Análisis:El fraude en el transporte público / 4

"Te crees muy listo"

"¿Te crees muy listo?", dice una propaganda de TMB que pretende disuadir a quienes no pagan en el transporte público. Razones: "Hay 3.306 cámaras de vigilancia y quedarás retratado". Basta con ver una colada para comprobar que se hace sonriendo a la cámara. La mala educación, véase John Cobra, la compran los programas de televisión basura. "La multa te puede costar de 50 a 600 euros". 54.000 multas sobre 360 millones de usuarios. Es más fácil acertar la Primitiva. "Sin billete no estás cubierto por el seguro". ¿Tan grande es el riesgo de accidentes?

La campaña está en consonancia con la...

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"¿Te crees muy listo?", dice una propaganda de TMB que pretende disuadir a quienes no pagan en el transporte público. Razones: "Hay 3.306 cámaras de vigilancia y quedarás retratado". Basta con ver una colada para comprobar que se hace sonriendo a la cámara. La mala educación, véase John Cobra, la compran los programas de televisión basura. "La multa te puede costar de 50 a 600 euros". 54.000 multas sobre 360 millones de usuarios. Es más fácil acertar la Primitiva. "Sin billete no estás cubierto por el seguro". ¿Tan grande es el riesgo de accidentes?

La campaña está en consonancia con la pacatería de las empresas del transporte público en reconocer que hay mucho más fraude que el detectado por los inspectores.

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Es un lugar común que en el tranvía del Besòs se cuela mucha gente. Se dice sin pudor porque da servicio a zonas deprimidas, antes llamadas pobres. Y los pobres, ya se sabe, no son educados. Hasta ahora sólo Manel Nadal se ha atrevido a señalar que se registra más incivismo entre estudiantes universitarios. Gente que sabe leer y escribir (no siempre correctamente) elude pagar un servicio cuya tarifa ni siquiera cubre el coste.

Los estudios sobre fraude que TMB no hace públicos señalan que Mundet, Clínic y Zona Universitària son tres de las estaciones donde más gente se cuela. Las tres son utilizadas masivamente por universitarios. Neutralizarlas es fácil: basta con actuar a ciertas horas. Pero es mejor encargar una campaña que diga que el metro, a veces, descarrila. Eso da trabajo a los publicitarios, sector productivo donde los haya.

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