conservación de montes, dehesas y parques naturales depende en buena medida de la presencia de rumiantes. Pero los ganaderos han padecido en los últimos años la presión de la Administración. "Nos han expulsado de los parques naturales", denuncia Emilio Gómez, que resalta la labor del ganado para la prevención de incendios.

La Ley de la Dehesa aprobada recientemente por la Junta de Andalucía trata de recuperar la viabilidad de las explotaciones asentadas en un ecosistema único en Europa y que ocupa 1,2 millones de hectáreas del territorio andaluz. La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, sostiene que la ley, dotada con 180 millones hasta 2013, persigue la "pervivencia" de este modelo de ganadería extensiva, pero los ganaderos apremian a su puesta en marcha y reclaman compensaciones económicas por su contribución medioambiental.

"El sector no aguanta más, o actuamos ya o será demasiado tarde", alerta Clemente Mata, catedrático de Producción Animal de la Universidad de Córdoba y ganadero. Mata cree que no existe relevo generacional por la falta de rentabilidad de las explotaciones. Por eso hace esta reflexión: "Casi el 40% de la superficie agraria andaluza es zona de pastos, de ahí la importancia de la ganadería extensiva, que además de producir carne o leche también mejora la biodiversidad y el desarrollo rural". Mata coincide en que los ganaderos deben recibir incentivos por su labor en montes y dehesas, pero también apremia a los ganaderos a mejorar sus sistemas de comercialización.

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La ganadería ecológica puede ser una alternativa a la crisis del sector. En Andalucía ya hay más de 2.000 explotaciones de este tipo que ocupan más de 400.000 hectáreas. Pero Francisco Casero, presidente del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica, cree que la crisis del sector va más allá de la falta de viabilidad económica: "Hace falta un reconocimiento social hacia la ganadería".

Por si fuera poco, la crisis de precios del sector lácteo está causando estragos en el caprino y el bovino. Según la UPA, en el sector caprino, los ganaderos han pasado de recibir hace un año 0,47 euros por litro de leche a los 0,35 de la actualidad, lo que supone un descenso del 35%. En el bovino, se ha pasado de 791.712 cabezas en el año 2005, mientras que en diciembre de 2008 (último censo disponible) la cifra descendió más de un 35%, alcanzando las 510.665 cabezas de ganado. "El precio que reciben los ganaderos por un litro de leche ni siquiera les alcanza para cubrir los costes de producción, una situación que ha llevado a la pérdida del 20% de las cabezas de ganado y está provocando el abandono de numerosas explotaciones", denuncia Fidel Casilla, responsable de ganadería de UPA-Andalucía.

A su juicio, "las grandes cadenas de distribución asfixian a los ganaderos al utilizar la leche como producto reclamo". Además, el responsable de ganadería de UPA sostiene que las grandes empresas de distribución se sirven de excedentes a bajo precio procedentes de Francia, Portugal y Alemania, para sus marcas blancas, desplazando a las principales marcas españolas.

Las cifras

- Andalucía concentra el 25% de la producción nacional de ovino y caprino.

- Un cordero se paga a 45 euros brutos, la mitad de lo que cuesta producirlo. La mitad de los ingresos procede de las ayudas europeas.

- Las explotaciones ganaderas se abandonan a un ritmo del 5% cada año.

- El precio de la leche en origen se ha reducido un 35% en un año.

- La Junta ha aprobado la Ley de la Dehesa, que actuará en 1,2 millones de hectáreas del territorio andaluz.

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