La reforma del sistema financiero

Un modelo que toca a su fin

Las cajas de ahorros se enfrentan a la mayor transformación de su historia

La excepción española que ha supuesto el centenario modelo de cajas de ahorros toca a su fin. La vertiente social contaminada por los manejos políticos, la competencia con los bancos en desiguales condiciones y el excesivo peso del ladrillo en el negocio, han dejado a los pies de los caballos a varias entidades. El Gobierno decidió ayer dar un vuelco a la mitad del sistema financiero español con las siguientes claves.

- ¿Se van a desmantelar las cajas? Las cajas dejarán de ser como hasta ahora. Es el fin de un modelo que se ha mostrado inflexible para adaptarse a una crisis donde lo má...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La excepción española que ha supuesto el centenario modelo de cajas de ahorros toca a su fin. La vertiente social contaminada por los manejos políticos, la competencia con los bancos en desiguales condiciones y el excesivo peso del ladrillo en el negocio, han dejado a los pies de los caballos a varias entidades. El Gobierno decidió ayer dar un vuelco a la mitad del sistema financiero español con las siguientes claves.

- ¿Se van a desmantelar las cajas? Las cajas dejarán de ser como hasta ahora. Es el fin de un modelo que se ha mostrado inflexible para adaptarse a una crisis donde lo más importante es incrementar el capital para poder dar más créditos. El cambio abre la puerta a que las cajas puedan dejar de serlo. Para ello tendrán que colocar todo su negocio financiero en un banco y posteriormente vender más del 50% en Bolsa. La caja perderá esa condición y se transformará en fundación. Con el dinero obtenido por la venta de las acciones y lo que reciba de dividendo (mientras tenga acciones del banco y este reparta dividendo) podrá mantener la obra social. Pero el cambio es voluntario. Las cajas que no vendan más del 50% podrán tener bancos filiales o cuotas participativas (parecidas a las acciones), manteniendo su vocación social. El camino dependerá de la voluntad de sus gestores. Unos las podrán asemejar más a los bancos y otros menos. Al frente seguirán los representantes de Ayuntamientos, Diputaciones, comunidades, sindicatos e impositores, aunque en un número más limitado.

Más información

- ¿Qué significa que las cajas tengan bancos? Una de las grandes novedades es que las cajas podrán traspasar su negocio financiero, las oficinas, las gestoras de fondos de inversión y pensiones, etcétera, a un banco. Pueden crear uno nuevo o utilizar una ficha bancaria que tengan. Mientras el dueño del banco sea la caja, mantendrá su estructura jurídica actual. Si emite cuotas participativas por debajo del 50% del patrimonio, también seguirá siendo una caja.

- ¿Por qué crean bancos? El objetivo es poder sacarlos a Bolsa, vender una parte minoritaria de ellos, y obtener capital. Es una manera de superar el gran inconveniente de las cajas: no pueden capitalizarse, como hacen ahora los bancos, y no pueden elevar su solvencia. Este asunto es vital en plena crisis.

- ¿Qué son las cuotas participativas? La Ley de Cajas vigente establecía que las entidades podían reforzar su capital con estas cuotas, pero no tenían derechos políticos (de voto) y no han tenido éxito. No se denominan acciones porque no son comparables a estas tal y como las define en la Ley de Sociedades Anónimas. Las cajas no son sociedades anónimas. A partir de ahora, las cajas podrán emitir cuotas con o sin derechos políticos (es voluntario) con un límite: no podrán superar el 50% del patrimonio de la caja. Un solo inversor puede tener el 50% de las cuotas. El tenedor de las cuotas tendrá derecho a estar en el Consejo de Administración y en la asamblea general.

- ¿Cuándo se pierde la condición de caja? Hay dos vías para dejar de ser caja y pasar a ser fundación. La primera, cuando la caja venda en Bolsa más del 50% de las acciones del banco filial. Y la segunda, cuando las cajas agrupadas en un SIP (Sistema Integral de Protección) no fusión fría, vendan más del 50% de las acciones del banco en el que se han agrupado. En este caso, todas las cajas pasarán a ser fundaciones.

- ¿Se seguirán llamando cajas? La ley no les impedirá seguir llamándose cajas o al menos mantener sus siglas. Por ejemplo, Caja Castilla La Mancha (CCM) ha dejado de ser una caja para convertirse en fundación, tras entrar en quiebra, y sus oficinas se llamarán Banco CCM.

- ¿Qué va a pasar con la obra social? Las cajas destinan el 20% de sus beneficios a la obra social. La ley establece que el máximo que pueden dedicar a la obra social es el 50% de sus beneficios, pero no tienen una aportación mínima obligatoria. Los bancos reparten el 50% del beneficio en dividendos. La aportación a la obra social está cayendo en paralelo al descenso de los beneficios del sector. A partir de ahora, las cajas que tengan cuotas o acciones de sus bancos tendrán que pagar esos dividendos y, a la vez, atender la obra social. Esto puede restar efectivos a la obra social, pero dependerá de la voluntad de los ejecutivos y de su capacidad para gestionar la entidad.

- ¿Cuándo se aplica la reforma? Cuando se publique en el BOE, lo que ocurrirá a lo largo de la semana que viene. No obstante, el decreto ley se votará en el pleno del Congreso del próximo 20 de julio y tras el debate parlamentario y, aunque las líneas generales están pactadas con el PP, se pueden realizar modificaciones.

Sobre la firma

Archivado En